No es, un secreto que el poder
adquisitivo de la mayoría de los mexicanos está constantemente a la baja. Las
reformas impulsadas por Peña Nieto y apoyada por los priistas y panistas son,
dicen ellos, la solución a dicho problema. El problema radica en que, se
privatiza tofo lo público sin legislar plenamente contra la corrupción gubernamental,
principal fuente de la “cultura” de la corrupción diría Peña Nieto.
El crecimiento
de la economía se estima, por el propio gobierno, crecerá a no más del 2.7 % y
eso con sus reservas. No sé qué, le pase a una buena parte de los mexicanos que
siguen apoyando a este sistema político, económico y social, nefasto por donde
se le vea. Si fueran los beneficiados los que apoyan las reformas seria cosa
congruente pero, son en su mayoría personas pobres. Solo puedo entender que
personas pobres apoyen las reformas si están enajenadas e ignoran la realidad.
Porque una cosa es, la percepción, el conocimiento más bajo y el conocimiento profundo
de la realidad. El gobierno federal ha puesto en marcha una campaña de
percepciones, evitando tocar la realidad.
Es una burla y es
un insulto que se confunda al pueblo con los recursos públicos gastados en
campañas televisivas, radiofónicas y a través de todos los medios, tratando
justificar el mal gobierno, ahora que la aprobación de Peña Nieto es de solo el
40% contra un 60% en su contra. Este es un gobierno de mentiras, de
simulaciones y traiciones al pueblo.
¿Qué sanciones tendrán
los responsables si las reformas en lugar de beneficios traen más pobreza y
dependencia económica hacia las trasnacionales?, ninguna, estarán gozando de
los beneficios que el sistema político les otorga de por vida sin ninguna
responsabilidad. La creación de pobres y las miles de muertes no tienen
responsables y eso es, resultado de una mala legislación. Ese es un rubro que
los mexicanos deben remediar.
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