domingo, 31 de agosto de 2014

EL PECADO DE LA RAZÓN




Las religiones no pueden tener como base la realidad sino las creencias absurdas; la primera es objeto de l razón, la segunda, de la fe. La ciencia es difícil de conquistar, solo pocos logran, en verdad, logran sembrar y cosechar sus preciados frutos. En cambio, la fe está a la mano de todo el mundo pero, como de fondo se sabe que son tonterías, hay menester ponerse serios, ceremoniosos y decretar como pecado su sola puesta en duda. Por último,  se pone un cuerpo colegiado que sancione el ejercicio de estos absurdos con toda severidad y la fe está protegida contra la razón. 

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