Los
estadounidenses como nación son un pueblo no solo arrogante sino ingenuo. Se
ven ellos mismos como un pueblo elegido por la divinidad (En Dios confiamos) para
dirigir al mundo, no se dan cuenta que son como cualquier imperio. Imperio que
queda ciego a realidades profundas. Ni siquiera se dan cuenta que son víctimas
de la misma manipulación teológica para mantenerlos trabajando y consumiendo sin
sentido. Y, no solo consumen productos y servicios legales sino que son afectos
a toda clase de drogas. No soslayo lo bueno que hacen pero si subrayo su
ignorancia sobre la vida. Quizá su estulticia se deba en gran parte a la riqueza material.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario