Es
asombroso como los funcionarios encarados de perseguir los delitos son lentos
como caracoles reumáticos con relación a delitos cometidos por políticos o
funcionarios públicos. Dice el Procurador del distrito Federal que como no hay
denuncia (querella en realidad), por parte de ninguna persona, entonces no
puede iniciar la investigación correspondiente.
Para
cuando se trata de personas comunes y corrientes se actúa de manera contraria,
es decir, de acuerdo al régimen de Porfirio Díaz; primero se dispara y después se
averigua. ¡Mátalos en caliente!, era el lema terrible del tirano. Hoy en día se
ha ocultado el lenguaje violento y se ha maquillado la aplicación de la Ley del
Garrote. Contra el pueblo, en general, los gobernantes y políticos aplican el
marco jurídico, la Ley del Garrote, a lo Díaz con variantes facticos y retorica
cargada de ideología legaloide y para los funcionarios y políticos se aplica a
discrecionalidad la ley con sumo cuidado. Se ve como cuidan los efectos políticos.
En el caso presente no sea que se vaya a molestar la cúpula política por
castigar la copula delictiva de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre y entonces
haya una lucha sorda o violenta y pública entre funcionarios y políticos de los
partidos antagónicos. Al final cuidan que el status quo no se toque porque en
ello les va el puesto o el poder público. Esto no es más que una raya más al
tigre.
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