lunes, 14 de abril de 2014

EL FIEL DE LA BALANZA




A menudo, muy a menudo nos imaginamos que los responsables del lamentable estado en que se encuentra la nación mexicana son solo aquellos que se señalan públicamente. No obstante lo anterior, veo todos los días a la mayoría de la gente salir de sus casas a cumplir con un horario de trabajo, olvidándose de la política, de lo público y esos es grave. La clase media es la que más contribuye a sostener este sistema político-económico-social con su pasividad ante los hechos que agravian al pueblo y los más activos en beneficio de este gobierno. Todos los días los veo llegar a las dependencias, hospitales y tribunales con las mejores ropas posibles con sus gestos de gravedad, con su escasa consciencia de la realidad, de su casi nula solidaridad y su  grosero por la lucha por implementar la democracia como forma de gobierno. La clase media le ha apostado al éxito delineado por este sistema: por lo meramente material a cuenta gotas.

Me basta entablar conversación con cualquier profesionista para darme cuenta inmediata que tienen lavado el cerebro con toda la propaganda oficial y la privada sobre lo que es la vida y no tienen idea de las posibilidades de la vida. Una vida ya solucionada tal y como lo propone el sistema oficial y privada que es lo mismo, es una vida sin valor y sin sentido. La vida siempre es problemática y es el ser humano quien le debe dar sentido. Y, le debe dar un sentido muy diferente a lo que le marca el gobierno político y el gobierno económico, es decir, las empresas trasnacionales.

Como se ve el trabajo es enorme para siquiera poder poner en la cabeza de los profesionistas el tema de la política, lo económico y lo social. Me dirán que los profesionistas están bien pagados con lo cual se diría que el gobierno cumple con su tarea y los profesionistas hacen uso de cada oportunidad de trabajo bien pagado, mentira los profesionistas están en la condición más baja y vulnerable ya que no tienen ingresos fijos ni seguros. Esto los vuelve más calculadores y ponen la apariencia de éxito cuando en realidad las deudas los cercan como jauría rabiosa que no les da tregua. Y, sin embargo, han creído, aunque esto parezca falso, que el éxito está a la vuelta de la esquina. Todo profesionista pasivo hacia la democracia es el fiel de la balanza en favor del sistema político-económico y social.

Claro que no son todos y ejemplos de consciencia y de acción se ven aquí y allá pero, no es suficiente; hace falta más trabajo para despertar a mas mexicanos para que tomen participación en lo público y en la política. 


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