Ya saben lo que se dice del paso lento.
Las redes sociales son demasiado
importantes para la vida de los seres humanos, ya no es posible la vida sin
ellas, en este contexto. El poder se ha democratizado con dichas redes. Miles
de personas han socavado el suelo político, antaño inaccesible. Los gobiernos
tradicionales sienten el vacío bajo sus pies y eso no les ha gustado. Los gobiernos se han dado cuenta claramente de
ello y han volcado la censura sobra los usuarios de las redes sociales. Una
nueva forma de hacer consciencia nació como un simple juego, una simple forma
de comunicación. A muchos nos parece que las protestas en las redes sociales no
tienen importancia o la tienen mínima. Sin embargo, en el fondo se está creando
una consciencia unificada sobre diversos problemas nacionales y sobre los
responsables de los mismos. Todo lo social tiene la marca de la lentitud para
desembocar en una explosión.
Si
damos una mirada a las formas de comunicación durante el porfiriato, veremos
que los mexicanos de aquel tiempo tejieron una consciencia lenta, muy lenta,
entre la parte social que después derrocó al tirano. Los periódicos y revistas
tenían una represión brutal, allí están los casos de Regeneración de los
hermanos Flores Magón, El Hijo de Ahuizote entre otros. Pero la consciencia de
un cambio enraizó en las personas y no hubo forma de parar la caída del viejo
sistema totalitario. Lo mismo pasó con independencia de México, se gestó a
fuego lento. Y no fue el pueblo en su generalidad sino solo una parte del
mismo; la parte más consciente y la parte que lleva la acción, es decir, la
clase media, la que piensa y el pueblo que ejecutaron en conjunción, la revolución.
Claro que cuando ambos movimientos llegaron a su clímax la sangre corrió a
raudales.
No
debemos desesperar, los movimientos sociales se cuecen a fuego lento y a veces
a fuego tan lento que desespera; con todo, esa es la principal característica
inicial de los social: la lentitud. No obstante, esa lentitud asegura que la
consciencia sea firme, hunda sus raíces en las cabezas de los ciudadanos para
después formar unidad de acción. Si la manifestación social en las redes
sociales fuera insignificante (como quieren hacernos ver los gobernantes), ¿Por
qué quieren censurar las redes?. No solo debe ser un derecho la manifestación social
en las redes sino que ya existen las bases en el artículo 6 constitucional.
Artículo
6o. La manifestación de las ideas no
será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso
de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque
algún delito, o perturbe el orden público; el derecho de réplica será ejercido
en los términos dispuestos por la ley. El derecho a la información será
garantizado por el Estado.
Toda
persona tiene derecho al libre acceso a información plural y oportuna, así como
a buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole por cualquier
medio de expresión.
El
Estado garantizará el derecho de acceso a las tecnologías de la información y
comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones,
incluido el de banda ancha e internet. Para tales efectos, el Estado
establecerá condiciones de competencia efectiva en la prestación de dichos servicios.
Quiere
este gobierno a toda costa coartar la libre expresión de las ideas públicas
sobre lo público. Quiere que los delitos que cometen, desde el presidente de la
Republica hasta el presidente del municipio más pobre no solo queden sin
castigo ni censura pública sino que el pueblo los vea como actos graciosos de
los gobernantes y políticos. Este derecho a la manifestación pública no es una
graciosa concesión de los gobernantes y políticos sino un derecho ganado por
los mexicanos con sangre. Es menester que el pueblo no ceje en su lucha por
implantar la democracia.
Es
evidente que el gobierno, escudándose en la posibilidad de excesos en la manifestación
de ideas ha tratado por todos los medios de censurar indiscriminadamente la manifestación
de las ideas como si todas y cada una de las manifestaciones de la sociedad
mexicana fueran constitutivas de ataques a la moral, a derechos de terceros,
constitutivos de delitos o perturben el orden público. Y, precisamente este último
rubro “orden público” ha sido tomado como base por el gobierno para censurar y
reprimir en la realidad a los manifestantes en las calles y tratar de hacerlo
en las leyes. Primero que definan que es
perturbar el orden público ya que dentro de la generalidad todo cabe y
cualquiera puede ser inquirido y puesto tras las rejas a voluntad del gobierno.
Es clara la inconstitucionalidad de las leyes que quiere el gobierno poner en vigor.
Mejor que poner leyes contra el pueblo seria que los gobernantes y políticos cumplieran
con su trabajo (excelentemente bien pagado o mejor dicho excesivamente bien
pagado) y que dejen de tener como objetivo único el saqueó de lo público y del
erario, la concesión de playas, de minas, la explotación de bosques, selvas,
mantos acuíferos, la lista es larga, y verán como el pueblo no solo no se manifestaría
en su contra sino que les tendría un mínimo respeto y aprecio. Que no se quejen
los gobernantes y políticos las manifestaciones no son producto de una mala
voluntad ni carecen de bases justas y reales. El pueblo se entera un día si el
otro también de los delitos cometido por gobernantes y políticos y es, eso lo
que no quieren que se les reproche. Quieren libertad absoluta para el saqueo de
lo público. Vaya cinismo.
Esta nueva
forma de comunicación pero sobre todo de discusión, de comparación, de
evidenciar la podredumbre del Estado, de lo público, de los funcionarios
públicos y políticos trae aparejada una formación de consciencia más clara e
inmediata de afrontar los problemas nacionales y dar posible soluciones. No hay
forma de parar esta forma inédita de incidir en el poder. Hasta los regímenes
totalitarios de otro cuño como los de oriente han sentido el latigazo de la
libertad y, algunos, han cambiado a velocidad pasmosa.
El pueblo
mexicano, a lo pronto, ha dejado las armas y la violencia como formas de cambio
social e intenta esta nueva vía. El gobierno trata de censurar las redes
sociales y violenta a la nación en general mientras solapa a los ricos y a
delincuentes, es decir, prepara su propia caída e incuba la violencia en su
contra. Porque en primera instancia el pueblo ha dejado las armas y la
violencia pero en última instancia el gobierno orilla a la nación a tomar las
armas en su contra.
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