jueves, 16 de mayo de 2013

UNA VIDA FELIZ




No sé si la propuesta de una vida feliz sea el camino a seguir. Esa es la vieja añoranza de la gran mayoría. ¿Han alcanzado ser felices?, Me parece que no. O, quizá si cambiamos de paradigma de lo ideal a los hechos esto sea posible. Si ponemos en contexto que pocos muy pocos han podido saborear la libertad, condición necesaria para la felicidad, se sigue que unos cuantos han sido realmente felices. Por doquier se ven cadenas y esclavos gustosos de seguir reglas impuestas por otros. Se admira y alaba a las personas que han alcanzado cosas significativas como amasar fortunas de todas clases, empleos bien renumerados y grados académicos y quizá esa sea la consecuencia de seguir líneas invisibles trazadas por la sociedad, es decir, por voluntades ajenas al ser humano individual.
Se pueden encontrar esclavos de lujo recorriendo pasillos pulcros o mostrando que el conocimiento puede recaer en personas sujetas al sistema entero; personas que vuelven el conocimiento moneda de cuño corriente, vulgarizan el saber al punto de hacerlo de poca valía. ¿Qué significado puede tener alcanzar una maestría, un doctorado o lo que pomposamente llaman un master si se vive esclavizado al extremo de vivir como un vil timorato?.  
La desolación y la villanía enseñorearse entre doctos y eso es para ponerse en suma alerta. Se me eriza la piel al toparme con maestros hojalateros ocupar cátedras y divulgar ideas filosóficas o de cualquier otra índole con dependencia del Santo Oficio Administrativo. Es penoso ver como Allí donde el pensamiento debería ser libre se piensa igual y se calla tímidamente por un mísero sueldo o un puesto ridículo.
Si se quiere trabajar con ideas propias se debe evitar a toda costa seguir el camino del Colegio de Filosofía. El pequeño colegio que huele a vecindad impregnada de las bajezas insospechadas. La vieja escolástica deambula ojerosa y candente con claros signo de infiltrarse en cada idea pronunciada, aplastando todo nuevo intento de nuevos árboles frutales que reformen y formen el pensamiento que vivirá mañana y quizá el pasado mañana.  
Hoy, se vive con ideas de hace veinte siglos. Muerto Quetzalcóatl le es imposible mudar de piel, esta impedido para renacer bajo un nuevo sol. ¿Es posible mudar el plumaje de las ideas dogmáticas por las verdades filosóficas y científicas, allí, donde también domina el ayate y sus derivados?. Por las venas de esos doctos maestros fluye vivaz la teología. Quizá para la mayoría la comodidad de morder un trozo de viejas ideas filosóficas y teológicas sea su pan de cada día. En eso consiste su felicidad en roer huesos viejos y mohosos. El camino a la felicidad trazada de antemano está asfaltado con infelices ideas de confort y medianía. Allá van felizmente los doctos. Pero, cuidado de exponer ideas propias están prestos a poner ojos de basiliscos. Están felices con su renguera. Lo contrahecho se les hace lo perfecto, lo elevado y valioso. No hay forma de cambiarlos.
Empezar donde se quedó la imagen de Huitzilopochtli y el pensamiento de Quetzalcóatl será el camino que se tendrá que recorrer para encontrar el pensamiento propio de una naturaleza fuerte y saludable. ¿Quién podría decir que Nezahualcóyotl no tenía un pensamiento del ser humano en cuanto ser humano?. Su pensamiento no solo poético sino antropológico
Nehhuatl nictlazohtla
in centzontototl
icuicauh nehhuatl nictlazohtla
chalchihuitl itlapaliz
ihuan in ahuiyacmeh xochimeh
zan oc cencah,
noicniuhtzin in tlacatl,
nehhuatl nictlazohtla.
Mi hermano el hombre
Amo el canto del cenzontle
Pájaro de cuatrocientas voces,
Amo el color del jade
Y el enervante perfume de las flores
Pero amo mas a mi hermano: el hombre.

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