domingo, 22 de octubre de 2017

LA CORRUPCIÓN DE ENRIQUE PEÑA NIETO



El señor presidente de la república es mendaz y lerdo, se queja un día sí y otro también del pueblo que, le atribuye a su corrupción, la corrupción presidencial el mal mayor: y, él, lo niega torpemente; logrando únicamente enredarse y hundirse en su propio fango. No hay forma ya de que se salve de vivir toda su vida en la ignominia; eso sí, rodeado de sirvientes del Estado Mayor presidencial y con una pensión vitalicia que le recordará que es un zángano; vivirá del trabajo ajeno sin merecimiento.  

Es claro que, no todo mal tiene como causa, la corrupción pero no estamos hablando de la corrupción que no le corresponde al señor presidente sino la que si le corresponde sin lugar a dudas. La lista de sus actos de corrupción es larga y, seria ocioso tratar siquiera de enumerarla, siendo de conocimiento público.  No obstante, se queja amargamente.

La última corrupción de Peña Nieto hasta el momento pues no cabe duda que se retirará haciendo su último acto de corrupción para quedar impune. Precisamente haber manipulado el despido de Santiago Nieto le permite seguir pavimentando su camino de impunidad. Si hubiera justicia en México Peña Nieto debería ir a la cárcel tan luego dejara el cargo. Aun así, el señor presidente es demasiado pretencioso, demasiado lerdo y demasiado corrupto para poder sortear los frutos de su misa corrupción.

Peña Nieto sabe que no engaña a ninguna persona con tres dedos de frente respecto de su corrupción. No importa su actitud, sus discursos huecos, sus estadistas y toda su parafernalia. La vida no puede tratarse de esta forma tan desaseada y chata. La vida está por debajo de lo meramente material y eso lo sabe el pueblo que ve cómo el gobierno de Peña Nieto se va creando las condiciones para las desapariciones forzadas, las masacres, la creación de más pobres sin importar lo que digan sus estadísticas manipuladas y, en medio de todo esto, un ejército gubernamental con sus tres niveles rapiñando lo público.

Peña Nieto se engaña si cree que en una república puede vivir como un noble de la Edad Media, sin que se le critique y señale su corrupción. Esta palabra “Corrupción”, es el sello distintivo e indeleble del gobierno de Peña Nieto y con ello vivirá el resto de su vida.


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