jueves, 5 de octubre de 2017

EL P.R.I., SU RENUNCIA AL FINANCIAMIENTO PÚBLICO IN ARTICULO MORTIS.



El Partido Revolucionario Institucional, nació como instrumento de dominio sobre el pueblo mexicano, nunca ha tenido como fin la democracia sino la dictadura en todas sus modalidades pero siempre despiadada. La historia es conocida y está documentada, no es una simple especulación.

La renuncia que anuncio Enrique Ochoa Reza, presidente del PRI, es del tamaño de la ruindad de la que está hecho su partido. La aparente solidaridad, humanismo y racionalidad que trata de mostrar el partido en el gobierno, no es otra cosa que una engañifa para que los demás partidos caigan en el garlito, es decir, que caigan y en especial Morena en una red de pesca bien tejida sin la posibilidad de salir.

Es de imaginarse que, al quedarse sin financiamiento los partidos de oposición, el PRI más sus partidos satélites salgan con gananciales en las elecciones  del 2018 para volver a someter al pueblo a su decadente dictadura pero no por ello menos corrupta. Los priistas son los amos de las engañifas y todas las malas artes en la política. No han dejado entrever como lograrían hacerse de recursos para financiar sus campañas pero, no se puede soslayar que, cuando se cree que se les han acabado las artimañas a los priistas, siempre nos sorprenden con otra jugarreta de mafiosos. Los ejemplos son incontables.

Con todo, es incontrovertible que el fin de los priistas es dejar atados de pies y manos a los partidos de oposición y, en especial a Morena pues hasta para interponer recursos jurídicos hace falta dinero. ¿Se imaginan este escenario?. Los priistas estando en el poder presidencial no tendrían ningún obstáculo ni empacho en hacer uso directo del dinero público con todo el descaro posible pues con el enemigo paralizado no habría quien se les opusiera ni legal, ni política ni socialmente.  

El ejemplo más cercano, más fresco lo es, el Estado de México, en donde las autoridades electorales se hicieron de la vista gorda y a pesar de estar documentados los excesos e ilegalidades del PRI, no le impusieron ninguna pena en contra; por el contrario, los premiaron legalizando la corrupción y excesos.

El gobierno de Peña Nieto mandaría a los Secretarios, todo su gabinete y demás servidores públicos a su mando a derramar el dinero público para beneficiar a los candidatos del PRI, enviaría a todos los titulares de programas sociales para que regalaran todo tipo de ayudas, artículos y dinero en tarjetas para comprar las voluntades de los mexicanos más pobres que son, también por desgracia, los más ignorantes o si se quiere decir con eufemismo, los menos afortunados académicamente.


No nos dejemos engañar así como el PRI ganó con tres puntos porcentuales, producto de su corrupción electoral, está a esos tres puntos de morir como partido en el gobierno federal por mucho tiempo. Por ello, el PRI no debe imponer la agenda política ni los tiempos de la política. Esta treta no debe cuajar pues a mi parecer es una declaración in articulo mortis del régimen priista.

Los que conocemos al PRI, debemos dejar que ellos mismos se ahorquen con sus palabras y acciones siempre deshonestas, reír a mandíbula batiente y seguir trabajando por la democracia, por limpiar la política de corruptos y asegurar un nivel minio de libertad, base de la verdadera democracia. 


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