lunes, 10 de octubre de 2016

LIBERTAD


La libertad es difícil de percibir, de conocer y de vivir. A menudo se confunde la comodidad con la libertad. Un estado de comodidad puede adormilar la mente al punto de no percibir el peligro de dicho estado. Toda libertad no pude ser absoluta pero si máxima y esto se logra a través de la acción contra todo obstáculo o amenaza de acotamiento.  Los seres humanos nos podemos sentir cómodos dentro de la familia, de la sociedad, del sistema educativo, dentro de una determinada religión y no percibir la ausencia de libertad y aun así creer ser libres.

La libertad máxima es la mínima injerencia de todo órgano e institución del Estado, de la familia, de la religión y todo grupo, persona o sistema que trata de cercenarla. Muy pocos pueden percibir, conocer y vivir la libertad. Es muy significativo que los pueblos a pesar de estar tiranizados prefieren la comodidad y aun las incomodidades pero no la libertad.

Ahora bien, la esclavitud mas peligrosa por su falta de percepción inmediata es la mental ya que presupone la libertad como un estado que se alcanza sin ningún esfuerzo dentro del Estado nacional. Tal hecho no tiene menester de violencia extrema sino del engaño a través de las apariencias. Con ello se logra la pasividad y aun hasta la adhesión de buena parte del pueblo al gobierno.


Así como hay una libertad máxima hay una libertad mínima, misma que a menudo es usada por los políticos para mantener el poder. El sistema jurídico es esencial para ello. No importa mucho la legalidad ni la legitimidad siempre y cuando se logre mantener el poder político fuente de toda riqueza personal pues los políticos se han vuelto empresarios de lo público.


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