miércoles, 12 de octubre de 2016

DÍA DE LA RAZA



Los gobiernos son adictos a institucionalizar hechos para someter a los pueblos. La ideología oficial, de manera indiscriminada, crea actos oficiales, basados en hechos reales y los tuerce hasta hacerlos parecer como racionales cuando en realidad son irracionales. Pasa esto cuando a los mexicanos se nos hace aflorar sentimientos favorables para con los españoles en “La noches triste”, cuando el grueso del ejército de los pueblos prehispánicos fue derrotado, comandadas por unos pocos españoles. La verdad es esa. El imperio azteca cayó por la rebelión de los pueblos que tenían sometidos y en especial de los tlaxcaltecas. Pero se ha torcido y retorcido la historia hasta hacerla parecer como no fue ni es, hasta que es aceptada de manera acrítica.

Pasa lo mismo con el festejo del día, doce de octubre de 1492, en que Cristóbal Colón creyó encontrar las Indias y de allí derivó toda una ola de desatinos; de entrada se llamó indios a los nativos de este continente de manera desacertada. Los indios son de la India. Luego la ambición se desató sin par. A pesar de todo el sometimiento, de todo lo retorcido del comportamiento de los españoles se ha institucionalizado que ese día se festeje como el “Día de la raza”, como si los habitantes de este lugar del mundo se hubieran humanizado con el simple encuentro de los saqueadores extranjeros. Es absurdo, irracional.

Por lo demás hay una sola raza: la humana con todos los matices que se conocen por razón de latitud y altitud, clima, topografía y todas las variantes que existen en el mundo, incluyendo climas. No se debe festejar ese día por ser el inicio del sometimiento, del saqueo, de la deshumanización y destrucción de culturas en extremo ricas. Con el cristianismo se trajo la debilidad, se enfermó a los pueblos fuertes para dominarlos, para extraviarlos. Se desconoce la nobleza mexica, tecoxcana, michoacana y todas las de los demás pueblos, el virtuosismo era su sello.

El oficialismo ha tenido como misión que se aborrezca el pasado, es decir la fuerza y el amor por la vida y se ha aceptado que se debilite a los mexicanos para evitar que broten de sus raíces el poder creativo, las exuberantes culturas, el exceso de fuerza. Se ha hecho que se acepte la sumisión como si esto fuera digno de desearse, de quererse y alabarse.

Huitzilopochtli representaba la muerte, la destrucción de que era capaz el pueblo mexica.  Quetzalcóatl era el símbolo de la razón suprema, de las virtudes. Destrucción y creación iban de la mano, aunque no bien vista por los cristianos. Pero se han juzgado estos dos símbolos de los pueblos prehispánicos como diabólicos como si la Santa Inquisición no fuera superior en crueldad consciente y perversa. Olvidar, olvidar el pasado, las raíces es el objetivo del festejo del doce de octubre. Cada año es el mismo ritual y el mismo fin, imponer una cultura occidentalizada hasta la médula en detrimento del ser de los mexicanos. Una tal esclavitud así, no es sentida por presentarse como buena y necesaria sin que el pueblo decida si lo es o no. Quienes se liberen de sus atavíos ajenos verá sus raíces fuertes y sanas imbricarse profundamente en el tiempo/espacial.

No hay superioridad de razas porque no hay razas y los pueblos se diferencian por su capacidad de ser creadores o por su capacidad de dominación, de saqueo y destrucción. Para mi un europeo no es mas que otro ser humano con todos sus defectos y virtudes y así pasa con los demás seres humanos.

Festejar el inicio de la dominación es lamer las cadenas anticipadamente y mantenerse, románticamente, en tan lamentable estado. El día de la raza no es más que una dosis más de ideología nociva, de ceguera inducida y aceptada acríticamente. Si el pueblo mexicano quiere transitar hacia la libertad, la democracia y hacia otros estadios mejores tiene que abolir ideologías perniciosas para si mismo. En caso contrario su destino esta trazado…


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