En las Universidades es común que
se les diga a los estudiantes de Derecho que “Para ser tienen que parecer”. Esta
idea se les inculca a los estudiantes toda la carrera. Para cuando son abogados
litigantes, les importa más su apariencia que el Derecho mismo. Por ello existen
tan pocos buenos litigantes que abogados de apariencia. Esto no es de poca importancia porque,
entonces se prefiere la corrupción que la buena y sana practica del Derecho. Se privilegian las formas sobre el fondo, sabiendo que la impresión es mas efectiva que la verdad a la hora de prestar sus servicios profesionales.
En el litigio, la forma mas
eficaz de dar buena impresión es saber excelentemente la práctica del Derecho y
seguir rectamente su teleología (Ética), lo demás son apariencias que se deben
desterrar. La mayoría de abogados apuestan por parecer actores de telenovelas y
sofistas de quinta categoría para alcanzar un lucro personal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario