domingo, 2 de octubre de 2016

BAJO LA MIRA: ROGER WATERS



El sistema político mexicano inicio su formación en el año de 1929 con la creación del Partido Revolucionario Institucional, habrían de pasar más de 70 años para que se derrumbara ese sistema. Claro, aun caído no cederá un ápice de libertad a la ciudadanía, tratará de seguir funcionando a como de lugar y para ello le es menester el autoritarismo y las apariencias.

En 1979 aparece el álbum The Wall, creado en una atmósfera de critica contra del nazismo, de los efectos del adoctrinamiento, de la falta de libertad y las consecuencias psicológicas sobre los individuos. Los vientos de cambio soplaban ya sobre “La dictadura perfecta”. Un largo proceso se inició.

Tres de la tarde. Zócalo de la Ciudad de México. El sol cae a plomo sobre la multitud reunida para presenciar el concierto de Roger Waters. No importa el calor de la plancha los jóvenes y no tan jóvenes gastan su tiempo de diversas maneras. Unos están recostados sobre el suelo, otros toman cervezas, unos mas fuman mota y los demás refrescos y agua. Faltan cinco largas horas. La plancha del zócalo se va llenando gradualmente. La expectativa esta presente. Roger Waters había arremetido, el miércoles  contra Trump Peña Nieto.

Tres y media de la tarde. Roger Waters aparece sobre el escenario. La multitud se agitó y vitoreo a un artista, enfundado en pantalones entallados y playera. Se levanto el ánimo de la masa. Se rumoreaba que el concierto seria ligero. Waters se retiró. El olor a mariguana regresó. A pesar de las medidas de seguridad fue imposible decomisar drogas, alcohol, cerveza y pulque en cantidades no significativas. De los altavoces surgía música de diversos artistas de rock.

Cuatro y media de la tarde hicieron un chequeo del sonido, este se oyó potente. La multitud salió por un momento de su modorra. El cotilleo sobre el concierto recorría todos los lugares y rincones del lugar. Las calles aledañas se iban llenando sin parar.  En los edificios que rodean el zócalo había gente instalada para presenciar el concierto, lejos de la multitud.

El cielo al poniente caprichosamente tapó el sol y sus rayos formaron un espectáculo digno de verse y disfrutarse. Aproximadamente a las siete de la tarde la temperatura se aligeró. El sol se perdió del firmamento y la temperatura empezó a descender aun más.

A las ocho de la noche dio inicio el concierto. La multitud coreo la canción Speak to me. Se hizo evidente que, el pueblo conoce el arte musical del músico ingles y que, es de sus preferidos. Waters, evidentemente no tare a los demás miembros de Pink Floyd; sin embargo, trae consigo a un excelente baterista, un excelente cantante, un buen tecladista, dos coristas de primera línea y el, en el bajo, la guitarra y la voz.

El arte es excelente. El mejor concierto que he visto. De manera paralela se desarrollaba la crítica al poder político estadounidense y mexicano. Trump eres un pendejo se dejó ver en la pantalla. A lo cual la multitud respondió con fuerza y algarabía. Los brincos de tantas personas hacían cimbrase el suelo. La gente esperaba que Waters repitiera lo hecho en dos días antes en el autódromo Hermanos Rodríguez, no hubo decepción alguna. Las canciones estaban al punto para que la muchedumbre rugiera. Another brick in the wall, rompió la noche, a coro la gente cantaba la canción contra un régimen autoritario encarnado por el actual presidente. Allí donde dice “...maestros, dejen solos a los niños..”, bien se puede decir “…gobernantes, dejen a los ciudadanos solos…”,, ambas figuras representan poderes arbitrarios en este contexto. La canción  terminó y vino el primer reclamo a Peña Nieto. ¡Fuera Peña!.

Las canciones siguieron y llegó el turno para Madre.

Madre, ¿debería construir un muro?.
Madre, ¿debería postularme para presidente?.
Madre, ¿debería confiar en el gobierno?.

La respuesta del público era pareja a las letras. El gobierno ha construido muros entre este y los gobernados. La corrupción es evidente e imparable. ¿Cómo confiar en un gobierno sordo, ciego, manco pero insaciable de los bienes y servicios públicos como si fueran de su propiedad?.

Jóvenes de diversas partes del territorio llegaron para dar testimonio de la decadencia de un sistema político, económico y social. Los ricos allá en los lugares aparentemente privilegiados, alejados de la realidad. “Yo no tuve la desgracia de no ser hijo del pueblo, yo me encuentro entre la gente que no tiene falsedad…”, nos dice José Alfredo Jiménez, sabedor de las enormes diferencias sociales.  Los jóvenes tratando de entender como hacer el cambio que a los políticos les esta impedido. La parte mas progresista de la nación mexicana se encontró allí, en el corazón del Estado mexicano. Mientras el resto se mantenía ajeno a este acontecimiento simbólico. No importa, así es la realidad. No solo de pan vive el ser humano. Mujeres, muchas mujeres, especialmente jóvenes que ya no son presas del conservadurismo a ultranza. Hubo desmanes pero mínimos. El pueblo rockero mostró que tiene una consciencia profunda y sabe comportarse. No es casual que el régimen priista prohibiera los conciertos de rock en México, a diferencia de los que piensan que el rock es para personas incultas pienso que es el arte creador de conciencia, liberador de las viejas practicas ya inoperantes en todos los ámbitos de la vida nacional.

Esta historia se entreteje con la masacre del 68, con la del 71 y cada una de las restantes porque es el mismo régimen el que las ha causado sin importar si este se camufla de panista; en el fondo es el mismo viejo sistema autoritario que ha construido muros. El mensaje y la tarea es derribar muros sean estos los que sean.

Si Trump es un pendejo, Peña Nieto no le va a la zaga. Es el símbolo perfecto de la corrupción, de la inutilidad, del autoritarismo, de la sordera y el creador de muros por excelencia. Waters con un atrevimiento que asombra a propios y extraños le señalo estos puntos. Le dijo que dejara de construir muros para si y sus allegados. La multitud se mostraba receptiva y tomó a Waters como el principal activista de los derechos del pueblo mexicano. Este artista ingles es un líder en toda la extensión de la palabra y hace ver a los políticos mexicanos como unos ineptos vanidosos y vacíos. Es notorio que a los gobernantes solo les importa lo hueco, la vanidad, lo superfluo y que les falta la sensibilidad para conocer al pueblo mexicano y así poder dirigirlo. Allí están los políticos alejados del pueblo y allí esta el pueblo en espera de ser bien dirigido.

Peña Nieto dio muerte al Estado moderno mexicano e inicio el Estado híper moderno mexicano a tontas y locas. No tiene la mínima idea de cómo construir ese nuevo Estado. El reclamo de Waters de que el presidente oiga a su pueblo, queda sin respuesta. Ahora bien, es la sociedad la que debe iniciar la construcción de ese nuevo Estado. En caso contrario seguirá en la decadencia. En efecto, si el pueblo no inicia su organización propia y da respuesta a esta nueva realidad seguirá siendo rebaño.

Los problemas locales ya son de importancia general de los pueblos, del mundo. Lo que hizo Roger Waters el veintiocho de septiembre y el primero de octubre de dos mil dieciséis, es la muestra clara de ello. Hace apenas una década esto hubiera sido imposible. Hoy, no solo es posible sino necesario. Es nuestra responsabilidad darle seguimiento. Las políticas que ha implementado Peña Nieto han fracasado, dijo Waters. No dejemos que ese fracasado y ese fracaso nos arrastren hacia mas allá del fondo.  


Hoy, dos de octubre no se olvida y fue el gobierno el responsable de la matanza del 68, el uno de octubre no debe olvidarse porque deben buscarse los culpables y que paguen por tantas y tantas arbitrariedades. El pueblo esta dispuesto aun nuevo inicio, los políticos para seguir viviendo en el pasado. Esto bajo la mira internacional.


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