El
sistema político mexicano inicio su formación en el año de 1929 con la creación
del Partido Revolucionario Institucional, habrían de pasar más de 70 años para
que se derrumbara ese sistema. Claro, aun caído no cederá un ápice de libertad
a la ciudadanía, tratará de seguir funcionando a como de lugar y para ello le
es menester el autoritarismo y las apariencias.
En
1979 aparece el álbum The Wall, creado en una atmósfera de critica contra del
nazismo, de los efectos del adoctrinamiento, de la falta de libertad y las
consecuencias psicológicas sobre los individuos. Los vientos de cambio soplaban
ya sobre “La dictadura perfecta”. Un largo proceso se inició.
Tres
de la tarde. Zócalo de la Ciudad de México. El sol cae a plomo sobre la
multitud reunida para presenciar el concierto de Roger Waters. No importa el
calor de la plancha los jóvenes y no tan jóvenes gastan su tiempo de diversas
maneras. Unos están recostados sobre el suelo, otros toman cervezas, unos mas
fuman mota y los demás refrescos y agua. Faltan cinco largas horas. La plancha
del zócalo se va llenando gradualmente. La expectativa esta presente. Roger
Waters había arremetido, el miércoles contra Trump Peña Nieto.
Tres
y media de la tarde. Roger Waters aparece sobre el escenario. La multitud se agitó
y vitoreo a un artista, enfundado en pantalones entallados y playera. Se
levanto el ánimo de la masa. Se rumoreaba que el concierto seria ligero. Waters
se retiró. El olor a mariguana regresó. A pesar de las medidas de seguridad fue
imposible decomisar drogas, alcohol, cerveza y pulque en cantidades no
significativas. De los altavoces surgía música de diversos artistas de rock.
Cuatro
y media de la tarde hicieron un chequeo del sonido, este se oyó potente. La
multitud salió por un momento de su modorra. El cotilleo sobre el concierto recorría
todos los lugares y rincones del lugar. Las calles aledañas se iban llenando
sin parar. En los edificios que rodean
el zócalo había gente instalada para presenciar el concierto, lejos de la multitud.
El
cielo al poniente caprichosamente tapó el sol y sus rayos formaron un espectáculo
digno de verse y disfrutarse. Aproximadamente a las siete de la tarde la temperatura
se aligeró. El sol se perdió del firmamento y la temperatura empezó a descender
aun más.
A
las ocho de la noche dio inicio el concierto. La multitud coreo la canción Speak
to me. Se hizo evidente que, el pueblo conoce el arte musical del músico ingles
y que, es de sus preferidos. Waters, evidentemente no tare a los demás miembros
de Pink Floyd; sin embargo, trae consigo a un excelente baterista, un excelente
cantante, un buen tecladista, dos coristas de primera línea y el, en el bajo,
la guitarra y la voz.
El
arte es excelente. El mejor concierto que he visto. De manera paralela se
desarrollaba la crítica al poder político estadounidense y mexicano. Trump eres
un pendejo se dejó ver en la pantalla. A lo cual la multitud respondió con
fuerza y algarabía. Los brincos de tantas personas hacían cimbrase el suelo. La
gente esperaba que Waters repitiera lo hecho en dos días antes en el autódromo Hermanos
Rodríguez, no hubo decepción alguna. Las canciones estaban al punto para que la
muchedumbre rugiera. Another brick in the wall, rompió la noche, a coro la
gente cantaba la canción contra un régimen autoritario encarnado por el actual
presidente. Allí donde dice “...maestros, dejen solos a los niños..”, bien se
puede decir “…gobernantes, dejen a los ciudadanos solos…”,, ambas figuras
representan poderes arbitrarios en este contexto. La canción terminó y vino el primer reclamo a Peña Nieto.
¡Fuera Peña!.
Las
canciones siguieron y llegó el turno para Madre.
Madre,
¿debería construir un muro?.
Madre,
¿debería postularme para presidente?.
Madre,
¿debería confiar en el gobierno?.
La
respuesta del público era pareja a las letras. El gobierno ha construido muros
entre este y los gobernados. La corrupción es evidente e imparable. ¿Cómo confiar
en un gobierno sordo, ciego, manco pero insaciable de los bienes y servicios públicos
como si fueran de su propiedad?.
Jóvenes
de diversas partes del territorio llegaron para dar testimonio de la decadencia
de un sistema político, económico y social. Los ricos allá en los lugares
aparentemente privilegiados, alejados de la realidad. “Yo no tuve la desgracia
de no ser hijo del pueblo, yo me encuentro entre la gente que no tiene falsedad…”,
nos dice José Alfredo Jiménez, sabedor de las enormes diferencias sociales. Los jóvenes tratando de entender como hacer el
cambio que a los políticos les esta impedido. La parte mas progresista de la nación
mexicana se encontró allí, en el corazón del Estado mexicano. Mientras el resto
se mantenía ajeno a este acontecimiento simbólico. No importa, así es la
realidad. No solo de pan vive el ser humano. Mujeres, muchas mujeres,
especialmente jóvenes que ya no son presas del conservadurismo a ultranza. Hubo
desmanes pero mínimos. El pueblo rockero mostró que tiene una consciencia
profunda y sabe comportarse. No es casual que el régimen priista prohibiera los
conciertos de rock en México, a diferencia de los que piensan que el rock es
para personas incultas pienso que es el arte creador de conciencia, liberador
de las viejas practicas ya inoperantes en todos los ámbitos de la vida
nacional.
Esta
historia se entreteje con la masacre del 68, con la del 71 y cada una de las
restantes porque es el mismo régimen el que las ha causado sin importar si este
se camufla de panista; en el fondo es el mismo viejo sistema autoritario que ha
construido muros. El mensaje y la tarea es derribar muros sean estos los que
sean.
Si
Trump es un pendejo, Peña Nieto no le va a la zaga. Es el símbolo perfecto de la
corrupción, de la inutilidad, del autoritarismo, de la sordera y el creador de
muros por excelencia. Waters con un atrevimiento que asombra a propios y
extraños le señalo estos puntos. Le dijo que dejara de construir muros para si
y sus allegados. La multitud se mostraba receptiva y tomó a Waters como el
principal activista de los derechos del pueblo mexicano. Este artista ingles es
un líder en toda la extensión de la palabra y hace ver a los políticos mexicanos
como unos ineptos vanidosos y vacíos. Es notorio que a los gobernantes solo les
importa lo hueco, la vanidad, lo superfluo y que les falta la sensibilidad para
conocer al pueblo mexicano y así poder dirigirlo. Allí están los políticos alejados
del pueblo y allí esta el pueblo en espera de ser bien dirigido.
Peña
Nieto dio muerte al Estado moderno mexicano e inicio el Estado híper moderno
mexicano a tontas y locas. No tiene la mínima idea de cómo construir ese nuevo
Estado. El reclamo de Waters de que el presidente oiga a su pueblo, queda sin
respuesta. Ahora bien, es la sociedad la que debe iniciar la construcción de
ese nuevo Estado. En caso contrario seguirá en la decadencia. En efecto, si el
pueblo no inicia su organización propia y da respuesta a esta nueva realidad seguirá
siendo rebaño.
Los
problemas locales ya son de importancia general de los pueblos, del mundo. Lo
que hizo Roger Waters el veintiocho de septiembre y el primero de octubre de
dos mil dieciséis, es la muestra clara de ello. Hace apenas una década esto
hubiera sido imposible. Hoy, no solo es posible sino necesario. Es nuestra
responsabilidad darle seguimiento. Las políticas que ha implementado Peña Nieto
han fracasado, dijo Waters. No dejemos que ese fracasado y ese fracaso nos arrastren
hacia mas allá del fondo.
Hoy,
dos de octubre no se olvida y fue el gobierno el responsable de la matanza del
68, el uno de octubre no debe olvidarse porque deben buscarse los culpables y
que paguen por tantas y tantas arbitrariedades. El pueblo esta dispuesto aun
nuevo inicio, los políticos para seguir viviendo en el pasado. Esto bajo la
mira internacional.