martes, 20 de enero de 2015

SANTO REMEDIO (EXCELENTES PRIVATIZADORES NULOS EN LA JUSTICIA RECTA)


Es evidente que los principales actores de la vida nacional se relajaron y muchos se corrompieron y luego corrompieron los órganos de gobierno, instituciones, organismos desconcentrados, descentralizados y demás dependencia. Las cúpulas magisteriales hacen más política que la práctica de la educación bien encausada; los gobernantes se arrogaron para sí, el poder soberano del pueblo, los políticos se convirtieron en una casta divina, los líderes cristianos como es costumbre inveterada se aliaron con el poder político, los ricos chuparon ríos de dinero hasta la saciedad y no quedaron satisfechos. Todos a una concertaron el jugoso negocio de la privatización iban en busca del Edén en tierras mexicanas y sobre el lomo del pueblo mexicano. La desaparición de los cuarenta y tres estudiantes (Cosa inconcebible), dio al traste con sus negros propósitos.    

La privatización de lo público, en México, no les ha resultado en pingues negocios como lo habían planeado y ya en plena paranoia han salido políticos, gobernantes, sacerdotes, ricos, empresarios y toda clase de locos a manifestar que México no se puede detener por los desaparecidos y que la modernización (ojala supieran lo que dicen, la Modernidad termino allá por 1900) no se debe detener.

El gobierno de Enrique Peña Nieto es adicto a mostrase como competente y gusta mucho de pavonearse en todo escenario como tal. Los demás interesados en la privatización apoyan a este gobierno con uñas y dientes. Todo eso es conmovedor. Y, a todo esto, ellos tienen la respuesta: ¡Encuéntrenlos!, no se duda de su poder y capacidad con todas las atribuciones constitucionales, meta-constitucionales económicas, éticas y morales de que están desbordantes. Sin embargo, el pueblo no puede aceptar que puedan privatizar y hacer negocios propios poniendo la vida muy por debajo de lo meramente material y que ni siquiera sean capaces de encontrar a los desparecidos por el propio gobierno.

En caso de no localizarlos y dar las explicaciones científicas, lógicas y apegadas a la realidad este gobierno y sus activos apoyadores estarán mostrando a los mexicanos su incapacidad para gobernar y por ende, su clara falta de legalidad, de interés por el bien común, su insensibilidad y la más vil adicción por lo material y por ende, la imperiosa necesidad de una reforma profunda del Estado mexicano en donde exista justicia, democracia, legalidad, igualdad, libertad y todo aquello inherente a la vida sana en sociedad.

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