miércoles, 21 de enero de 2015

EL JEFE HATUEY Y SU SABIDURÍA


Los naturales de lo que hoy llamamos América vieron siempre con desconfianza a los españoles y no aceptaban la religión católica con sus locuras y crueldades. Así, Diego Velázquez condenó al jefe Hatuey a ser quemado por oponer resistencia a los españoles.

“Atado ya al fatal poste, e instado a abrazar el cristianismo para que su alma fuese admitida en el cielo, preguntó si los blancos irían allí; y habiéndosele contestado afirmativamente, exclamó; “Entonces no quiero ser cristiano, por no ir otra vez a un lugar donde encuentre hombres tan crueles”[1].

Los españoles, llevados de su artificial moral torcida creían salvar almas mientras mataban de las más horribles formas sin detenerse a pensar en lo errada que estaba su fe, tan perversa o más que la de los naturales y no salen bien librados de su eterna tontera.




[1] Prescott, H. William. Historia de la Conquista de México.
México, ed. Porrúa, 2000, “Sepan cuantos”. Pág. 107 

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