Es inadmisible
que se diga que Roberto Gómez Bolaños, fue un dramaturgo, un genio y todos los epítetos
que se le endilgan casi llegan a ponerlo como candidato a un Nobel. Sus personajes
son mediocres y solo pudieron florecer incubados y promovidos por Televisa y
bajo un sistema político totalitario que abarcaba el mundo artístico y que bien
pagaba a quienes le servían. Este tipo de personajes deben desaparecer como
base de una identidad nacional, como modelo de arte, éxito y entretenimiento
sano para los niños por ser decadentes, bobos al extremo y denigrantes para la
Humanidad entera.
Si aceptamos que
Gómez Bolaños es un dramaturgo y un genio estaremos aceptando la mediocridad y
estaremos consintiendo una clase artística mediocre afín al sistema que denigra
lo humano. Después, se tendrá que soportar la locura de que personajes como
Adal Ramones, El Vitor, la Nacaranda, Eugenio Derbez, Jorgae Ortiz de Pinedo y
todos los artistas mediocres sean considerados para el premio de las letras Cervantes
a lo menos y sigan dictando el gusto artístico y de entretenimiento de los mexicanos
y sean dignos de exportación.
Este sistema político
dictado por Televisa quiere que nos sintamos compenetrados por el mal arte de
sus empleados y que nos sintamos orgullosos de
ellos. ¿Por qué debemos sentirnos orgullosos de la mediocridad artística
mexicana y en especial de Televisa?. Eso es inadmisible.
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