La
crisis mexicana actual no es, otra cosa que el ahondamiento de la crisis permanente
que desde el inicio de los años ochentas se generó por el inicio de la implantación
del Neoliberalismo (Reformas económicas), de manera gradual sin la correspondiente
democracia y medios de control sobre las grandes trasnacionales. Los gobiernos
hicieron pactos con los empresarios mexicanos para iniciar la privatización de
lo público. La historia de los grandes beneficiados es sabida. Slim, Salinas
Pliego y Emilio Azcarraga por nombrar solo algunos. Durante todo este tiempo
nunca se hizo una reforma radical y profunda sobre el sistema político. Se creyó
ingenuamente que con hacer concesiones constitucionales a los priistas que se
salieron del Partido Revolucionario Institucional y a la oposición bastaría para
que, el gobierno siguiera funcionando sin un cambio real. Resultó que, el
sistema político en lugar de sanear sus estructuras contaminó a los demás partidos
que se crearon o que ya estaban como en el caso del Partido Acción Nacional. Todos
los partidos políticos que no estaban en el poder y llegaron, rápidamente adoptaron
el sistema político vigente y aunque seguían pregonando la democracia, de facto
estaban fortaleciendo el sistema que decían combatir y la corrupción se ahondo.
Los políticos de oposición llegaron ávidos de poner en práctica la máximas priistas
“Un pobre político, es un pobre político” y “Vivir fuera del presupuesto, es,
vivir en el error”, entre otras muchas creadas a lo largo de más de setenta
años.
Ahora
bien, las reformas estructurales (un eufemismo para nombrar a la privatización),
impuestas por este sistema político corrupto (encabezado por el PRI, PANM y
PRD), siguió con la misma idea de solo privatizar sin combatir la corrupción,
su propia corrupción con el fin de hacer negocios propios. Se anuncia, por
parte del gobierno que habrá una Fiscalía anti corrupción. Es una trampa más. Los
políticos mexicanos, por diversas razones (Ignorancia, falta de educación de
todo tipo, corrupción, perversiones, intereses económicos y ansias d poder
vitalicio), han sido sordos y omisos para con las ciencias para apoyarse en
ellas para un mejor gobierno, un mejor uso del poder político. La política mexicana
ha mostrado su incapacidad de consciencia mínima. Es un monstruo limitado de
razones que con poco se encabrita y responde a todo reclamo con la única Ley,
su ley, la Ley del Garrote. Los políticos mexicanos están impedidos para dar
cuenta de su naturaleza corrupta y perversa. La solución (Ya se verá cómo y en qué medida), debe provenir de fuera
de la política. En general, las soluciones deben venir del pueblo y en
particular de aquellos sectores con conciencia y que sean afines a dar luz y
soluciones a la problemática política. Allí están politólogos, analistas,
profesionales de la filosofía del Derecho, sociólogos y los filósofos de la política
y que deben ser aquellos especializados en el tema de manera formal y aquellos que
sin tener estudios de dicho genero se han dedicado al estudio radical y
profundo de esta temática. La Política no puede dar cuenta de sus naturaleza ni
de los fines de la misma para ello está la Filosofía Política y las demás ciencias
afines. Ciega y torpe como está la Política debe forzosamente tomar prestados
ojos, pies, manos, corazón y con-ciencia del cuerpo social y de las disciplinas
afines para poder transitar hacia la luz y la sanidad de ella misma.
El
Estado moderno mexicano ha fenecido de muerte violenta y forzada sin haber
podido florecer y madurar en la democracia. Uno de los legados más
significativos del Liberalismo Económico (Capitalismo), fue liberar a los
siervos de la tutela del Feudalismo. El Capitalismo necesito del Estado moderno
para sus fines, aunque se hayan dicho que eran los fines de la mayoría, y puso
bajo la tutela a los ciudadanos. El Estado llegó a ser el gran proveedor en
casi todas las ramas de la vida. Parejo al sistema económico se desarrolló el
pensamiento filosófico de libertad, de racionalidad y democracia. Fracasó el
intento del Iluminismo en su intento de volver dinámicos, autónomos a los seres
humanos y las naciones se adormilaron y cuando despertaron al son de la trompetería
del Neoliberalismo no había Filosofía que los iluminara. La economía lo es todo
en sus pretensiones. Antaño la Economía estaba bajo la rectoría de la Política
y hoy, es, al revés. Televisa escoge a sus candidatos al gobierno, les consigue
novia y hace felices matrimonios en el seno de la televisión con toda su
parafernalia. El Estado es Televisa. He aquí, una trasnacional reemplazando a
Luis XVI.
El
Neoliberalismo como sistema económico ha dado el paso decisivo y lógico en su
desarrollo y ha visto que para el híper consumo (en ello le va su vigencia),
debe liberar a los ciudadanos del Estado moderno y lanzarlos a la soledad, a la
híper individualidad en medio de las masas para limitar su resistencia y
capacidad volitiva y de consciencia. Ha muerto el Estado moderno, viva el Estado
en la Híper modernidad como ha llamado esta época Gilles Lipovetsky.
Los
integrantes de este Nuevo Estado mexicano son:
1.-
El pueblo,
2.-
El gobierno,
3.-
El territorio y
4.-
Las trasnacionales como los reguladores de los tres anteriores, hasta ahora.
Antaño
se hablaba de los grandes ricos y estos, eran personas individuales, tal o
cual, en la actualidad son las sociedades anónimas, las grandes trasnacionales,
sin que esto impida la localización de las personas tras las mismas.
Estos
cuatro elementos son simples en su señalamiento pero complejos en sus
estructuras internas y en sus funcionamientos. La nación mexicana debe lidiar
contra el gobierno saneando la política y contra las trasnacionales para
ponerles coto a sus abusos de ganancias ilimitadas a costa de la explotación de
todo el territorio nacional y lo que en el existe, sobre y bajo del mismo. La
tarea no es fácil. Sin embargo, las crisis son el momento adecuado para la reflexión,
para encontrar las posibles soluciones y ponerlas en práctica. Es paradójico que
en lo más álgido de las tormentas el pensamiento despliegue toda su capacidad
para afrontar los peligros. Véase la historia mexicana y se verá como seres
humanos ordinarios se volvieron extraordinarios y hallaron la salida del
laberinto en que se encontraban.
A
un Nuevo tipo de Estado le es, menester un Nuevo Constitucionalismo. El viejo
Constitucionalismo reproductor de teorías chatas le esta negada la construcción
de los nuevos conceptos, la visión de la estructura de este Nuevo Estado y los
fines que se deben poner y alcanzar en la medida de lo posible,
No hay comentarios.:
Publicar un comentario