Habría
que estudiar ¿dónde se torció la política?, sus causas internas y externas para
darnos cuenta ¿qué hemos hecho bien y que mal en política?. Tres Estados prehispánicos
(tenían territorio, población y gobierno), que estaban configurados
excelentemente y eran los suficientemente poderosos (al punto de ser los
tlaxcaltecas los que derrotaron a los mexicas), lo fueron los michoacanos, los
tlaxcaltecas y los mexicanos. Si bien eran Estados teocráticos y no conocían la
democracia si tenían un orden muy superior en lo político. Sus gobernantes eran
virtuosos y ni se diga los gobernados. No se podía andar tonteando porque era
muy peligroso vivir con dudas y flaquezas.
Las
leyes eran muy rígidas y la pena de muerte era la que se aplicaba con mayor
frecuencia pero también eran sociedades altamente disciplinadas. En las cinco
principales áreas de la vida: la economía, lo social, el arte, la filosofía y
la axiología tenían un orden sin para a un nivel superior incluso que los
europeos. No se permitía que en la política entraran personas improvisadas.
Basta con ver como se elegían los gobernantes por sus méritos guerreros, filosóficos
y en las demás ciencias y artes para darse plena cuenta de la disciplina necesaria
para destacar. Claro, esto no quiere decir que todo fuera perfecto pero al ver
hoy, día la laxitud con que se hacen los hechos, actos y como se gobierna no se
puede más que estar en desacuerdo en el desorden.
No
se permitía la improvisación en ningún campo de lo público ni en lo privado. Esto
nos los narran los españoles y otros historiadores pero tal parece que delo que
se trata es de seguir simulando hasta lo indecible. Si bien no se puede volver
al modelo de Estado prehispánico si se puede aprender la forma disciplinada
tanto en lo público como en lo privado en el marco de la democracia. Se trata
pues de formar una sociedad disciplinada que no esté sujeta al mal gobierno y
para ello de ella misma deben emanar políticos capacitados para el gobierno y
dejar el actual modelo; todo esto siempre bajo la vigilancia del pueblo.
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