sábado, 13 de octubre de 2018

CRISIS GENERAL DEL PODER, SUS TIEMPOS Y SUS FRUTOS




Sin la libertad la especie humana se marchita; se vuelve una sombra de sí misma; queda en segundo plano para ser solo el marco donde los líderes o gobernantes hagan su voluntad. La democracia es la fórmula política que encontraron los atenienses para limitar el poder de los gobernantes. Sin embargo, parece que esto funciona del todo bien. A pesar de haber pasado, más o menos, dos mil quinientos años la democracia sigue siendo escamoteada por los gobernantes en detrimento del pueblo. Y, en México no es la excepción. Con cada nueva Transformación se anhela llegara a la tierra prometida de la república democrática pero estamos como “Alicia en el País de las Maravillas”, que, aunque corre con todo el ánimo no avanza un centímetro.

¿Es posible que se lleve a cabo la Cuarta Transformación en su totalidad?, es decir, ¿se puede implantar la república democrática, en donde, efectivamente el pueblo sea el soberano que mande y los gobernantes y políticos manden obedeciendo?. Es posible pero hay que ver la cruda realidad sin idealismos infantiles.

¿Cuándo inició la Tercera Transformación?, en 1910 contra la dictadura de Porfirio Díaz y duró más o menos seis meses y después siguió una lucha interna por el poder político. Producto de este movimiento revolucionario fue creada la Constitución Política de los Estados unidos Mexicanos de 1917 con tintes sociales. Con esta Carta Magna se recobraba la propiedad de la industria petrolera entre otros rubros.

Pero no basta con recuperar los bienes nacionales en las leyes; es menester que se lleve a cabo en la realidad. El artículo 27 constitucional ponía como propiedad de la nación o mejor dicho del Estado, los recursos petroleros; con todo, el petróleo seguía en manos extranjeras. El deseo de recuperar el petróleo estaba en la consciencia colectiva desde por lo menos inicios del siglo XX. Tuvieron que pasar 28 años de iniciada la revolución y 21 de la promulgación de la constitución del 17, para que en 1938 el general Lázaro Cárdenas del Río con el apoyo del pueblo, lograra la expropiación de esta industria.

 Como se ve los frutos de esta Tercera Transformación no fueron inmediatos, muchos de los que habían luchado por lograr el cambio ya habían muerto o estaban en la senectud sin que esto signifique que fueron beneficiarios de la expropiación petrolera. La vieron y vivieron pero no la gozaron. Esto tampoco significa que haya sido malo sino que así son los hechos reales, libres de idealismos, retórica o ideología.

La salud pública tuvo su inicio institucional en el año de 1943 con la creación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que inicio de manera modesta para irse expandiendo a muchos más trabajadores. Pasaron 33 años de iniciada la Tercera Transformación lograra Manuel Ávila Camacho este derecho para los obreros y 33 años después de entrar en vigencia la Constitución de 1917.

Otra de las industrias básicas para el desarrollo lo es la industria eléctrica. Bien, la expropiación la realizó el gobierno de Adolfo López Mateos expropiara la “Mexican Light and Power Company”, para convertirla en 1960 en “Compañía de Luz y Fuerza del Centro”. Pasaron 50 años desde el inicio de la Tercera Transformación y 43 desde la promulgación de la constitución del 17.

La construcción de instituciones que beneficiaran a los obreros, campesinos, y al pueblo en general es gradual y por lo general lenta, tanto como lo permiten todos los factores humanos, de riqueza, de tecnología, de poder político externo e interno, económicos entre otros. No se pueden esperar milagros. No hay una varita mágica que logre esto.

La creación del Instituto Nacional de la vivienda para los trabajadores (Infonavit), fue creado en 1972; 62 años de iniciada la Tercera Transformación y 55 de promulgada y puesta en vigencia la Norma Fundamental y lo hace Luis Echeverría Álvarez.

Para ponernos en contexto. El régimen Presidencial priista ya iniciaba su desmoronamiento que igual tuvieron que pasar tantos años hasta llegar 2018 para que se inicie su desmantelamiento; es decir, 50 años.

Esta llamada Cuarta Transformación recién se inicia y todavía no logra destruir el régimen priista en lo medular pues sigue funcionando a pesar de sus limitaciones y fracasos y esperemos que con la toma el uno de diciembre de dos mil dieciocho, se inicie su desmantelamiento y el inicio de la democracia.

El trabajo es inmenso. Las reformas contrarrevolucionarias de Enrique Peña Nieto han puesto fuera de lo público la riqueza de la nación mexicana y se quiera o no, se tendrá que luchar contra el régimen económico global para salir airosos. Si la idea de los revolucionarios de 1910 era ser soberanos en lo económico, el actual gobierno nos ha puestos en estado de dependencia económica de los gobiernos extranjeros y de las trasnacionales nacionales e internacionales.

La destrucción del viejo régimen es necesaria así como la construcción de un nuevo régimen político y la batalla contra el régimen económico global y esto requiere de trabajo sesudo constante y con el esfuerzo conjunto del gobierno y del pueblo; si es que esto es posible.

Ahora bien, ¿significa esto que debemos desalentarnos, que esta lucha es inútil?, de manera alguna; por el contrario, significa que debemos poner todas nuestras fuerzas mentales y físicas para cimentar de una vez por todas las bases de una república democrática; es decir, que realmente lo público sea de todos y que, los ciudadanos puedan efectivamente ejercer en lo individual sus derechos y en lo colectivo imponer el rumbo que debe seguir el Estado mexicano hasta donde esto sea posible.

Al paso del tiempo las futuras generaciones ponderarán, valorarán y dictarán su juicio sobre nosotros de diversas maneras pero eso no nos debe importar sino el trabajo actual con el compromiso concienzudo de tener frente a nosotros trabajo incesante, enemigos de todo tipo y todo en contra. A pesar de todo esto hay un horizonte que se abre ante nosotros y allá vamos con el ánimo de quienes saben que no tendrán lo material sino el sacrificio. El paso es lento por eso debemos apurarlo.

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