viernes, 12 de octubre de 2018

DOCE DE OCTUBRE




Hubiera sido muy bueno que pasara por lo menos un siglo para que se encontraran los habitantes de Europa y América. El desarrollo que hubieran alcanzado en el comercio, la filosofía, la axiología, lo social y lo artístico el pueblo mexicano hubiera sido interesante. Sin embargo, se destruyó mucho de lo existente por ignorancia o prejuicios de los españoles. De esto ya no hay remedio. En fin, la realidad es otra y con ella hay que lidiar.

Ahora bien, no tiene caso alguno en seguir lamentándose porque con ayes de dolor no se logra cambiar en lo mínimo lo ya hecho; es pasado, historia. Ahora bien, el imperio mexica estaba en franco desarrollo y maduración pero no lo logró en todo su esplendor por la llegada de los españoles. Los factores que tuvieron efecto para la derrota fueron múltiples. El mito del regreso de Quetzalcóatl, la entrega del poder político de Moctezuma a favor de Hernán Cortés, la aparición del cometa, la unidad artificial del imperio mexica, la opresión sobre los pueblos sometidos, la alianza de los tlaxcaltecas, huejotzincas, cholultecas y demás aliados con los españoles, la epidemia de viruela que azotó a los naturales de lo que hoy, es México.

La historia de la humanidad ha sido una lucha constante por dominar unos pueblos sobre otros. Los españoles no han estado exentos de ser dominados. Los romanos llegaron a Hispania en el 218 A. C. y fueron sustituidos por los visigodos a principios del siglo V D. C., es decir, alrededor de 7 siglos dominaron los romanos a buena parte de los españoles. España sería dominada por diversos pueblos y los visigodos dominaron hasta el 711 de nuestra era.  

Los musulmanes (árabes, sirios, bereberes entre otros), dominaron desde 711 hasta 1492 cuando los españoles se sacuden la dominación musulmana. Pero este tipo de dominaciones no fueron puramente negativas pues enriquecieron económica, social y culturalmente a los españoles que traerían esto a América. No gusta a ninguno la dominación pero es inevitable en un mundo tan complejo.

Los pueblos prehispánicos fueron dominados por los mexicanos y el descontento era general pues aparte de los impuestos, les imponían dioses y un trato duro hasta llegar a la guerra para la captura de prisioneros para los sacrificios humanos. Bien se puede decir, que los mexicanos no eran bien vistos más bien odiados por su crueldad en aras de su imperialismo. Hoy, vemos con otros criterios la historia prehispánica y mexicana  pero debemos valorar desde su contexto y no desde el nuestro.

La unidad del imperio mexicano era artificial y no pudo madurar al punto de resistir la alianza de los tlaxcaltecas y demás pueblos que se fueron sumando a los españoles. El pase de lista del ejército antes de la conquista de Tenochtitlan fue de menos de 1,000 españoles y de 75,000 tlaxcaltecas, cholultecas, huejotzincas y demás aliados. Un día antes de la caída de Tenochtitlan menos de 1,000 españoles y alrededor de 150,000 de aliados.

El sentimiento de nosotros los mexicanos es de dolor y, rechazo y, esto es comprensible pero no vamos a ganar corregir el pasado, se trata pues de asimilar con entereza estos hechos históricos, buscar ampliar y profundizar la unidad ya no artificial sino natural de la nación mexicana y fortalecer al Estado mexicano. El pasado debe servir como referencia y la historia como maestra de lo que no se debe hacer ante los demás pueblos; siempre con la hermandad pero con la fuerza suficiente para mantener la unidad e identidad.

Es muy compleja la nación mexicana y muchos sus problemas pero dolerse del pasado es evitar la comprensión de la realidad de los pueblos que conforman la especie humana y a partir de esto pensar el futuro. La vida no es fácil pero es más difícil viviendo en el pasado. Muchos de nuestros problemas son causados por nosotros mismos tanto en el pasado como hoy mucho me temo que mañana.

¿Qué hubiera pasado si los tlaxcaltecas hubieran sido parte del imperio o amigos del imperio mexicano?. La historia sería otra. Seguramente no hubiera caído el imperio de la manera en que cayó y quizá se hubiera logrado que en lugar de vasallos los pueblos prehispánicos hubieran sido pueblos con intercambio comercial, cultural, social, artístico pero no fue así por las propias circunstancias internas.

Ahora bien, de lo que se trata ahora es de trabajar intelectual y materialmente para lograr convivir con los demás pueblos con la base de que se vive en Estados nacionales y que, esto vuelve más difícil esto. En efecto, la desunión ha sido un factor de nuestra dominación y lo seguirá siendo. Los rubros más importantes: axiología, el arte, la economía, lo social y filosofía deberían ser nuestra prioridad y no la añoranza de lo que no se va a cambiar.  Doce de octubre como cualquier otro día debe ser el día de mostrar la fuerza y creatividad del pueblo mexicano.

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