Hubiera
sido muy bueno que pasara por lo menos un siglo para que se encontraran los
habitantes de Europa y América. El desarrollo que hubieran alcanzado en el
comercio, la filosofía, la axiología, lo social y lo artístico el pueblo
mexicano hubiera sido interesante. Sin embargo, se destruyó mucho de lo
existente por ignorancia o prejuicios de los españoles. De esto ya no hay
remedio. En fin, la realidad es otra y con ella hay que lidiar.
Ahora
bien, no tiene caso alguno en seguir lamentándose porque con ayes de dolor no
se logra cambiar en lo mínimo lo ya hecho; es pasado, historia. Ahora bien, el
imperio mexica estaba en franco desarrollo y maduración pero no lo logró en
todo su esplendor por la llegada de los españoles. Los factores que tuvieron
efecto para la derrota fueron múltiples. El mito del regreso de Quetzalcóatl, la
entrega del poder político de Moctezuma a favor de Hernán Cortés, la aparición del
cometa, la unidad artificial del imperio mexica, la opresión sobre los pueblos
sometidos, la alianza de los tlaxcaltecas, huejotzincas, cholultecas y demás aliados
con los españoles, la epidemia de viruela que azotó a los naturales de lo que
hoy, es México.
La
historia de la humanidad ha sido una lucha constante por dominar unos pueblos
sobre otros. Los españoles no han estado exentos de ser dominados. Los romanos
llegaron a Hispania en el 218 A. C. y fueron sustituidos por los visigodos a
principios del siglo V D. C., es decir, alrededor de 7 siglos dominaron los
romanos a buena parte de los españoles. España sería dominada por diversos pueblos
y los visigodos dominaron hasta el 711 de nuestra era.
Los
musulmanes (árabes, sirios, bereberes entre otros), dominaron desde 711 hasta
1492 cuando los españoles se sacuden la dominación musulmana. Pero este tipo de
dominaciones no fueron puramente negativas pues enriquecieron económica, social
y culturalmente a los españoles que traerían esto a América. No gusta a ninguno
la dominación pero es inevitable en un mundo tan complejo.
Los
pueblos prehispánicos fueron dominados por los mexicanos y el descontento era
general pues aparte de los impuestos, les imponían dioses y un trato duro hasta
llegar a la guerra para la captura de prisioneros para los sacrificios humanos.
Bien se puede decir, que los mexicanos no eran bien vistos más bien odiados por
su crueldad en aras de su imperialismo. Hoy, vemos con otros criterios la
historia prehispánica y mexicana pero
debemos valorar desde su contexto y no desde el nuestro.
La
unidad del imperio mexicano era artificial y no pudo madurar al punto de
resistir la alianza de los tlaxcaltecas y demás pueblos que se fueron sumando a
los españoles. El pase de lista del ejército antes de la conquista de Tenochtitlan
fue de menos de 1,000 españoles y de 75,000 tlaxcaltecas, cholultecas,
huejotzincas y demás aliados. Un día antes de la caída de Tenochtitlan menos de
1,000 españoles y alrededor de 150,000 de aliados.
El
sentimiento de nosotros los mexicanos es de dolor y, rechazo y, esto es
comprensible pero no vamos a ganar corregir el pasado, se trata pues de
asimilar con entereza estos hechos históricos, buscar ampliar y profundizar la
unidad ya no artificial sino natural de la nación mexicana y fortalecer al
Estado mexicano. El pasado debe servir como referencia y la historia como
maestra de lo que no se debe hacer ante los demás pueblos; siempre con la
hermandad pero con la fuerza suficiente para mantener la unidad e identidad.
Es
muy compleja la nación mexicana y muchos sus problemas pero dolerse del pasado
es evitar la comprensión de la realidad de los pueblos que conforman la especie
humana y a partir de esto pensar el futuro. La vida no es fácil pero es más difícil
viviendo en el pasado. Muchos de nuestros problemas son causados por nosotros mismos
tanto en el pasado como hoy mucho me temo que mañana.
¿Qué
hubiera pasado si los tlaxcaltecas hubieran sido parte del imperio o amigos del
imperio mexicano?. La historia sería otra. Seguramente no hubiera caído el
imperio de la manera en que cayó y quizá se hubiera logrado que en lugar de
vasallos los pueblos prehispánicos hubieran sido pueblos con intercambio
comercial, cultural, social, artístico pero no fue así por las propias
circunstancias internas.
Ahora
bien, de lo que se trata ahora es de trabajar intelectual y materialmente para
lograr convivir con los demás pueblos con la base de que se vive en Estados
nacionales y que, esto vuelve más difícil esto. En efecto, la desunión ha sido
un factor de nuestra dominación y lo seguirá siendo. Los rubros más importantes:
axiología, el arte, la economía, lo social y filosofía deberían ser nuestra prioridad
y no la añoranza de lo que no se va a cambiar. Doce de octubre como cualquier otro día debe
ser el día de mostrar la fuerza y creatividad del pueblo mexicano.
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