miércoles, 24 de mayo de 2017

EL PRI COMO EMISIONES RESIDUALES




Se sabe que los hoyos negros emiten residuos de lo que han devorado; de la misma manera, la caída del sistema presidencialista devorado por las trasnacionales, verdaderas gobernantes, únicamente permitirá los residuos de lo que fue el todopoderoso partido único de Estado, que cerró el puño sobre la nación mexicana y puso como límites tres sectores: el obrero, el campesino y el popular, por sobre esta base se elevaba el Partido Revolucionario Institucional (vaya, una revolución institucionalizada, es decir, burocratizada), con toda su jerarquía y como cúspide el presidente de la república y jefe del partido.

Este sistema cerrado por la doctrina Estrada no permitía que los Estados extranjeros se inmiscuyeran respecto a la dictadura de partido y sobre las matanzas, desapariciones y falta de democracia. Un aparato estatal en pleno funcionamiento perverso, vistiéndose con ropajes de democracia, de libertad, de justicia pero en sus entrañas destruyendo cualquier intento de imponer la democracia, la justicia, la libertad y todo lo que atentaba contra su naturaleza desviada.

El Partido Revolucionario Institucional nunca se preparó para la democracia, la libertad, la justicia y ni siquiera para los cambios. Tan solo hay que ver la tremenda corrupción imposible de ocultar. Dos cosas no se pueden ocultar reza el dicho popular y, yo agregaría la corrupción y el cinismo de los gobernantes priistas (Claro los hay en todos los partidos pero los priistas son los padres de este sistema).

Ahora bien, los analistas están esperando que, se celebren y pasen las elecciones del estado de México para emitir su parecer sobre el futuro del PRI, a mi entender no hace falta esperar hasta esa fecha; no importa si el partido en el gobierno gana el estado su suerte está echada y no les depara un buen futuro. En efecto, de los antecedentes desde 1988 hasta la fecha actual se puede ver una decadencia que no han podido parar los viejos priistas y mucho menos lo harán los que integran el nuevo PRI, han muerto políticamente antes de florecer; algunos andan de fuga y otros en la cárcel. Ese nuevo PRI que nos vendió Enrique Peña Nieto (Otro corrupto), fue el peor fiasco de la historia reciente.

Otros factores van a impedir el resurgimiento del priismo (Quizá no desaparezca pero va a quedar como otro partido), tales como la hegemonía de las transnacionales, la globalización que ha roto la doctrina Estrada, el nacimiento de muchas generaciones de mexicanos ya fuera del presidencialismo, es decir, del totalitarismo, el surgimiento de diversos partidos, la híper individualización de los ciudadanos con lo cual quedan rotos los sindicatos y otras figuras de autoridad, la privatización de los bienes y servicios con lo que, los ciudadanos quedan desnudos y en solitario contra las grandes empresas trasnacionales con lo cual el presidente pierde su aura de autoridad y pasa a ser una especie de Gerente General de las trasnacionales. Hay otros factores pero estos son los necesarios para terminar el sistema priista en su totalidad. No hace falta que se desee que termine es una necesidad ineludible como el nacer y morir. En principio no importa mucho quien gobierne formalmente mientras las trasnacionales tengan ese súper poder por encima del poder soberano del pueblo.

El presidencialismo ya es simbólico; véase los casos de Vicente Fox, de Felipe Calderón y el de Enrique Peña Nieto, no importa lo que hayan hecho los dos primeros ni lo que ha hecho el último ni lo que haga ya, no son los jefes de partido al estilo del PRI en sus años dorados, no señor, eso se fue para siempre. Ya los presidentes se deben contentar con sus pensiones que no son cosa menor, con que se les permita ser corruptos sin castigo pues solo pueden ser llevados a juicio por alta traición a la patria y el pueblo mexicano no está maduro para llevarlos a la cárcel; se espera que llegue el día pero no hoy.

Bien, supongamos que el PRI gana las elecciones en el estado de México, ¿esto soluciona su decadencia, su caída, su corrupción y la franca oposición del pueblo a estas malas prácticas?, evidentemente que no. Otro obstáculo no menor lo es, su propio ADN político lleno de corrupción y al que nunca van a renunciar porque están impedidos para ello, les es ajeno y la corrupción como lo confiesa Peña Nieto es su cultura.

Finalmente, (En este artículo), está una sociedad cansada del exceso de la corrupción pues con la privatización de bienes y servicios se disparó la corrupción en los tres niveles de gobierno con Peña Nieto como el mejor activista en este ramo. No hay quien lo supere en corrupción y cinismo. Todo exceso no puede durar permanentemente y en las mismas condiciones por sus efectos devastadores en la población: pobreza, inseguridad, falta de empleos y todo lo que conlleva la corrupción e impunidad; el binomio maldito.

Los priistas no dejaran de robar, de cometer ilícitos de todas las clases y eso no se lo perdonará el pueblo por su cinismo sin límites y de escándalo. ¿En verdad creen que ganando el estado de México los priistas se reformaran?, no, creerán quizá que, todo sigue igual pero no, el Estado híper moderno ya se perfila  y por doquier se oye el grito de cambio y millones de personas trabajando para ello y no únicamente en los partidos. Por lo que el sistema político actual y su creador el PRI ya oyen su requiescant in pace en el horizonte de sucesos.


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