domingo, 21 de mayo de 2017

EL ESTADO HÍPER MODERNO



Al Estado moderno le correspondía el bienestar para el individuo y la sociedad en general; se pretendía que tanto en lo individual como en lo general los seres humanos pudieran desarrollarse en una mínima armonía de bienestar. Claro, estando lo material por encima de lo humano esto no iba a ser posible. La libertad era relativa en virtud de ser el Estado protector de los derechos agrarios, laborales, sociales, de educación, de seguridad y todo lo que fuera público. Eso se terminó con las reformas privatizadoras de Enrique Peña Nieto.

Las consecuencias de las privatizaciones, en medio de la corrupción más grande hasta ahora vista, son la anarquía, la debilidad del gobierno, del Estado para poder atender los mínimos bienes y servicios públicos; de esta manera, la seguridad pública será abandonada, la educación puesta como un negocio, la saludad abandonada a la iniciativa privada; todo deberá ser alcanzado por los propios medios de los híper individuos. La libertad ha alcanzado su mayor expresión y ejercicio, el Estado gradualmente disminuirá los programas sociales y estos, únicamente se mantendrán como vías electorales para alcanzar el pode o mantenerlo.

El pueblo mexicano, nunca antes habían tenido este grado de libertad pero tampoco se había enfrentado una corrupción e impunidad de grados inauditos. No hay leyes ni voluntad política para aplicar la ley ni para hacer reformas constitucionales tanto en lo político para castigar la corrupción y evitar la impunidad así como eliminar el fuero y reformar la institución del Ministerio Publico en sus dos ámbitos para la persecución de los delitos cometidos por gobernantes, políticos y grandes empresarios.

La nación mexicana ha quedado a merced de los políticos como de los grandes empresarios sin leyes que puedan contener la rapiña de todos lo público. La riqueza general se convertirá legal y legítimamente en privada. Esto se debe a que, los capitalistas han venido organizándose, apoyados por sus gobiernos o francamente los gobiernos subordinados a las grandes trasnacionales sin que los pueblos hayan logrado organizarse para enfrentarlas.

En la anterior etapa del capitalismo estaban los capitalistas y su correlativo los obreros como actores principales del drama de producción; sin embargo, con la supremacía de las trasnacionales el sector obrero ha quedado rebasado y ahora es el conjunto de los pueblos quien ha entrado a escena como contraparte de los grandes capitalistas.

Con la consolidación del Neoliberalismo se ha puesto a los mexicanos en libertad para que se organicen y se opongan al poder económico que todo lo basa en la explotación irracional de todos los bienes y servicios públicos, naturales, minerales y de todo aquello que le deje un centavo de ganancia. No tiene opción el pueblo ante la supremacía de las trasnacionales extranjeras y nacionales.  

La organización de los obreros está casi muerta es hora de que la sociedad en su conjunto ponga manos a la obra y gradualmente acote el poder de los dueños del capital y de los políticos. Menuda tarea tiene el pueblo mexicano. A mi entender se debe iniciar esta lucha, poniendo límites a los políticos a través de una reforma constitucional para quitarles el fuero e imponiendo penas viables, directas y ejemplares para frenar su corrupción y anular su impunidad. Después, se debe seguir con la entrada en vigor de leyes que impongan a las trasnacionales en la prestación de bienes y servicios hasta que la vida se ponga dignamente por sobre la economía. Claro, la lucha será larga y parece imposible de ganar, sin embargo, se debe iniciar ya y dejar el resultado a las siguientes generaciones. No hay de otra. El Estado hiper moderno tiene como único fin el de privatizar todo y que todo lo necesario para la vida sea ganado por los individuos por su propio esfuerzo. La vida tiene el precio más ínfimo sin ninguna dignidad. Se trata pues de cambiar este lamentable estado de la humanidad.  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario