Mucho
me temo que los líderes priistas y panistas mantienen engañados a sus
afiliados, no se trata de cambiar a unos gobernantes por otros sino de cambiar
todo el sistema político. Una derrota del PRI significa socavar ese sistema
totalitario y, corrupto en decadencia e imponer la democracia, corazón del manjar
que el pueblo nunca ha probado que ya es hora; una derrota del PAN es detener
al Opus Dei, el brazo reaccionario de la Santa Madre Iglesia; es evitar la caída
de la incipiente democracia, de la libertad es decirle no, al reino de Dios en
la Tierra tal y como lo avizoran y quisieron imponer Vicente Fox y Felipe Calderón.
El Opus Dei trata de quebrantar la máxima: “Lo que es de Dios es de Dios y lo
que es del César es del César”; es decir, confundir en uno, el Estado eclesiástico
y el Estado civil. Los sacerdotes al poder a través de fieles cristianos que
den la apariencia de gobierno civil.
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