Para
mi ningún amor vale la pena sin la democracia, sin la libertad, sin la verdad,
sin la justicia y sin todos los valores afines a estas ideas y su práctica. Sin
la democracia plena todo amor se torna sombrío y hasta la amistad se vuelve
proclive a la traición. Por ello, a la par del amor se debe conquistar la democracia.
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