Los
gobernantes y políticos se oponen a todo lo que beneficie a la republica sistemáticamente.
Con la Ley 3 de 3 hicieron lo que quisieron. No quieren declarar sus bienes ni
lo que tienen en efectivo. Ya la sospecha salta. Dinero mal habido. Ahora bien,
no se debe dar marcha atrás. Hay que
seguir trabajando para que se transparente lo público.
Hay
un rubro que no se ha tocado pero que, es de suma importancia. Debemos saber si
los funcionarios públicos y políticos son adictos a alguna droga o enervantes.
No es posible que se den baños de pureza sin que, esto sea constatado por medio
de los certificados médicos correspondientes. Estas evaluaciones médicas deben
ser desde el inicio que toman cargo público o desde que se inician en la política.
Claro, esto se acotaría por principio a los líderes políticos y se pediría a
todo aquel de que, se le solicite de manera fundada y motivada.
Es
inadmisible que los gobernantes y políticos mantengan en la oscuridad sus adicciones.
De principio es una cosa personal. Sin embargo, cuando entran en funciones públicas
o son políticos es de interés público que, se tenga a gobernantes y políticos libres
de adicciones o consumo de sustancias prohibidas excepto aquellas que son por prescripción
medica.
Esto
nos despejaría muchas dudas y claro, nos daría muchas resistencias y sorpresas.
Esto que, podría parecer una idea descabellada debería ser una forma más de
conocer a los políticos y su salud física y mental. Y, esto debería ser un requisito legal para
desempeñar una función pública.
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