domingo, 27 de diciembre de 2015

VIDA PROFUNDA




La obra de Stephen Hawking ha llevado a la vida a una profundidad y a una claridad nunca antes vista ni siquiera sospechada. Tengo su obra de cabecera como el Santo Grial de la vida junto a las obras más importantes. Los seres humanos empezaron por buscar la verdad y respondieron con mitos (cuentos) y no podía ser de otra forma; esta es la primera capa de la vida. La filosofía griega y romana se vio interrumpida cuando empezaba a dar sus frutos más acabados; la teología usurpó el conocimiento y se vistió de gala. La teología trató de dar las respuestas de la vida. Fracaso estruendosamente y no había de otra. La respuesta vino de donde menos se esperaba: de la física y, de la ciencia en general. La tercera forma de responder a lo que es la vida es la tercera capa de la vida. Y, francamente ha superado con creces a las otras dos formas (el mito teológico y, a la filosofía). Ahora bien, no obstante lo anterior, la inmensa mayoría sigue guiándose en la vida por respuestas teológicas (dogmas), es decir a través de un pensamiento acrítico o filosóficas a la manera escolástica. Hay buenos historiógrafos de la filosofía pero no muchos filósofos auténticos. Otra limitante tiene la filosofía, se ha desligado de la ciencia; no se estudia la ciencia en general y mucho menos se hace filosofía de las ciencias particulares u en especial de la física. De esta mezcolanza de pensamientos está regida la vida.


Todo lo anterior, parece al pronto palabrería o en su mejor caso, conocimiento puro. Con todo, esto no es así. Piénsese como se calculan las grandes distancias para viajar (teoría general de la relatividad) o el funcionamiento de muchos dispositivos electrónicos (computadoras y aparatos para la comunicación), (mecánica cuántica), y se verá que se quiera o no la ciencia y su aplicación técnica nos envuelven por todos lados y avanza a paso agigantados.


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