sábado, 26 de diciembre de 2015

TIGRES Y ÁGUILAS




Que nos importa a nosotros si tenemos nuestro ser más sensible a las verdades ocultas que el resto,  nuestro ser es, un dínamo ardiente, no se apaga sino en breves intervalos para volverse a encender con más fuerza. Todo ello coronado por la inteligencia y una voluntad que se prueban así mismas una y otra vez. Nos aventuramos más allá de nuestros límites y ampliamos nuestro territorio incansablemente. Nuestro descanso es un duermevela lleno de despistes y viajes de reconocimiento hacia lo nuevo. La pasión nos ciega y nos hace rozar los bordes de la locura, nuestra sagrada locura dionisiaca. Somos tigres y águilas que se desgarran en el ardor de la primavera. Huitzilopochtli y Quetzalcóatl caminan con nosotros como símbolos de una tensión entre la fuerza desmedida y la razón activa. Exhaustos día tras día esperamos la luz del sol y nuestro media día. En suma somos mexicanos traídos del glorioso pasado.


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