viernes, 27 de marzo de 2015

LA MONARQUÍA Y SU SUSTENTO





Hay mexicanos que piensan que no pueden vivir sin el amo, sin castigo, sin la bota militar, sin dioses y sin engaño. No es, de hoy, que los conservadores y traidores prefieren ser gobernados, a como dé lugar, por extranjeros; con la falsa creencia de ser incapaces de ello. Conocer el pasado, la historia, es, conocer las entrañas del pensamiento actual en alguna de sus vertientes.

En el momento de ir a sentir lo que es, la divinidad humana, en la persona de Maximiliano de Habsburgo, la comitiva mexicana tenía el pensamiento más chato entre lo chato. He aquí, una prueba de su servidumbre inveterada, ante la negativa de Maximiliano de recibirlos.

-       ¡Pancho, por Dios!, - decía Gutiérrez casi lloroso -. No sea usted mal pensado…. Esa imaginación volcánica, esa imaginación le pierde a usted…¿Por qué se figura usted esas cosas tan funestas, tan alarmantes, tan terribles?. ¿Qué sabemos usted y yo, pobres mortales de lo que pasa entre los príncipes?[1].

Hoy, día los gobernantes y políticos quieren mantenerse en el poder y llegar al poder bajo la sanción de los extranjeros. Se ve al presidente ir y venir al extranjero a pedir la venia de los poderosos, a mendingar la aprobación y a entregar el gobierno y todo el Estado mexicano por su idiosincrasia de menos valía para gobernar.


[1] Salado Álvarez, Victoriano. Episodios Nacionales.
México, ed. Porrúa, 1985. Colección “Sepan Cuantos…”


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