jueves, 16 de noviembre de 2017

EL DESMANTELAMIENTO DEL ESTADO MEXICANO



Ninguna circunstancia más propicia para mantener el control, aunque este sea precario y, a buen resguardo, es crear el caos, la ineficiencia de los órganos, de las dependencias y todas instituciones y organismos del Estado.

La presente época de zozobra pública es producto del abandono, del volver raquítico y enteco al Estado mexicano. Uno de los rubros principales, la seguridad pública ha sido puesta en su mínima expresión, de tal manera que, la delincuencia en todas sus formas ponga en constante peligro al pueblo mexicano. No es un secreto que, tanto en las grandes ciudades como en las rancherías más alejadas el rubro que más esté ausente sea la seguridad pública y, no es raro que, los mismos elementos de la seguridad pública sean parte de la delincuencia. Terror sistemático de Estado por parte del gobierno.

El fin solo puede ser mantener el poder político por parte del actual gobierno. Es sabido que el actual sistema ha dado lo que pudo haber dado en lo bueno y malo. El Presidencialismo está muerto, bien muerto. Los dos puntales sobre los que se sostenía el sistema político han sido arrebatados al presidente de la república; el monopolio de los tiempos políticos, al surgir más partidos y, por ende, perder muchos estados, congresos, municipios, la presidencia de la república en dos sexenios y la mayoría absoluta del Congreso General; el otro rubro lo es, el monopolio de la rectoría de la economía, ahora en manos de las trasnacionales. Sin estos dos elementos adiós Presidencialismo.

El Priismo anda a la deriva y, en peligro de pasar a ser un partido político más de la política mexicana. Ya no tienen rumbo por carecer de un proyecto político propio y tan solo limitarse a adoptar el Neoliberalismo en medio de una corrupción sin precedentes y una necesidad de impunidad. Por ello este gobierno se ha dedicado a dejar paraliticas a las instituciones que investigan los delitos electorales, los delitos del fuero federal y combatir a la corrupción. Se acerca el 2018 y los priistas tienen menester de por lo menos tener un sexenio de salvavidas. En seis años sus delitos se habrán olvidado. Necesitan reinventarse.

El método de Peña Nieto es quejarse de la sociedad civil, de los partidos políticos contrarios a sus intereses y sostener la legalidad de su gobierno mientras desmantela las dependencias para así poder cubrir sus delitos e irse con toda impunidad a gozar de lo mal habido.

Un pueblo en zozobra no puede tener la libertad de elegir libremente a sus gobernantes. La inseguridad pública y, la inseguridad en todos los rubros son el escenario perfecto para desarrollar todos los actos ilegales para la comisión de otro fraude electoral o por lo menos dejar lisiados los órganos y dependencias de todo el Estado. Un pueblo preocupado y ocupado por cuidarse de los delincuentes no puede concentrarse en la democracia. El actual gobierno ha impuesto la ley de la selva como medida de salvación y, en buena parte lo ha logrado. La última palabra la debería tener el pueblo. Veremos aquí su madurez o su adolescencia. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario