Solo
hay una raza: la humana con diversas características secundarias. La caída del poderío
azteca no se debe a un solo factor ni a la superioridad humana, ni tecnológica ni
de valor. Los españoles no hubieran podido hacer tamaña empresa conquistadora
sin la ayuda de los tlaxcaltecas, aliados fieles de los españoles. Ahora bien,
no se debe ser parcial ni pasional en este punto. Los aztecas y tlaxcaltecas
eran enemigos jurados y los segundos es, comprensible que se hayan aliado a los
españoles.
A
la caída de los aztecas contribuyó la superstición (el regreso de Quetzalcóatl),
la creencia de que algunos españoles eran una especie de centauros, la viruela que
enfermó a la mayoría de los pueblos nativos, desconocida aquí y traída por los
españoles a través de un esclavo negro; la tibieza de Moctezuma, quien prácticamente
le dió el poder político a Hernán Cortés y la sublevación de todos los pueblos
sometidos a los aztecas, mismos que se pusieron al servicio de los extranjeros.
En
la actualidad no importa mucho tal hecho (la llamada conquista), esta consumado
desde hace mucho. Una herida psicológica no debe tener mayor importancia. Los
españoles fueron conquistados y sometidos varias veces. Dos ejemplos. Una por
los romanos aproximadamente siete siglos y por los árabes durante otros tantos
siglos, eso sin dejar de mencionar las constantes invasiones de visigodos, bereberes,
sirios, egipcios etc. Lo importante es, fortalecer a la nación mexicana sacarla
de su ensueño en que la ha metido la híper modernidad y el Neoliberalismo.
Por
fortuna la riqueza cultural, de pueblos, de arte y de todo lo que se fundió en
la mexicanidad todavía late con fuerza probada, aunque bajo la amenaza de las
trasnacionales, a través de un gobierno servil a esos intereses.
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