La
democracia es una forma de gobierno en donde se presupone la voluntad de la mayoría
debe regir con el debido respeto a la o las minorías. Claro, salta inmediatamente
la protesta fundada en la realidad; de momento atengámonos a la teoría sin
dejar de tocar la realidad en la medida de lo posible.
Entre los ingredientes o elementos que deben
florecer en la democracia está la libertad. El concepto es muy complejo,
debatido y debatible; con todo, dejaremos para otro momento sus análisis. Por
el momento el presente tiene como finalidad poner en perspectiva la libertad en
la democracia y su actual situación en el Estado actual.
La
libertad es un concepto manipulado a conveniencia de los gobiernos en turno.
Entre los pueblos más civilizados, se tiene la creencia de tener mayor libertad
en todos los ámbitos de la vida en el marco de las normas jurídicas. Mi tesis
es que, allí donde se crean órganos, instituciones y toda clase de organismos
dependientes del Estado, no puede haber más que pálida libertad como una sombra
huidiza inalcanzable. Esto debido a que a mayores órganos, instituciones y
organismos se crean mayores obligaciones y sus correlatos, los derechos son
demasiado difíciles de alcanzar, de poner en práctica. Los órganos,
instituciones y organismos en todo momento reclaman obediencia absoluta, el
individuo lucha inútilmente contra lo establecido y en época de crisis su
descontento, sus protestas son reprimidas por vías violentas.
Al
pueblo mexicano se le ha llamado pueblo de leyes. Es muy significativo que,
teniendo, la nación mexicana leyes (y órganos, instituciones y organismos que las
apliquen), haya perdido su soberanía, siempre en el marco del Derecho. La barbarie,
la corrupción y la impunidad de los gobernantes nunca han sido castigadas, en
virtud del marco jurídico vigente. Los actos contrarios a los intereses
generales de la nación mexicana aunque en la mayoría de las veces eran
constitutivos de delitos de lesa humanidad en otros Estados en México la leyes
no las tipificaban como tales o no estaba claro el delito y en primer y último
lugar la impunidad es amplia y profunda entre la clase política. El marco jurídico
no estaba ni está destinado a castigar a los responsables de los delitos y por
ende, nunca llegan o llegaran a ser culpables desde el punto de vista jurídico.
La
soberanía ha sido escamoteada al pueblo y este, no puede tener libertad
sustantiva ante el cumulo de órganos, instituciones y organismos que le exigen
obediencia absoluta y por otro lado, le impiden a través de la burocracia el
efectivo ejercicio de sus derechos, de su libertad.
Los
pueblos nómadas o aquellos que todavía viven en las espesas selvas, a pesar de
no haber salido del estadio natural son más libres que los llamados
civilizados, tienen menos trabas para vivir. Si bien no han salido del estado
de naturaleza no tienen ese monstruo feroz llamado Estado.
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