miércoles, 26 de agosto de 2015

DE LA INDEPENDENCIA A LA DEPENDENCIA



Desde la independencia de México (1821) hasta inicios de la década de 1980 se pensaba en mantener la soberanía (aunque esta era parcial), el patriotismo, los intereses generales de la nación mexicana. Claro, en todo momento ha habido grupos de personas conservadoras que han intentado la sumisión del pueblo mexicano hacia otros gobiernos extranjeros. Los conservadores, hoy diríamos “la derecha”, los sacerdotes en general, traidores y toda clase de pillos sin escrúpulos se han puesto del lado contrario al de la nación mexicana.  Con todo, y, a pesar de haber sido una dictadura del partido de Estado, el periodo priista, no habían llegado al extremo de ir contra los postulados de la revolución de independencia: independencia política, cultural y económica. Ir contra los postulados de la revolución mexicana: tierra y libertad, sufragio efectivo, no reelección, independencia económica (de allí la expropiación petrolera y la eléctrica) y una identidad nacional entre otras cosas.

Desde hace más de treinta años se han propuesto los gobernantes en turno (Priistas y panistas) y lo han logrado, ponerse del lado de las grandes trasnacionales y borrar de un plumazo los valores nacionales como la identidad nacional, el patriotismo, los valores culturales, la independencia económica y política. En suma, todos y cada uno de los elementos que identificaban y unían a los mexicanos y las aspiraciones que tenía el pueblo mexicano fueron dejados de lado, en el olvido.

El actual gobierno en turno, tiene como meta ir contra de los ideales de Benito Juárez, que México fuera un Estado nacional fuerte e independiente. De los ideales de la revolución, que los mexicanos tuvieran un gobierno que los dirigiera hacia la consolidación del Estado mexicano como uno actor más en la escena política mundial. De allí la doctrina Estrada aunque muchas veces se usó para mantener la dictadura del partido de Estado. La independencia energética se inició con Lázaro Cárdenas (1938) en contra de las grandes empresas petroleras que en su momento dominaban rapazmente sin límite alguno. La nacionalización de la industria eléctrica en 1960 por Adolfo López Mateos fue la última gran acción a favor de la nación mexicana.

Los ideales de Juárez, de Villa, Zapata, Madero, Cárdenas y López Mateos, son vistos por Peña Nieto como los verdaderos enemigos a combatir, representan obstáculos para la privatización de todos los ámbitos de lo público; desde la energía hasta la prestación de servicios públicos: seguridad pública, salud, educación y todos los servicios que debería prestar el gobierno o por lo menos regular acertadamente.  

En resumen pasamos de ser independientes en algunos rubros a ser dependientes en todos los ámbitos de la vida nacional. Se acerca el 15 de septiembre y Peña Nieto dará el grito de independencia, siendo que se ha empeñado en hacer dependiente a la nación mexicana de las trasnacionales nacionales y extranjeras. Sera un grito hueco, vacío y vergonzoso.  


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