Los
cambios que hizo Enrique Peña Nieto en su gabinete, son una forma de mantener
la “pax priista”, una forma de mantener la corrupción y la impunidad como sello
distintivo de su gobierno.
En
México es, increíble que, con simples cambios de siglas, maquillajes,
evidentemente superfluos funcionen como
calmantes sociales. Al Instituto Federal electoral, le cambiaron el nombre por
Instituto Nacional Electoral, y dijo el gobierno que las cosas iban por buen
camino; poco tiempo después, se descubrió que los funcionarios del Instituto Nacional electoral (INE) eran igual
de chatos, de corruptos, de ignorantes, de arrogantes que los anteriores. No se
avanzó un ápice en la democracia con el cambio de nombre y eso, ese es el
resultado forzoso.
Los
cambios en el gabinete son sorprendente. La pregunta salta por si sola. ¿Los
nuevos titulares de las Secretarias, de institutos u otras dependencias son
plurifuncionales de calidad?, la mayoría son viejos conocidos de la nación mexicana
y tienen más en contra que a favor. Quizás,
los que aconsejan y manejan los cambios anunciados por Peña Nieto, tengan información
privilegiada y oculta sobre los relevos anunciados para dirigir con la mayor
audacia certera y llevar sus responsabilidades a niveles nunca antes vistos. Con
todo, tengo mis reservas. Hacen ver a los funcionarios sustitutos como todólogos.
¿Qué estudios y practica los avalan?. ¿Cómo estar seguros de que no son igual o
más de corruptos e ineficientes que los anteriores?. Es evidente que, los cambios
anunciados por Peña Nieto son una confesión tacita que hace entender que los
funcionarios removidos de sus cargos no eran los idóneos y en consecuencia, no
dieron los resultados suficientes para “Mover a México”.
Pongamos
por ejemplos a dos funcionarios sustitutos Claudia Ruiz Massieu Salinas, hija
de Francisco Ruiz Massieu y sobrina de Carlos Salinas de Gortari, quien era
titular de turismo y ahora Secretaria de Relaciones Exteriores ¿qué estudios la
avalan para el actual cargo?, creo que no. Por otro lado, a turismo llegó
Enrique de la Madrid Cordero, hijo de Miguel de la Madrid Hurtado, ex
presidente de la república, al igual que Claudia Ruiz ¿qué preparación teórica
y práctica lo apuntalan para desempeñar el actual cargo?, no se sabe a bien. Son
más los antecedentes familiares que la preparación académica los que los han
llevado a ser designados como titulares de las secretarias a su cargo.
El
caso de Rosario Robles es patético. No resolvió el hambre extrema de los
mexicanos en tales condiciones pero pasa de la Secretaria de Desarrollo Social
a la Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Se nos presenta
como todóloga. Se puede desempeñar en cualquier puesto con grandes logros, se
nos dice. Sin embargo, ya es conocida por su forma camaleónica en la que se
acomoda en los puestos públicos de cualquier partido. Los grandes escándalos de
corrupción la persiguen.
Ahora
bien, el sello distintivo del gobierno de Peña Nieto es poner funcionarios que
igual sirven en alguna Procuraduría, en una comisión, en el puesto que los
pongan. E evidente que, Peña Nieto no tiene la mínima idea de como gobernar. Su
lenta y corta forma de pensar y de actuar lo tienen sumido en la más profunda
oscuridad e inacción. En efecto, en un ambiente controlado Peña Nieto se mueve
razonablemente bien, con todo, si algún elemento o variante nuevo se le
presenta no sabe dar la respuesta adecuada o acertada; así sea sobre el tema
mas trivial. Ahora imagínese sobre temas nacionales. Solo los niños y los ingenuos pueden creer que
los actuales cambios son obra y gracia de Peña Nieto. Asesores, nanas y los
dones del Partido Revolucionario Institucional son los que en verdad gobiernan
mientras un fantasma recorre los pasillos de los Pinos.
No
se pueden esperar resultados nuevos, inéditos si se cambian corruptos por
corruptos. El destilado de lo más rancio del PRI por fin ha madurado y está
listo para el relevo generacional de mujeres y hombres, no hay cambio de
sistema ni de ideología ni de pragmatismo.
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