jueves, 27 de agosto de 2015

CORRUPTOS POR CORRUPTOS



Los cambios que hizo Enrique Peña Nieto en su gabinete, son una forma de mantener la “pax priista”, una forma de mantener la corrupción y la impunidad como sello distintivo de su gobierno.

En México es, increíble que, con simples cambios de siglas, maquillajes, evidentemente  superfluos funcionen como calmantes sociales. Al Instituto Federal electoral, le cambiaron el nombre por Instituto Nacional Electoral, y dijo el gobierno que las cosas iban por buen camino; poco tiempo después, se descubrió que los funcionarios del Instituto Nacional electoral (INE) eran igual de chatos, de corruptos, de ignorantes, de arrogantes que los anteriores. No se avanzó un ápice en la democracia con el cambio de nombre y eso, ese es el resultado forzoso.

Los cambios en el gabinete son sorprendente. La pregunta salta por si sola. ¿Los nuevos titulares de las Secretarias, de institutos u otras dependencias son plurifuncionales de calidad?, la mayoría son viejos conocidos de la nación mexicana y tienen más en contra que a favor.  Quizás, los que aconsejan y manejan los cambios anunciados por Peña Nieto, tengan información privilegiada y oculta sobre los relevos anunciados para dirigir con la mayor audacia certera y llevar sus responsabilidades a niveles nunca antes vistos. Con todo, tengo mis reservas. Hacen ver a los funcionarios sustitutos como todólogos. ¿Qué estudios y practica los avalan?. ¿Cómo estar seguros de que no son igual o más de corruptos e ineficientes que los anteriores?. Es evidente que, los cambios anunciados por Peña Nieto son una confesión tacita que hace entender que los funcionarios removidos de sus cargos no eran los idóneos y en consecuencia, no dieron los resultados suficientes para “Mover a México”.

Pongamos por ejemplos a dos funcionarios sustitutos Claudia Ruiz Massieu Salinas, hija de Francisco Ruiz Massieu y sobrina de Carlos Salinas de Gortari, quien era titular de turismo y ahora Secretaria de Relaciones Exteriores ¿qué estudios la avalan para el actual cargo?, creo que no. Por otro lado, a turismo llegó Enrique de la Madrid Cordero, hijo de Miguel de la Madrid Hurtado, ex presidente de la república, al igual que Claudia Ruiz ¿qué preparación teórica y práctica lo apuntalan para desempeñar el actual cargo?, no se sabe a bien. Son más los antecedentes familiares que la preparación académica los que los han llevado a ser designados como titulares de las secretarias a su cargo.

El caso de Rosario Robles es patético. No resolvió el hambre extrema de los mexicanos en tales condiciones pero pasa de la Secretaria de Desarrollo Social a la Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Se nos presenta como todóloga. Se puede desempeñar en cualquier puesto con grandes logros, se nos dice. Sin embargo, ya es conocida por su forma camaleónica en la que se acomoda en los puestos públicos de cualquier partido. Los grandes escándalos de corrupción la persiguen.

Ahora bien, el sello distintivo del gobierno de Peña Nieto es poner funcionarios que igual sirven en alguna Procuraduría, en una comisión, en el puesto que los pongan. E evidente que, Peña Nieto no tiene la mínima idea de como gobernar. Su lenta y corta forma de pensar y de actuar lo tienen sumido en la más profunda oscuridad e inacción. En efecto, en un ambiente controlado Peña Nieto se mueve razonablemente bien, con todo, si algún elemento o variante nuevo se le presenta no sabe dar la respuesta adecuada o acertada; así sea sobre el tema mas trivial. Ahora imagínese sobre temas nacionales.  Solo los niños y los ingenuos pueden creer que los actuales cambios son obra y gracia de Peña Nieto. Asesores, nanas y los dones del Partido Revolucionario Institucional son los que en verdad gobiernan mientras un fantasma recorre los pasillos de los Pinos.


No se pueden esperar resultados nuevos, inéditos si se cambian corruptos por corruptos. El destilado de lo más rancio del PRI por fin ha madurado y está listo para el relevo generacional de mujeres y hombres, no hay cambio de sistema ni de ideología ni de pragmatismo.


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