sábado, 1 de marzo de 2014

DOS POSICIONES ANTAGÓNICAS UNO Y MISMO MAL



Es verdad que Joaquín Loera Guzmán debe y es considerado  como un delincuente pero más allá de la ley (la cual Peña Nieto se ha cansado de quebrantar y nosotros padecido casi apáticamente), están los hechos. Mientras el primero, es considerado por el propio gobierno federal como un empresario exitoso; el segundo, es un pragmático entreguista de lo público a los dueños del gran capital privado.  En una nación como la mexicana donde todo lo que debería tomarse en serio se toma en broma y se prefiere la simulación, no tendría cosa alguna de raro ni de malo quitar a Peña Nieto de la presidencia y poner a Joaquín Loera como presidente pero ahora si bajo el control del Estado, es decir, de la Ley.

Es increíble como el gobierno trazó (cuando no creo) un perfil casi de genio de las finanzas de Joaquín Loera  para contratarlo con el gobierno federal y vestirse así, Peña Nieto en un caballero de la justicia. No obstante lo anterior, quizás no se dieron cuenta que también se podía hacer el contraste entre el ignorante Peña Nieto y el casi genio que perfilaron del Chapo. El primero con su profunda ignorancia e irresponsabilidad concede lo que los capitalistas le ordenan; el segundo, como un genio de la administración conquista mercados en medio mundo. Un mundo, el de Peña débil y apocado y el otro, el del Chapo, imperialista. Ambos modos de proceder deben ser puestos en la balanza y desecharse.



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