miércoles, 1 de enero de 2014

FELIZ Y PROSPERO AÑO NUEVO


Es una tradición que cada fin de año la mayoría se trate de enterrar todo lo malo, pernicioso, lo inútil que se ha hecho o desarrollado durante el año que termina y se prodiguen deseos de bienestar, salud, amor, dinero y todo lo inimaginable por los seres humanos. Esto pasa invariablemente año tras año.

 Ahora bien, tradición proviene del latín traditio y esta de tradere que significa entregar. La tradición de los buenos deseos a cada fin y principio de año que hacen los adultos es entregada a través de los hechos a las nuevas generaciones que la reciben. Así, cuando sean adultos seguirán la costumbre de desear buenas cosas a quienes les interesan, esposo, esposa, hijos familiares y amigos. Sin embargo, una costumbre no es pensada por aquellos que la reciben e incluso por quienes la practican y entregan. Es decir, es irracional. Es la generalidad la que impone determinadas costumbres, en el caso presente, la de los buenos deseos. Pero fíjense bien, que solo se está hablando de cosas ideales y nunca de cosas reales. ¿Cómo puede entenderse que a pesar de tantos y tantos buenos deseos y tantos y tantos buenos propósitos, los mexicanos no logremos pasar de la potencia (quizás debería decir impotencia) al acto deseado?. La vida de los mexicanos es una tragedia regresiva; en efecto, Aristóteles decía que las cosas están en potencia y solo cuando logran desarrollarse hasta alcanzar lo que estaban destinadas a ser son acto. Las plantas que necesitan de las semillas para ser, están en potencia en las semillas misma, cuando son ya flores en plenitud están en acto. Los mexicanos no solo estamos en potencia como nación que tiene los elementos para ir a la par de los demás pueblos llamados de primer mundo sino que vamos en franco retroceso, hacia la pobreza en todos los campos.

Uno de los deseos de la gente es de reflexión y me pregunto cuando realmente reflexionan las razones de su fracaso en aquellos ámbitos correspondientes y concretos. ¿Qué se gana en la realidad con desear buenas cosas para los demás si estos no van a hacer las cosas correspondientes para lograr ser y ni siquiera el que hace los buenos deseos hace lo mínimo indispensable para pasar de un estado a otro de mejor calidad y cantidad?. Es absurdo, irracional todos los buenos deseos que se prodigan entre la masa pasiva que se deja llevar por el romanticismo idealista en lo mental pero por los políticos y las sociedades anónimas en la realidad. No se puede hablar de un destino forjado por las personas en la realidad sino por la inconsciencia como forma de vida.

Cuando no se piensa en lo inútil, ridículo y hasta perniciosos de los usos y costumbres se esta no solo en peligro sino en franca barata para los propósitos de políticos, sociedades anónimas y los gobiernos en turno. Mientas los seres humanos se desean buenos propósitos sus depredadores están ya gozando del gran consumo irracional y preparando o ahondando las formas de explotación con que seguir sujetando a estos buenos rebaños de dulces voces. Es conmovedor ver a los mexicanos desear tantos buenos deseos mientras dejan a los más ambiciosos y a los más ineptos dirigir la política, la economía y todo lo que sea menester en la vida.

Feliz y próspero año nuevo para todos mis amigos y a toda la nación mexicana.


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