Es
una tradición que cada fin de año la mayoría se trate de enterrar todo lo malo,
pernicioso, lo inútil que se ha hecho o desarrollado durante el año que termina
y se prodiguen deseos de bienestar, salud, amor, dinero y todo lo inimaginable
por los seres humanos. Esto pasa invariablemente año tras año.
Ahora bien, tradición proviene del latín traditio
y esta de tradere que significa entregar. La tradición de los buenos deseos a
cada fin y principio de año que hacen los adultos es entregada a través de los
hechos a las nuevas generaciones que la reciben. Así, cuando sean adultos seguirán
la costumbre de desear buenas cosas a quienes les interesan, esposo, esposa,
hijos familiares y amigos. Sin embargo, una costumbre no es pensada por
aquellos que la reciben e incluso por quienes la practican y entregan. Es
decir, es irracional. Es la generalidad la que impone determinadas costumbres,
en el caso presente, la de los buenos deseos. Pero fíjense bien, que solo se está
hablando de cosas ideales y nunca de cosas reales. ¿Cómo puede entenderse que a
pesar de tantos y tantos buenos deseos y tantos y tantos buenos propósitos, los
mexicanos no logremos pasar de la potencia (quizás debería decir impotencia) al
acto deseado?. La vida de los mexicanos es una tragedia regresiva; en efecto, Aristóteles decía que las cosas están en potencia y solo cuando logran
desarrollarse hasta alcanzar lo que estaban destinadas a ser son acto. Las
plantas que necesitan de las semillas para ser, están en potencia en las
semillas misma, cuando son ya flores en plenitud están en acto. Los mexicanos
no solo estamos en potencia como nación que tiene los elementos para ir a la
par de los demás pueblos llamados de primer mundo sino que vamos en franco
retroceso, hacia la pobreza en todos los campos.
Uno
de los deseos de la gente es de reflexión y me pregunto cuando realmente
reflexionan las razones de su fracaso en aquellos ámbitos correspondientes y
concretos. ¿Qué se gana en la realidad con desear buenas cosas para los demás si
estos no van a hacer las cosas correspondientes para lograr ser y ni siquiera
el que hace los buenos deseos hace lo mínimo indispensable para pasar de un
estado a otro de mejor calidad y cantidad?. Es absurdo, irracional todos los
buenos deseos que se prodigan entre la masa pasiva que se deja llevar por el
romanticismo idealista en lo mental pero por los políticos y las sociedades anónimas
en la realidad. No se puede hablar de un destino forjado por las personas en la
realidad sino por la inconsciencia como forma de vida.
Cuando
no se piensa en lo inútil, ridículo y hasta perniciosos de los usos y
costumbres se esta no solo en peligro sino en franca barata para los propósitos
de políticos, sociedades anónimas y los gobiernos en turno. Mientas los seres
humanos se desean buenos propósitos sus depredadores están ya gozando del gran
consumo irracional y preparando o ahondando las formas de explotación con que
seguir sujetando a estos buenos rebaños de dulces voces. Es conmovedor ver a
los mexicanos desear tantos buenos deseos mientras dejan a los más ambiciosos y
a los más ineptos dirigir la política, la economía y todo lo que sea menester
en la vida.
Feliz
y próspero año nuevo para todos mis amigos y a toda la nación mexicana.
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