LA CREACIÓN DE LA FEDERACIÓN: ESTADOS LIBRES Y
SOBERANOS
Después
de la independencia política de México de España, inmediatamente surgieron
logias francmasónicas basadas en el rito escoces; “…entre ellas la que se llamó
del Sol, de la que dependía el periódico del mismo nombre, redactado por son
Manuel Cordoniu…”,
que sostenían ideas liberales. Por otro lado, surgieron los conservadores quienes
se decantaban por la monarquía, así sucedió de manera breve con creación del
Imperio Mexicano encabezado por Agustín de Iturbide. Si por un momento los
conservadores tomaron la ventaja al imponer una monarquía esta no tenía viabilidad
pues los nobles prehispánicos habían desparecido como gobernantes y no se había
creado ninguna nobleza mexicana después de esto. El inicio del Estado mexicano
fue un hervidero de ideas y no siempre de buena calidad. En este contexto también
surgieron los borbonistas. El escenario estaba listo para que los conservadores
y liberales iniciaran una lucha encarnizada por imponer cada bando sus ideas políticas
y hacerlas realidad. Los males de los mexicanos vienen de este periodo al
crearse la Federación.
Contra
el emperador Agustín I, se sublevaron diversas facciones entre las que se
encontraban las comandadas por un singular militar y que “Echávarri no había podido
reducir a Santa Anna, que resistía en Veracruz. Púsose, entonces al habla con él,
y entrando en arreglos formaron la que se llamó Acta de Casa Mata”, con lo cual se daba terminó
al imperio. Es de señalarse que ya estaba en el escenario nacional Antonio López
de Santa Anna. Con fecha 26 de marzo de 1823 es desconocido Iturbide y el 30 de
marzo del mismo año, “En consecuencia del convenio, las fuerzas sublevadas avanzaron
hasta los suburbios de la ciudad e Iturbide, seguido de su familia y de algunas
personas que le eran adictas. Salió de Tacubaya para Tulancingo el 30 de marzo
(1823).
Restituido
el Congreso se verificaron elecciones y “…Resultó elegida una mayoría de
republicanos federalistas, y una minoría de republicanos centralistas. Los monárquicos
quedaron excluidos. El Congreso cerró sus sesiones el 30 de octubre de 1823”. Como se advierte el nuevo
Congreso, dominado por los federalistas, tenía toda la fuerza suficiente para
fundar una república federal.
Fundada
la Federación se procedió a seguir la creación del Estado mexicano. 1. Entre los sucesos más interesantes de aquellos
días aparecen la expedición del acta constitutiva y de la Constitución. Determinado
ya por primera vez el sistema federal, aquietáronse los ánimos, y los Estados
de México, Oaxaca, Yucatán, Tabasco, Veracruz, Jalisco, Querétaro, San Luis Potosí,
Zacatecas, Durango, Chihuahua Coahuila y Texas, Sonora y Sinaloa, Tamaulipas, Michoacán
y Guanajuato, ya declarados independientes y soberanos, diéronse a preparar cuanto
era necesario para constituirse bajo el nuevo sistema, aun enteramente
desconocido”.
Es
entendible que al estar en pleno vigor la teoría de Montesquieu, se impusiera
la misma en la creación de la Federación en México; esto sin dar estudio a
dicha teoría para tratar de investigar si la misma era correcta plenamente o
era posible su mejoramiento continuo. Claro, no se debe ser tan rigoristas con
estos políticos muchas veces improvisados, sin las facultades académicas relativas
al rubro e incluso, como siempre sucede ineptos, arribistas y quienes únicamente
ocupan los puestos para vivir de lo público sin aportar lo mínimo para los gobernados.
El
mal de seguir sosteniendo en lo formal y en la práctica hoy día, es inadmisible
pues han pasado 179 años de aquel suceso y tanto los conocimientos como los
medios para adquirirlos se han desarrollado a grados inimaginables y de forma
popular. Es lamentable que se siga aceptando que, las partes integrantes de la Federación
son estados libres y soberanos. Esto es una contradicción evidente pues al
crearse el Estado federal, sus partes perdieron formalmente y en los hechos su
libertad que no su autonomía en su régimen interior. Mucho menos pueden, los
estados de la Federación, ser soberanos; se sigue que si los órganos federales
ejercen la soberanía popular los órganos de los estados integrantes carecen de
facultades para ello. Si los estados integrantes del Pacto Federal, fueran “libres
y soberanos”, cualquiera podría separarse de la Federación y crear su propio régimen
de gobierno a placer con su Banco Central, su Suprema Corte de Justicia, su Congreso
General, su Ejecutivo, ejercito y todo lo que se deprende de ser libre y
soberano.
Y,
es este Congreso el que determina la implantación de la “División de Poderes”,
con todas sus virtudes y todos sus defectos que hoy día no hemos podido superar
por más increíble que parezca al haber pasado 197 años. 2. El Congreso general estableció
la independencia del poder judicial, la organización de los poderes ejecutivo y
legislativo, la intolerancia religiosa y los fueros del clero y de la milicia”. Es evidente que, si bien
se había implantado la teoría de Charles Louis de Secondat, señor de la Brède, barón
de Montesquieu y en este sentido se había avanzado hacia la construcción del
Estado mexicano, se dejaron los elementos que darían paso a mas discordias y
luchas fratricidas; los fueros. Y, no podía
ser de otra manera en ese momento. Pero eso debería ser insostenible en este
momento.
En
aras de creer que las partes de la Federación son “libres y soberanos”, tal y,
como hasta ahora se sostiene se han creado pugnas entre el gobierno federal y,
los estados integrantes del Estado mexicano al sostener precisamente que son
libres y soberanos y que la Federación no tiene injerencia en los asuntos de corrupción
e impunidad. Esto ha sido un error monumental que ha mantenido al Estado en franca
decadencia.
Por
otro lado, se ha creado la confusión al creer que existen “Poderes”, en lugar
de “Órganos”, y que los titulares de los mismos, a nivel federal, no hacen más
que ejercer la soberanía popular a través de las facultades, atribuciones o
funciones que les da la Constitución General. Por el contrario, los titulares
de los tres órganos: Ejecutivo, Legislativo y Judicial se han creído y muchas
veces hasta constituido como verdaderos soberanos y no es raro oírlos decir,
sin ningún pudor “Esta soberanía”. Son funcionarios públicos y no soberanos.
Lo
mismo pasa con los tres órganos que gobiernan los estados que conforman la Federación,
siguiendo estas ideas equivocadas y con una perversidad sin par, se dicen
soberanos y usan todos los medios para actuar como verdaderos soberanos y d
esta manera han postergado el buen funcionamiento del Estado mexicano y de cada
una de sus partes. Tales ideas han sido usadas para corromper hasta la medula a
todo el Estado mexicano. Esta ideas y conductas se deben combatir en favor de
la generalidad y no como hasta ahora en bien de una clase política y social de
los pudientes materialmente. Es deseable que se construya un nuevo Constitucionalismo
que sea fuente de igualdad ante la ley y ante la realidad en lo más posible y se
siga con la simulación.