RELIGIÓN Y FUEROS, AYER. CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD,
HOY.
Con
la llegada de los religiosos a México se gestó el conservadurismo que tiene
como base para la vida “La Biblia”, con todos sus dogmas estáticos. La guerra
de Reforma fue la confrontación sin cuartel entre liberales y conservadores.
Los primeros querían poner coto al enorme poder político, social y económico
que habían acumulado las órdenes religiosas.
Los
primeros religiosos que llegaron al imperio mexica fueron modestos y con la
firma intención de convertir, a los que llamaban idolatras, al cristianismo,
pero pronto se hicieron adictos al poder terrenal y a las riquezas; muestras de
lo anterior son los suntuosos templos, iglesias y conventos construidos en esas
épocas. Las constantes confrontaciones entre las órdenes religiosas y los
virreyes se sumaron, a las confrontaciones entre los propios españoles por el
poder y las riquezas. La acumulación de poder terrenal que acumularon los
religiosos se fue acrecentando hasta el punto de abarcar toda la vida de los
mexicanos. La separación del Estado eclesiástico del Estado Civil era una
necesidad que iba a decantarse en una confrontación entre los conservadores, en
su especie de religiosos y en su especie de sociedad civil contra los liberales
puros y moderados por la reforma que les quitaba fueros a religiosos y soldados.
Todo
se trata de poder terrenal obtenido sin trabajar y sin responsabilidad alguna y
esa fue la base de la contrarrevolución que hicieron los conservadores contra
las Leyes de Reforma y su instrumento lo fue el general Rómulo Díaz de la Vega.
Si bien había elementos armados, del ejército y, sacerdotes que pretendían que
los fueros religiosos y castrenses no perdieran su vigencia también había
conservadores civiles que luchaban por la misma causa a efecto de seguir
viviendo con todo lujo y pompa a costa del pueblo. Este ha sido el mal del
conservadurismo: Creer que están destinados por derecho divino a liderar y
gobernar al pueblo mexicano sin ninguna responsabilidad. El problema viene de
lejos y parce interminable, aunque hoy, los conservadores se encuentren en la
misma situación de derrota moral, política y social que los mantiene en le
descredito total.
Ahora
bien, los métodos que han utilizado los conservadores en su lucha política son
de no creerse: los rumores, las mentiras, las invenciones y toda una gama de
recursos propios de pillos y delincuentes a los grados inauditos. En efecto, la
prensa conservadora se encargaba de esparcir los más grandes y absurdos rumores
como el siguiente: “…que los caudillos de la revolución habían celebrado un
tratado con el gobierno de Estados Unidos para establecer en México un
protectorado norteamericano. Los periódicos liberales lo desmintieron
enérgicamente, y dos Juan Álvarez expresó su indignación contra semejante
infundio afirmando que sólo podía ser obra de un miserable. A su vez el
ministro norteamericano, MR. James Gadsden público una declaración oficial que desmentía
formalmente el absurdo rumor”[1].
Por
el otro lado, el liberal “También reinaba el desconcierto en el seno del mismo
gobierno. La crisis ministerial provocada por la renuncia de Ocampo no tuvo
termino en el corto periodo de la presidencia de Álvarez. No admitieron la
cartera de Relaciones dos Joaquín Cardoso, don José María Lafragua, don Luis de
la Rosa y don Pedro Escudero y Echánove, que fueron sucesivamente nombrados; lo
mismo que don Santos Degollado, a quien se ofreció la de fomento. Por último se
hizo cargo de la de Relaciones dos Miguel Arrioja”[2].
Es
interesante saber que las mismas viejas pasiones y los mismos métodos han sido
usados por las partes políticas en conflicto. Estamos viendo en el presente (06/08/20),
un símil de aquellas viejas pugnas entre conservadores y liberales. Hoy, se
trata ya no de quitar fueros eclesiásticos y militares sino de entrar a la
democracia, la legalidad, la legitimidad, la justicia y quitar los viejos
fueros no escritos de la corrupción e impunidad. Y, precisamente se da
principalmente entre liberales (panistas, priistas y sacerdocio) versus
liberales (las llamadas izquierdas mexicanas); esto, debe decirse que no es en
pureza pues pueden verse elementos conservadores integrados a las izquierdas y
esto es puramente por conveniencia política y de puestos en el gobierno.
Las
estrategias metodológicas del panismo son los rumores absurdos tales como que,
este nuevo régimen gubernamental va a transformar el Estado mexicano en otra
Cuba, en otra Venezuela. En esta misma línea inventan que el presidente de la
república es comunista y hacen un llamado al pueblo para destituirlo u
orillarlo a renunciar. Con indecible candidez, los conservadores, se han
lanzado a las calles con la mayor pompa posible a dar el espectáculo más
esclarecedor de su naturaleza pues han mostrado y demostrado que tienen un
conocimiento muy magro o de plano torcido de la realidad; esto, debido a su
educación que no alcanza a llegar al nivel de preparatoria y hay muchos
ejemplos de franca ignorancia. En este contexto, bien puede decirse que no son
obstáculo para que se imponga el nuevo régimen estatal que además seguirá
siendo Neoliberal.
Finalmente,
se debe decir que el actual gobierno está compuesto por políticos poco duchos,
otros llevados por intereses económicos, otros mas que han hecho de la política
su forma de vida y muchos ignorantes. Y, es paradójico y la oposición ve con
total desconcierto como avanza el nuevo régimen político sin que el gobierno
pierda la popularidad necesaria para sepultar al viejo régimen.
Los
superfluos y románticos esperan que una transición sea tersa, perfecta, sin
exabruptos, errores y de plano dislates, pero la realidad es como es y no
admite apelación alguna en su marcha. La oposición debería comprender que, debe
abandonar sus métodos inocuos y hasta infantiles además de perversos para
tratar de volver al poder. Tienen un gran problema de credibilidad y con
rumores y noticias falsas no van a lograr recuperar la credibilidad que algún
día tuvieron si no se vuelven políticos serios, honrados y que en verdad se
preocupen y ocupen del pueblo; es decir, que se vuelvan democráticos y
abandonen totalmente la corrupción y la impunidad. Pero mucho me temo que no
tienen la materia gris para ello.
[1]
Vicente Riva Palacio y otros. Resumen Integral de México a través de los Siglos
Tomo V.
México. 1969. Ed. Compañía General de Ediciones, S. A.
– México. Pág. 26.
[2] Vicente
Riva Palacio y otros. Resumen Integral de México a través de los Siglos Tomo V.
México. 1969. Ed. Compañía General de Ediciones, S. A.
– México. Pág. 35.
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