sábado, 1 de diciembre de 2018

¿QUÉ SIGNIFICA EL TRIUNFO DE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR?



 El triunfo de Andrés Manuel López Obrador es de suma importancia porque después de 34 años de Neoliberalismo se hace una pausa, esto no significa que se vaya a pasar al Socialismo ni mucho menos al Comunismo que tanto espanta a la derecha de todo el mundo. Es una alto para los señores del libre mercado para reflexionar sobre los efectos nocivos en la economía de los mexicanos y en especial a los más pobres. Claro no se puede esperar otra cosa que una reorganización de las trasnacionales para no dejar el control al gobierno de México.  

También significa el fin de la dictadura del partido único de Estado, el Partido Revolucionario Institucional y una lección tanto para el Partido Acción nacional, el Partido de la Revolución Democrática como el resto de los partidos. Únicamente quienes tienen la conciencia de lo que fue este régimen saben lo funesto que fue y las victimas que lo padecieron nunca olvidaran los delitos que cometían los gobernantes para decir que se hacía justicia.

Se inicia una nueva república democrática, dándoles libertad a los ciudadanos para decidir en el rubro público. Pero lo central está en dos ámbitos estrechamente ligados; el primero, es el combate a la corrupción en el gobierno que está unida a las grandes empresas privadas; el segundo, la separación del Estado del poder económico. Si esto se logra se podrá lidiar con la corrupción pues gobierno y trasnacionales contribuían sincronizadamente para hacerse de los bienes nacionales sin mucho problema y con toda la protección de la corrupción que mediaba en las privatizaciones. Esto es tanto como la separación del Estado Civil del Estado Eclesiástico con Benito Juárez.  

El triunfo de Andrés Manuel, también significa el fin de un régimen totalitarista que uso la fuerza del Estado para someter al pueblo de México. En este periodo se desterró a la justicia, a la libertad, a la democracia y todos los elementos que sirven para que los seres humanos se desarrollaran en su plenitud. La ciudadanía estuvo en su mínima expresión. Los beneficios económicos fueron destinados para los círculos cercanos al poder y después se extendió a los grandes empresarios que amasaron fortunas enormes hasta escalar al número uno del mundo en haber acumulado más dinero.

Si el Derecho en México tenía como fin la protección del régimen político y consideraba a los imputados como culpables; se espera que ahora el mismo sirva para la impartición de justicia, para el sano convivio entre los mexicanos que francamente se ve difícil. Ahora bien, el Derecho ahora debe servir para el desarrollo del pueblo en general y no únicamente para los que tengan dinero. No más constitucionalismo protector de los más poderosos.

En lo social se abren las expectativas de mejorar la vida de los mexicanos más pobres que no debe estar en contraposición de la existencia de ricos pero que las fortunas no se hagan en detrimento del pueblo mexicano. La riqueza no se debe acumular de manera ilimitada pues se crean ricos teniendo leyes a modo que esto legal pero que no por eso crean problemas. Es inaceptable que unos vivan entre el lujo excesivo y la mayoría viva en la pobreza. El pueblo en general debe volverse disciplinado para lograr las metas en lo posible pues se debe tener en cuenta el mundo del deber ser y el del ser; y hay que estar en la realidad. No se podrán conquistar todas y cada una de las metas pero si adelantar el trabajo lo más que se pueda. Nunca más un gobierno paternalista ni un pueblo esperando milagros sino creador en lo económico, lo político, lo social, lo artístico y en lo filosófico por lo menos.

En lo exterior, es de esperarse las reacciones de la derecha que no se quedará de brazos cruzados pues sienten que se les quitan las oportunidades de hacerse ricos con los bienes nacionales. Con todo, si el gobierno de López Obrador sale airoso en su empresa será modelo para otros gobiernos.

Por lo pronto hay que esperar la reacción de la derecha nacional e internacional así como de los poderosos económicamente que seguramente no estarán felices de que se acaben las privatizaciones llenas de corrupción. Y, como se sabe en política nunca se gana todo ni lo ganado nunca es para siempre.


Se ha terminado la larga espera y se inicia una empresa que no se sabe en que terminara ni cuánto tiempo llevará. Si todo esto representa el triunfo de López Obrador, no se sabe que simbolizará el fin de su gobierno. Las circunstancias son muy diferentes a las que han estado otros gobiernos o el pueblo como con la separación del Estado laico del religioso pero este misterio se ira develando conforme los actores políticos en su conjunto construyan el nuevo régimen.  


jueves, 29 de noviembre de 2018

CONÓCETE A TI MISMO O LA JUSTIFICACIÓN DE LA VENGANZA





La situación nacional actual es posiciones encontradas entre la sociedad, los partidos, las familias y amigos y no podía ser de otra manera. Quizá esto no sea malo o bueno sino consecuencia necesaria de la terminación de un régimen en la más completa descomposición legal, legitima, moral y ética. Sería de esperarse que  el nuevo gobierno siente las bases para la construcción de un nuevo régimen político. Para ello hace falta la frialdad, la prudencia, la templanza necesaria para delinear a lo menos este inicio de nuevas formas. Sin embargo, ha prevalecido el odio y su derivado la venganza pero encubierta.

Los nuevos servidores públicos en su mayoría son bisoños, inexpertos y los expertos al parecer se han bebido la soberbia destilada del triunfo arrollador. El caso del escritor Paco Ignacio Taibo I, es el claro ejemplo de lo que no se debe hacer pero que él, lo justifica diciendo que se ha ganado de decir las cosas por su nombre. No hay tal. Y, no es objeto de moral sino de formas necesarias para salir de este estadio decadente y esto son se logrará con el lenguaje vulgar que ha utilizado pues necesariamente genera censura, oposición y hasta burlas al mostrar que es un simple y vulgar ser humano.

En la política no se puede ser ingenuo y salir a declarar por declarar sin esperar los ataques de los enemigos que necesariamente tarde que temprano mermaran al partido político al que pertenece y más en los momentos en que aún no se ha consolidado ni siquiera el gobierno pues no ha tomado protesta y posesión del cargo.

Si Paco Ignacio hiciera las declaraciones las hiciera en lo privado sería otra la lectura y las reacciones. Siendo justos es tan censurable lo que diga como lo que han dicho otros funcionarios públicos y que han sido objeto de censura, oposiciones y hasta burlas en las redes sociales. Los funcionarios públicos del nuevo gobierno electo y los que ya están en funciones tengan la mínima prudencia al actuar y al hablar para no dar pauta para que se desaten ataques innecesarios. Que dejen su protagonismo en favor de la res publica (cosa pública), que pertenece a todos los mexicanos.

El conócete a ti mismo fue la formula antropológica que utilizó Sócrates para hacer su filosofía y consiste en tomar consciencia del propio ser y del ser de los otros. Con todo, este proceder se ignora hasta en lo mínimo y, se ha suplantado por el maniqueísmo al hacer de la lucha política y, de cualquier otra del principio bueno y, del principio malo. Se apropia la gente del principio bueno y le atribuye todo lo malo a los enemigos. Esto resulta falso pues no hay duda de las limitaciones, pasiones y errores que siguen latiendo en todos y cada uno de los mexicanos. Es una forma vil de proceder y sin embargo, se procede de esta forma. Claro, se tiene que racionalizar este actuar a como dé lugar para presentarlo como aceptable aunque este envoltorio llamativo siga conteniendo ideas y procederes viles.

Se dice hasta el cansancio que los priistas u otros miembros de otros partidos se tienen bien ganados los insultos, ofensas por parte de Paco Ignacio o cualquiera otro funcionario del gobierno electo con base en el proceder corrupto, desleal, torcido e insultante con que se conducían. Es evidente que o no ven que actuar del mismo modo iguala a todos o no quieren reconocer públicamente este resultado. ¿Qué diferencia hay entre unos y otros?.  

La fantasía general lleva a la gente a crear situaciones anómalas y ese es el caso del próximo director del Fondo de Cultura Económica, y con sus dichos levanta a sus seguidores en una corriente de sus seguidores que ciegos a los hechos inadecuados, sordos a la razón y con el odio a flor de piel se lanzan a darle todo su apoyo. En sus argumentos infantiles dicen que hay doble moral; el argumento más insostenible y débil que pueden esgrimir y que siempre esgrimen. ¿De cuándo acá la vulgaridad tiene que ver con la moral o la doble y hasta triple moral?, no hay de que espantarse ante este lenguaje pero el mismo tiene, me parece, su momento y lugar. Esto es política no una borrachera de cantina de mala muerte.

Otro argumento que aducen los seguidores de Paco Ignacio es la venganza en respuesta de que así procedían los antiguos gobernantes. Eso muestra la verdadera naturaleza de los militantes de la Cuarta Transformación. Con este proceder no se podrá dar buena forma a la dicha transformación. He dicho ya que las tres anteriores transformaciones fueron fallidas y con pérdidas altísimas. No hemos salido plenamente del anterior régimen político y ya se empieza a torcer por los propios funcionarios electos y muchos ya en funciones el nuevo régimen.

La vulgaridad no puede ser usada como argumento de ser libre expresión pues ¿qué diría el insigne escritor si esas mismas palabras se usaran en contra de sus familiares o amigos?. Seguramente no estaría de acuerdo con las mismas. Es sorprendente que un escritor de su calibre muerte que no es más que un vulgar ser humano que se debe más a las cantinas que al saber.

Las sorpresas no quedan ahí porque muchas mujeres lo apoyan haciendo de lado la brutal situación de violaciones, de lenguaje soez que tienen que soportar ellas y muchas mujeres. Es contradictorio que por un lado se quejen del trato vulgar y que, por el otro, apoyen a Paco Ignacio por el simple hecho de la venganza. No muestran plenamente y de forma desnuda su odio pero de que lo tienen y vierten con disimulo, de formas sutiles y con los vestuarios de la razón no hay duda. No son mejores o no somos mejores si se procede así sin ningún pudor.

Mi análisis no pretende ser moralista y no lo es; da cuenta del proceder en esta transición y de parte de los ganadores que deberían ser generosos y respetuosos en aras de la marcha hacia la construcción de un nuevo régimen político. La modestia y el reconocer los errores darían más reconocimiento y altura al nuevo gobierno que la soberbia desbordada. Sin embargo, no se le puede pedir mucho a los que les esta negada la razón y se dejan llevar por los impulsos primitivos. Se prefiere la justificación infantil y ridícula de la venganza colectiva o personal a conocerse a sí mismo.

5.- DE LAS TROJES O ALHÓNDIGAS



CAPÍTULO XIV

DE LA MANERA DE LAS CASAS REALES


Es una lástima que se hayan terminado algunas cosas y formas de vida que eran sanas que no son de creerse. Para mí fue natural crecer entre las formas provincianas y vivir de manera directa algunas formas que perduraron gasta mi edad adulta, a los veinticinco años más o menos. De jóvenes, los mayores nos ensenaron a desgranar el maíz refregando una mazorca con otra y al trabarse los granos se lograba el objetivo. También se hacía a mano que era más trabajoso o se hacía una rueda con los olotes bien apretada con un lazo o con fleje de fierro; con este artefacto se lograba desgranar de una forma eficiente. Toda una maravilla.

Ahora bien, había trojes o cencalli donde se guardaban las mazorcas; estaban hechas de tablas de pirú u otros árboles y eran una maravilla pues no se descomponía el maíz del año anterior y aun de años anteriores ni le caían plagas que lo hicieran no comestible. Generalmente se construían a una altura de medio metro del suelo y con las aberturas naturales entre las tablas que aireaban las mazorcas con lo que se mantenían frescas. Y, claro las mujeres hacían nixtamal, tamales y atole. El nixtamal le echaban cal de piedra que hervía y ya listo el nixtamal; este lo molían en el metate y cuando hubo molinos lo llevábamos muy de temprano para su procesamiento.

En efecto, la alimentación era artesanal y muy sana pues a pesar de hacerse el fuego con leña todo era muy limpio y con una sabrosura sin igual. Generalmente, junto a las viviendas había una parcela donde se cultivaba maíz, frijol, calabaza y otros vegetales. Mi madre solía hacernos quesadillas y para ello íbamos mis hermanos y yo a cortar flor de calabaza y epazote. Las tortillas se hacían a mano y después con un aparato hecho de dos tablas con sus goznes y una palanca. Para que no se pegara la masa se le ponía dos partes de una bolsa de plástico y era de verse como se cocían las tortillas sobre el comal bien barnizado de cal y soportado por tres piedras.

La salsa era una delicia pues se hacía con jitomates, chiles, cilantro y ajo cultivados y cosechados en la misma parcela o la de los vecinos que nunca se vendían o cobraban sino que se compartían pues en las parcelas aledañas se cultivaban lechugas, rábanos, huazontle, flores de todo tipo y todo lo que hacía falta para la alimentación. El molcajete con su temolote no solo servían para hacer la salsa sino también para moler la sal de grano. La obesidad no era un problema.

Por si esto fuera poco se criaban vacas, borregos, chivos, caballos, gallinas y gallos, al punto de no hacer falta comprar muchos artículos para comer. El abono que producían los animales se usaba como fertilizante. El agua se sacaba de la tierra a través de pozos que se hacían a mano con barretas. Había gente capacitada para encontrar agua con el uso de varas de pirú o de otros árboles que se doblaban cuando encontraban un manantial.  El agua corría por toda una red de caños que abastecían a toda la gente. El agua para beber se sacaba de los pozos, se hervía y se ponía en jarras de barro que la mantenían fresca. Bien, esto fue herencia ancestral. Paso a dar el antecedente.

5.- DE LAS TROJES O ALHÓNDIGAS

1.- Otra sala del palacio se llama petlacalco. En este lugar posaba un mayordomo del señor, que tenía cargo y cuenta de todas las trojes de los mantenimientos del maíz que se guardaban para proveimiento de la ciudad y república, que cabían a cada dos mil fanegas de maíz, en las cuales había maíz de veinte años sin dañarse; también había otras trojes en que se guardaba mucha cantidad de frijoles.

2.- Había también otras trojes en que se guardaban todos los géneros de bledos y semillas; había otras trojes en que se guardaba la sal gruesa por moler, que la traían por tributo de tierra caliente; también había otras trojes en que se guardaban fardos de chile y pepitas de calabaza de dos géneros, unas medianas y otras mayores.

3.- En estas alhóndigas estaban también de aquellos que hacían algunos delitos, por los cuales no merecían muerte[1].



[1] De Sahagún, Fr. Bernardino. Historia General de las Cosas de Nueva España.
México. 2006. Editorial Porrúa. Colección “Sepan Cuantos…”. Página 449.

DE LAS QUE VENDEN ATOLLI Y CACAO HECHO PARA BEBER, Y TEQUIXQUITL, SALITRE



CAPITULO XXVI

DE LAS QUE VENDEN ATOLLI Y CACAO HECHO PARA BEBER, Y TEQUIXQUITL , SALITRE

Las que venden atolli

1.- El que vende atolli, que es mazamorra, véndelo caliente o frío. El caliente se hace de masa de maíz molido, o tostado, o de las tortillas molidas, o de los escobajos de las mazorcas quemadas y molidas, mezclándose con frijoles, con agua de maíz aceda, o con ají, o con agua de cal, o con miel. El que es frio hácese de cierta semilla que parece linaza, y con semilla de cenizos y otras de otro género, las cuales se muelen muy bien primero, y así el atolli hecho de estas semillas, parece ser cernido; y cuando no están bien molidas hacen un atolli que parece que tiene salvado, y a la postre le echan encima, para que tenga sabor, ají o miel.

Las que venden cacao hecho

2.- La que vende cacao hecho para beber muélelo en este modo, que la primera vez quiebra o machuca las almendras; la segunda vez van un poco más molidas; la tercera vez y postrera muy molidas, mezclándose con granos de maíz cocidos y lavados, y así molidas y mezcladas les echan agua, en algún vaso; si les echan poca, hacen lindo caco; y si mucha, no hace espuma, y para hacerlo bien hecho se hace y se guarda lo siguiente: conviene a saber, que se cuela, después de colado se levanta para que chorree y con esto se levanta la espuma, y se echa aparte, y a las veces espesase demasiado y mezclase con agua después de molido, y el que lo sabe hacer bien hecho vende el cacao bien hecho y lindo, y tal que solo los señores le beben, blando, espumoso, bermejo, colorado y puro, sin mucha masa; a veces le echan especias aromáticas, y aun miel de abejas y alguna agua rosada; y el cacao que no es bueno tiene mucha masa y mucha agua, y así no hace espuma sino unos espumarajos.

El que vende salitre, y greda y yeso

3.- El que vende salitre amontónalo en el lugar donde hay copia de ello, y vende el que es blanco, colorado, que tiene costras, o amarillo, o el menudo y todo es viscoso o blandujo.

4.- El que vende greda amásala con las manos y cuece, y así se hace fofa y hueca. El yeso cocido es piedra que se saca de las venas donde se hace.

5.- El que vende piciete (tabaco), muele primero las hojas de él, mezclándolas con un poco de cal, y así mezclado, estriégalo muy bien entre las manos; algunos lo hacen del incienso de la tierra, y puesto entre las manos; algunos lo hacen del incienso y puesto en la boca hace desvanecer la cabeza o emborracha; hace también digerir lo comido, y hace provecho para quitar el cansancio[1].








[1] De Sahagún, Fr. Bernardino. Historia General de las Cosas de Nueva España.
México. 2006. Editorial Porrúa. Colección “Sepan Cuantos…”. Página 561.

domingo, 25 de noviembre de 2018

EL FIN DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL




El Apocalipsis puede ser un cuento largo de rendición de cuentas de la especie humana para con su creador. Sin embargo, puede ser paradójico pero a los miembros del Partido Revolucionario Institucional les llego su Apocalipsis, sin que siquiera los sospecharan pero ni de lejos. La sorpresa fue tal que aún no salen de su estupor; se les ve deambulando por los más oscuros rincones mascullando una vigencia y poder que se les evaporó en las manos.

El PRI tenía un solo fin como movimiento dictador, el control total de la política mexicana; esa era su meta principal, su fin y sentido de ser. A lo largo de un poco más de setenta años la maquinaria de Estado funcionó a las mil maravillas a pesar de todos los intentos de democratizar la política y la vida pública de los mexicanos. La coraza tejida alrededor del partido único de Estado era impenetrable a simple vista y fueron necesarios los factores externos para que los internos pudieran horadar los centros nerviosos del régimen presidencial. Sin la orden de privatizar del Fondo Monetario Internacional no hubiera sido posible el cambio de régimen y es que, a cada grado mayor de privatización de lo público el poder presidencial se diluía y no pusieron cuidado de subsanar esa carencia. Las trasnacionales se apropiaron de ese poder al punto de dictar el rumbo de la legalidad constitucional para dar la apariencia de justicia, legalidad y legitimidad.

A la par de la pérdida del control económico a través de la rectoría de la economía se iba gestando la parcialización del poder político. En su mayor auge el Presidencialismo era el que dictaba casi toda la vida pública del Estado mexicano. No había puesto importante que el presidente en turno no decidiera sin oposición genuina y eficaz. Pero con la formación y surgimiento de más partidos políticos se fue desgajando ese poder político de una manera gradual e imperceptible para los más sagaces políticos oficialistas. El regreso del PRI a la presidencia de la república con Enrique Peña Nieto fue una ilusión óptica que dejo mudos a todos. Se creía que las elecciones del uno de julio de dos mil dieciocho iban a ser un mero trámite que se podía salvar con el dispendio de los bienes públicos hacia dichas elecciones. La realidad fue muy diferente.

Hay otros factores externos e internos que explican la caída del régimen y que deben ser explorados con exactitud y profundidad para explicar lo que hasta ahora no se han podido explicar. Entre otros factores externos se encuentran la mundialización de la economía y la globalización de las ideas a través de las redes sociales. La toma de conciencia de una aldea global fue y es tan importante pues puso a los seres humanos cara a cara y que los mismos tomaran conciencia de sus carencias políticas y de todo tipo y el dolor de unos era un eco de los otros. Se vio como el poder político tenía las mismas raíces de corrupción en todo el mundo y se inició un descreimiento sobre los hombres y mujeres del poder.

Los factores internos son más o menos conocidos y no están en contraposición con los externos sino que son sus complementos, sus efectos o sus correlatos. Con la pérdida de sus dos principales puntales, el monopolio del manejo del poder económico y del político la muralla del Presidencialismo se fue desmoronando al punto de poder seguir minando el poder del presidente en turno hasta su desacralización y pase al mundo ordinario. Y, en se mundo ordinario los presidentes no sabían y no saben conducirse. Les hace falta la pompa, los ritos, la ilusión óptica de seres superiores.

Un punto que no se ha tocado lo suficiente es el del cambio de forma de pensar. El factor psicológico es tan importante, básico para el derrumbamiento del Presidencialismo. Hay frases vergonzosas que reflejan la compenetración del régimen en la psique colectiva. “El PRI roba pero deja robar”, únicamente que no se quería aceptar que de tanta corrupción y merma de los público un buen día se tenía que pagar la factura en diverso ámbitos y en lo político más.  

Este hecho inmaterial pero no por eso inexistente tiene su efecto en los hechos reales pues es primigenio el convencimiento de la situación exterior para actuar en consecuencia. Esto fue en grados crecientes hasta que logro romper el antiguo convencimiento sobre el regimen político priista  tan rígido que los miembros mas importantes del PRI nunca pudieron leer correctamente los actos y hechos de la democracia y quedaron pasmados, sin reaccionar y esto se debe a que este partido nunca estuvo diseñado para el cambio, para mutar a la par de las nuevas circunstancias reales y psíquicas.  

Por otro lado, el Estado mexicano era empresario pues tenía cientos y cientos de empresas que daban trabajo a millones de mexicanos. “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”, reza otra frase desvergonzada y acuñada por el cinismo de la burocracia ordinaria. Con todo, los recursos de todo tipo no son inacabables. Con la privatización de las empresas públicas se fueron perdiendo los votos corporativistas y la fe en el presidente hasta que se perdió toda la lealtad al régimen político.

El agotamiento del régimen político-económico y social fue gradual. La toma de conciencia de que el Presidencialismo ya no respondía a las demandas de la población y que esta iba gradualmente también cambiando se instaló en la psique de los mexicanos hasta que un buen día decidieron ejercer lo que se les había negado su voto libre. Qué maravilla. Una nueva era se abrió para la vida del pueblo sin que los antiguos todopoderosos políticos puedan hacer algo al respecto. El PRI ha llegado a su fin por lo menos como actor principal de la política mexicana. 

Esa conciencia dormida despertó y actuó y con ello abriendo la caja de Pandora que arrasó con todo lo viejo y tradicionalista. Se está en la búsqueda de un nuevo credo político que tenga sentido para los mexicanos, que dé respuesta a las nuevas circunstancias y demandas a la vida pública de los mexicanos. No hay duda. Como toda ruptura estos momentos son de rispidez irreconciliable. Está por un lado la euforia de los ganadores y la rabia de los perdedores, ambos rodeados de niebla, de incertidumbre. Quien haya analizado las tres Transformaciones anteriores sabe los peligros a que en estos momentos se enfrenta el pueblo de México. La moneda está en aire y no se sabe de qué lado caerá hasta pasado veinte o treinta años a lo menos.

El matrimonio político que existía entre el Partido Revolucionario Institucional y el pueblo de México se terminó y muchos saben que pasa cuando un matrimonio se termina. Simple y sencillamente no se puede remediar ya. El partido único de Estado perdió su sentido y fin totalitarista al desmembrarse como lo hiciera el rey Cleómenes “El Loco”, en la antigua Esparta. Ya el PRI no tiene un pueblo que someter ni los medios. A cada intento de buena fe incluso, se llega a batallas encarnizadas en que ninguna de las partes da tregua ni cede terreno. Eso, aunque los saben los priistas y panistas se niegan a aceptarlo esperando lo que nunca llegará, una reconciliación. Se terminó.  Y, a cada intento de regreso al poder el pueblo responderá con un rotundo no y combatirá a estos políticos de viejo cuño. Una noche oscura, un nuevo amanecer se ciernen en la política mexicana. Euforia, rabia, niebla alrededor. El Apocalipsis ha llegado; todo se terminó. Es la hora del juicio final.

sábado, 24 de noviembre de 2018

¿QUÉ DESTINO TUVIERON LOS TLAXCALTECAS DURANTE EL DOMINIO ESPAÑOL?



Está demostrado que los verdaderos vencedores de los mexicas fueron los pueblos que tenían sojuzgados y, entre estos, los tlaxcaltecas tuvieron el rol principal. Hay que recordar que fueron los tlaxcaltecas los que recibieron, curaron y se aliaron con los españoles después de la llamada “Noche triste”. (30 de junio-1 de julio de 1520), fecha en que recibieron una terrible derrota. Los ayudaron a construir los 13 bergantines que servirían para atacar por agua a la ciudad de México-Tenochtitlan. Fue tanta la ayuda que recibieron los españoles de este reino que Hernán Cortés, lloró con profundidad la muerte de Maxixcatzin señor de Ocotelulco quien murió de viruela. ¿Hasta donde fue sincero el dolor de Cortés o puesta en escena?. No se puede saber con certeza pero si intuir que tuvo una buena parte de actuación. No es creíble que en tampoco tiempo hubiera surgido una verdadera amistad entrañable.

Ahora bien, se pensaría que después de haber prestado tantos y tantos apoyos los españoles por parte de los tlaxcaltecas; los primeros serian agradecidos para con los segundo y les darían un trato especial durante la Colonia. No hay tal. A pesar de las promesas que Cortés les hizo a los tlaxcaltecas de señorear sobre Cholula, Tecamachalco y Tepeaca y de no ser tratados como vasallos sino como conquistadores esto sucedió a medias. El mismo Márquez del Valle da cuenta en una de sus cartas a Carlos V; específicamente la que le envió de fecha 15 de octubre de 1524, en donde le da ambiguamente relación de lo que ha pasado con Tlaxcala.

“Y la provincia de Tascaltecal está debajo de nombre de vuestra alteza, no por el provecho ni renta que de ella ha de seguir, sino porque como vuestra majestad por las relaciones ha visto, aquellos han sido harta parte de haberse conquistado toda esta tierra, aunque primero ellos fueron conquistados con harto trabajo; y por esto, porque parezca que tienen alguna más libertad, no los repartí como los otros; y porque tengan también la sujeción que conviene tanto como a los demás, están en la dicha provincia dos o tres hombres en guarda de ellos, que les hacen sembrar maizales para vuestra alteza, y aun criar algún ganado, y hacer una fortaleza; y para que se tenga tal orden que en las demás ciudades y villas, he de hacer allí un monasterio, y están allí tres frailes que los instruyen en las cosas de nuestra fe, y de esto tienen cargo el factor de vuestra alteza”[1].

Esta es la base de todo el trato que se les dará a los tlaxcaltecas. Por un lado, se les reconocen los servicios fundamentales para la conquista del imperio mexica pero por otro se les sujeta a la corona española de la misma manera que a los demás. Gradualmente serán sujetados a las mismas condiciones que el resto de los pueblos. Si bien durante los próximos 300 años la nobleza tlaxcalteca ingenuamente tratara de estar por encima de todos los demás pueblos. Las cédulas reales que se les conceden a los tlaxcaltecas y a la provincia serán más simbólicas que realmente concesiones igualitarias. En suma fueron engañados con palabrería y más palabrería desde el mismo momento de hacer pacto con los españoles.

La única clase ganadora lo fue la nobleza tlaxcalteca pues se siguió gobernando como antaño pero con injerencia española. Los macehuales padecieron los mismos trabajos, los mismos tributos hacia la corona española. Sufrieron diásporas para poblar otros lugares y tuvieron que defenderse ante los monarcas españoles sin mucho éxito pues tuvieron que trabajar para edificar la ciudad de Puebla y sembrar los campos de Atlixco. La ambición española no se iba a detener por promesas hechas por Cortés. Y, como sea, los tratados o alianzas siempre se pueden evadir por quien tiene el poder.

Es muy significativo que Xicohténcatl Axayacatzin haya visto lo malo en la alianza de los tlaxcaltecas con los españoles y que ellos mismos lo hubieran entregado para que Cortés lo mandara ahorcar con fecha 12 de mayo de 1521. La alianza ingenua con los extranjeros no solo no garantiza el bienestar de los mexicanos sino todo lo contrario; aquellos que hacen pactos contra los mexicanos quedan igualmente sometidos y pierden todo lo aparentemente ganado.

Con la independencia de México, a la cual se opusieron los nobles tlaxcaltecas, se terminaron los privilegios para los mismos así como la unión del territorio tlaxcalteca con el español que se juraba iba a ser eterno. Esa alianza y unión por conveniencia y antinatural tenía su propio sello de caducidad con el surgimiento de la mexicanidad que se da en el propio seno de la Colonia.

No es que el pueblo mexicano se deba cerrar al mundo y vivir en constante temor y mucho menos miedo pero se debe llegar a la madurez de tratar con los demás pueblos en la igualdad jurídica y humana pues no hay razones para que esto no se logre. Se deben desterrar prejuicios de todo tipo. Se debe volver a tener la fuerza, salud, sabiduría de nuestros antepasados pulidos con la razón, la ciencia, el arte, la economía, la filosofía, la política y son lo social para dejar este régimen político insano y que todo ha contaminado.

Esto no es únicamente historia sino la advertencia contra las promesas y alianzas con los extranjeros que en el fondo no tienen en mente más que las riquezas de todo tipo que hay en México y debería servir para la unidad nacional que es la base de la fortaleza del Estado. Sin orden sano no podrá haber verdaderos adelantos en todos los rubros de la vida.




[1] Cortés, Hernán. Cartas de Relación.
México. 2005. Editorial Porrúa. Colección “Sepan Cuantos…”. Página 268.

jueves, 22 de noviembre de 2018

LA IDEOLOGÍA COMO BASE DE LA CONQUISTA DE LO QUE HOY ES MÉXICO



Uno de los fines de la Filosofía o mejor dicho de los filósofos es pensar los hechos y buscar la verdad. No es una tarea fácil pues dentro de una civilización concreta se nace ya con una determinada realidad hecha y dada como base de la vida colectiva e individual. Es natural que el Estado tenga como fin dar una versión oficial de la historia en donde se desarrollan todos los demás subsistemas como la familia, el sistema educativo, lo social, cultural y todos los demás ámbitos que se encuentran sujetos en buena medida a lo que el Estado quiere. Por ello, no es raro que se viva en una realidad construida de mitos, de una historia cercenada, mutilada y hasta tergiversada desde el inicio para lograr el control social.

La conquista de México-Tenochtitlan y su imperio más que una conquista fue una revolución de los pueblos sometidos por los mexicas y que supo aprovechar bien Hernán Cortés y los españoles que lo acompañaban. No se trata de quitar o mermar la valentía de los españoles ni los esfuerzos que hicieron o torcer los hechos sino de todo lo contrario, de sacar a la luz los hechos que se omiten para el pueblo en general.

Es de vital importancia conocer los hechos históricos en su forma más acabada para poder darse una idea clara del pasado del pueblo mexicano y no dejar que se imponga una historia general que impida conocer los hechos básicos, fundamentales o una historia oficial que molde sin remedio la historia a su conveniencia.

Hay varias razones para ocultar o minimizar los hechos y actos de los pueblos que se levantaron en franca guerra contra los mexicas: Su dominación y uso por un lado y el engrandecimiento artificial de los españoles. Para ello, se usa la ideología teológica, la ideología de la superioridad, el uso legítimo de la guerra y de la civilización de los naturales. Claro, todo ello es torcido y tendencioso.

Bajo la aparente grandeza impoluta de los españoles siempre laten las más bajas pasiones; ahí se tiene a Hernán Cortés siempre indagando sobre las riquezas y Bernal Díaz del Castillo en todo momento quejándose amargamente de recibir poco de lo ganado y de las mujeres viejas que le tocaban. El vicio es la constante en lo que se llama la conquista de México. El mismo Cortés se queja ante su cesárea majestad, a la cual le besa cien mil beses los pies, de los españoles que están ya en México con todos sus vicios y del peligro de contaminación de los naturales.

Repito, los españoles no llegaban a 1000 antes de la conquista y nunca fueron más de estos pero siempre se llevan los laureles como actores principales como si fueran súper hombres que con su sola presencia sembraran el terror entre los mexicanos. La verdad es muy distinta y nos la hacen saber tanto Cortés como Díaz del Castillo muy a su pesar en las correspondientes obras que cada uno escribió y que en muchas ocasiones están en franca oposición pues el segundo se queja de que el primero se lleva casi todo el reconocimiento, las gananciales, los títulos y favores mientras el, y el resto las migajas.

Imaginen la desproporción de lo que se piensa que mil españoles lograron dominar un pueblo guerrero por excelencia que había conquistado un imperio que llegaba hasta Guatemala desde los límites con el reino de Michoacán y de costa a costa sin conocer al mismo y sin tener aliados. Es de locura y de risa. Perdón pero así es.

El eje central de Cortés es quedar bien con su cesárea majestad y recoger la mayor parte de riqueza y fama; a través de la dominación total de los pueblos prehispánicos. La religión es una forma de dominación que se impuso a través de todos los métodos aun los más bárbaros como si el Dios cristiano fuera mejor que Huitzilopochtli. La supremacía teológica.

La superioridad de la raza (aunque solo exista una especie, la humana), pues se dijo que los españoles eran superiores en todo a los pueblos naturales de lo que hoy es México. ¿Mejores en qué y para qué?. Otra mentira más que se impuso y que operó eficientemente a favor de los españoles.

El derecho de guerra justa para imponer a los naturales de lo que hoy es México una forma social de ser, de pensar, de actuar, de someterse y de ser siervos de la corona española pues con sólo negarse a reconocer esta superioridad basad en el aristotelismo de que lo mejor debe mandar es suficiente para someterlos a través de la guerra.

Se usaron muchas otras formas ideológicas de dominación y es trabajo de los mexicanos no creer o mejor dicho descreer en semejantes ideologías para entender que se pertenece no a una raza sino a la única sola especia, la humana y que es deber particular y general insertarse en ese contexto mundial sin creer ser más ni menos.

Entender el pasado es mirarse a los ojos y reconocerse con las raíces más profundas del ser mexicanos como provenientes de una pluriculturalidad y un pasado glorioso con desastres pero perteneciente de manera legal y legítima al pueblo de México y que no tiene que ser vergonzoso pues estas contradicciones pueden ser superadas sin ninguna duda.

La descolonización de los mexicanos debe empezar por las ideas, por la mentalidad y por la risa franca de volverse a encontrar en el punto que se corta la historia con el entierro del cuerpo de Cuauhtémoc y que ya se ha hecho pero que es menester volver una y otra vez para abrevar del pasado en la construcción del presente y no tan presente. Y, ese volver no tiene que ser nostálgico ni de dolor sino con la firme convicción de que se es solamente un momento aquí en la tierra y que por eso mismo se tiene la responsabilidad de hacerlo mejor en tan corto tiempo.

Una realidad hecha de mentiras nunca será buena como no lo ha sido el régimen político actual y que pongo como ejemplo de lo que no se debe hacer. La lucha es constante pero vivificante en toda la extensión de la palabra y vital en su forma más radical.


martes, 20 de noviembre de 2018

SOBRE LA MARCHA



En busca de la libertad, la democracia, la felicidad y el amor ajeno hay que proceder filosóficamente, es decir, con toda la fuerza mental y física pero modestia pues hay mil enemigos decidios a que no se llegue a la meta y mil obstáculos que vencer sobre la marcha. 

LA CUARTA TRANSFORMACIÓN COMO ESPEJISMO



¿Qué si creo en la justicia y la democracia?, claro que sí y no solo eso sino que creo en el trabajo práctico para ello, pero no hay que hablar por hablar y eso precisamente está pasando con mucha gente de buenas intenciones pero de poca información consciente. Se habla de la Cuarta Transformación como si fuera un hecho consumado. Se ignora hasta la médula las maestras de la vida: La Historia y la realidad.

La Primera Transformación, es decir, la revolución de independencia política contra España, fue una guerra fratricida pues los mexicanos de esa época lucharon entre sí pues España estaba bajo el yugo francés con la intervención extranjera y terminó con la pérdida de más de la mitad del territorio mexicano por la falta de orden y muchos muertos. La economía devastada. Esta época duró 49 años.

La Segunda Transformación, la separación del Estado civil del Estado eclesiástico, desembocó en una guerra fratricida entre liberales y conservadores con la intervención extranjera y terminó con la dictadura de Porfirio Díaz y muertos por todos lados. La economía quedó deplorable. Esta paso en 53 años.

La Tercera Transformación, la revolución de 1910 contra la dictadura personal de Díaz, fue una guerra fratricida con la consabida cuota de muertos y desde 1929 se instauró la dictadura del Partido Revolucionario Institucional. Una dictadura de partido único de Estado. Con la historia conocida de represión, cárcel y muertos. Esto duró 89 años y todavía no termina de existir.

La Cuarta Transformación que sea y en que termine no se sabe a menos que los futurólogos de toda índole sean infalibles y nos sigan diciendo que es el edén en la tierra y a la mano este uno de diciembre de dos mil dieciocho. Pero simple y sencillamente la gente no quiere oír más que cuentos de hadas, príncipes y princesas. Me da la impresión de estar entre niños caprichosos que como sea quieren sus regalos de Navidad y Santos Reyes anticipados. 

Ni siquiera Benito Juárez con la generación del 42 pudo evitar el desastre. Ahí van los nombres de los que la conformaron: Justo Sierra, Ignacio Comonfort, Ignacio Manuel Altamirano, Porfirio Díaz, Miguel Lerdo de Tejada, Mariano Arista, Manuel Doblado, Manuel María Zamacona, Juan Nepomuceno Almonte, Santos Degollado, Sebastián Lerdo de Tejada, General Ramón Corona, León Guzmán, José María Iglesias, Luis Gonzaya Osollo, Francisco Zarco, Ignacio Ramírez, Miguel Miramón y Guillermo Prieto; esta fue la plana mayor pero hubo muchos más.  ¿Alguien ve un grupo de este calibre en la actualidad?. Adelante.



lunes, 12 de noviembre de 2018

LA MARCHA DE LA LUZ





Antes, se creía que los ricos mexicanos eran bien educados y por lo tanto, sabían lo que hacían y sus conductas iban de acuerdo a la razón pues bien, con la marcha del once de noviembre de este 2018, nos han mostrado que están muy limitados intelectualmente, que no tienen buena educación, que son intolerantes y que su interés central en la vida es su economía; dejan fuera la ciencia, la filosofía, el arte y el humanismo. Dieron a la luz su ser, viajar en un avión que despegue de un aeropuerto de Primer Mundo en uno de Tercera. Que forma de desprecio tan violenta de manifestarse y deslindarse del resto del pueblo que quiere comer, educación, trabajo, seguridad pública y todo lo mínimo necesario por lo que se creó el Estado.

domingo, 11 de noviembre de 2018

CONSUELO Y REMEDIO DE LA VIDA




Para todos los dolores de la vida y toda la vanidad humana la muerte es el consuelo y remedio definitivo. Por lo mientras ¡Hurra!. 

martes, 6 de noviembre de 2018

CARTA DE HERNÁN CORTÉS AL EMPERADOR CARLOS V. TENUXTITAN, DE ESTA NUEVA ESPAÑA. 15 DE OCTUBRE DE 1525.



CARTA DE HERNÁN CORTÉS AL EMPERADOR CARLOS V. TENUXTITAN, DE ESTA NUEVA ESPAÑA. 15 DE OCTUBRE DE 1525.
                  
Esta carta debería de tener como subtítulo “Confesiones de la realidad” pues en ella confiesa Cortés, lo que no podía decir públicamente sobre los mexicanos y de la real situación que guardaba la realidad. Da cuenta de la calidad de los españoles en México, sus vicios, su ambición desbordada y el daño que harían e hicieron a los naturales. El temor fundado de saber que los mexicanos junto con los demás pueblos eran guerreros hábiles y con la inteligencia muy aguda y que bastaría un solo descuido para que los españoles cayeran ante su fuerza no dejaba Cortés descansar y tomar toda clase de medidas. Esto fue tanto como un presagio de lo que pasaría trescientos años después. Y, la valentía y buen pensamiento de los mexicanos se ha tratado de sepultar por siempre. Cortés tiene un pensamiento burócrata pues mientras aquí se señorea, ante Carlos V se muestra harto zalameroso hasta la náusea. Este comportamiento se ve hoy día entre los burócratas mexicanos que, hacia el público se muestran altaneros pero hacia sus jefes son de los más indignos como personas. Bien. Paso a redactar una parte de dicha carta, el tercer párrafo.

“Cuanto a o en este capítulo contenido digo muy poderoso señor, que la contratación y comercio de los españoles con los naturales de estas partes sería sin comparación dañosa: porque dándose lugar a que libremente la hubiese, los naturales recibirían muy conocido daño, y se les harían muchos robos, fuerzas y otras vejaciones; porque con estar prohibido y castigarse con mucha seguridad que ningún español salga de los pueblos que están en nombre de vuestra majestad poblados, para ir a los de los indios ni a otra parte alguna sin especial licencia y mandado, se hacen tantos males que aunque en otra cosa yo y las justicias que tengo puestas no nos ocupásemos, no se podrá acabar de evitar, por ser la tierra, como es, tan larga; y si todos los españoles que en estas partes están y a ella vienen fuesen frailes, o su principal intención fuese la conversión de estas gentes, bien creo yo que su conversación con ellas sería muy provechosa: más que como esto sea al revés, al revés ha de ser el efecto, que obrare; porque es notorio que la más de la gente española que acá pasa, son de baja manera, fuertes y viciosos, de diversos vicios y pecados; y si a estos tales se les diese libre licencia de se andar por los pueblos de los indios, antes por nuestros pecados se convertirían ellos a sus vicios que los atraerían a virtud, y sería mucho inconveniente para su conversión; porque oyendo los sermones de los religiosos y personas que en esto entienden, que por ellos les prohíben los vicios y pecados; y aconsejan el uso de las virtudes, y viendo las obras de éstos que en su conversación anduviesen ser contrarias  a lo que de nuestra santa fe se les predica, sería tenerlo por cosa de burla, y creer que las palabras que los religiosos y personas buenas que en esto entienden, les dijesen eran por causa de su interés u no a efecto de la salvación de sus almas; y demás de esto haciéndoles agravios, seria causa que no pudiéndolos sufrir se rebelasen; y como ya más diestros de nuestras cosas podrían buscar muchos géneros de armas contra las nuestras para se defender, y ofender, que tienen para esto asaz habilidad y como sean gentes sinnúmero, y nosotros en su comparación meaja, muy brevemente nos acabarían”[1].

Es muy revelador lo que en su interior meditaba Cortés, bien sabía que la santa fe en la realidad no tenia de santa más que la palabrería y los españoles habían de inyectar su veneno en los naturales hasta llevarlos al vicio. Los pueblos degeneraron en su fuerza física y mental. Les fue chupado el vigor a través de la santurronería de quinta mientras en la realidad se saqueaba la riqueza como verdaderos vampiros.

Justamente lo que Cortés, temía pasó y durante todo el virreinato no habrá paz para los españoles que a lo más, siempre andaban en las intrigas entre ellos y en lucha constante por el poder. Y, no sólo temían a los pueblos naturales sino también a los llamados negros hasta que el sometimiento se fue haciendo gradualmente insoportable y los mexicanos ya duchos en las cosas de los españoles terminaron con el poder político en vigencia.

Finalmente, cada quien saque sus propias conclusiones sobre la realidad mexicana aunque Cortés quería que fuera la Nueva España y que afortunadamente no cuajó. Si bien la mexicanidad se formó de forma gradual y no como un hecho espontáneo ni natural pues fue menester tomar conciencia y trabajar en su creación.   





[1] Cortés, Hernán. Cartas de Relación.
México. 2005. Editorial Porrúa. Colección “Sepan Cuantos…”.  Pág. 264.

sábado, 3 de noviembre de 2018

LO IDEAL Y LA REALIDAD DE LA IGUALDAD Y LA JUSTICIA




Generalmente la gente cae en el desánimo sin darse cuenta de lo que realmente es importante en la vida. Los idealistas y románticos son los primeros en señalar la inutilidad de luchar por la dignidad humana, la igualdad, la justicia y todo lo que lleve a una vida digna. En la realidad parece una guerra perdida pues de continuo la realidad refuta la lucha por estos rubros. Con todo, el hecho de que en la realidad nunca se consiga la igualdad y la justicia no es argumento ni obstáculo para seguir luchando por conseguir su realización pues en caso de claudicar, se agravaría la desigualdad y la injusticia al dejar el campo de batalla para los gobernantes y poderosos que ha mas son los menos.

Se debe uno plantar en el campo de batalla y dar el mejor esfuerzo mental y físico pues, por desgracia, la igualdad y la justicia reales y efectivas son lucha de generaciones y no únicamente de una sola. Una mirada a la historia de la Humanidad muestra los avances que, si bien no son suficientes para cada momento real si son suficientes para no claudicar por ser realizables en grados cada vez mayores.

viernes, 2 de noviembre de 2018

BERNAL DÍAZ DEL CASTILLO Y SU OBRA




No se puede poner en tela de duda la valentía de los un poco menos de mil españoles que estuvieron en la caída de México-Tenochtitlán pues la sola travesía de mar ya representaba una gama de peligros. Imaginemos ingresar a tierras desconocidas con todos sus peligros y aun así seguirse internando sin saber que les puede esperar; eso es valor y en esos tiempos hubo muchos españoles valerosos que se aventuraron a navegar con todos en contra.

Bernal Díaz del Castillo no es la excepción; es valeroso como el que más. Tiene además a favor haber estado en muchas de las batallas y en los momentos en que se planeó la caída de la capital del imperio mexica. Por si esto fuera poco, escribió como ocurrieron los hechos desde su punto de vista que  es muy valioso. Díaz del Castillo confiesa que no es letrado pero eso no es obstáculo para bien ponderar el esfuerzo que realizó al escribir su obra. Ahora bien, escribe su obra como reacción a la obra de Francisco López de Gómara que atribuía toda la gloria de la conquista a Hernán Cortés y, que él consideraba que también todos los demás españoles tenían su cuota de gloria en ello.

Historia verdadera de la conquista de la Nueva España es invaluable por su narración de los hechos; no se le puede regatear su valor. Sin embargo, hay que tratar de entender las razones por las cuales los escritores dan a la luz pública sus obras. Por primero de cuentas, son seres humanos con todas las pasiones inherentes a la especie y no pueden escapar a las mismas.

¿Cómo se debería sentir Bernal Díaz después de la conquista?.  Satisfecho en general pero incómodo por la falta de méritos reconocidos. Esto se sabe por las propias manifestaciones de él, mismo en su obra. En busca de ese reconocimiento escribió su obra como la verdadera y las otras con menos exactitud y en buena medida tiene razón pues el, estuvo en los lugares de los hechos y participó directamente en muchos de ellos e investigó en los que estuvo ausente. Vivía orgulloso y celoso.

Ahora bien, una forma de engrandecer los hechos es engrandecer al enemigo o las cual cualidades propias disminuyendo las ajenas según convenga y esto no debe de levantar protestas porque así ha sido y seguirá siendo. Tan solo hay que ver cuando narra la multitud de escuadrones mexicanos enfrenta como un noble hidalgo predecesor del Quijote.

Sin lugar a dudas, para Díaz del Castillo todos los españoles que participaron en la conquista de Tenochtitlán merecen justo reconocimiento pero no los aliados de los pueblos que participaron en la misma. De las tres capitanías que creo Cortés, no da más que ocho mil tlaxcaltecas a cada una de ellas con lo que contradice al propio Cortés que da como cifra de naturales 75 mil. Por otro lado, trata a los tlaxcaltecas más como estorbos que como guerreros  valiosos a la causa. Esto dice:

“Dejemos de hablar más de ello y digamos que a cada capitán se le dio las instrucciones de lo que les era mandado. Y como no habíamos de partir para otro día por la mañana y porque no tuviésemos más embarazo en el camino, enviamos adelante todas las capitanías de Tlaxcala hasta llegar a tierra de mexicanos; y yendo que iban los tlaxcaltecas descuidados con su capitán Chichimecatecle y otros capitanes con sus gentes, no vieron que iba Xicotenga el Mozo que era capitán general de ello, y preguntando y pesquisando Chichimecatecle que se había hecho, adonde había quedado, alcanzaron a saber que se había vuelto aquella noche encubiertamente para Tlaxcala, y que iba a tomar por fuerza el cacicazgo y vasallos y tierras del mismo Chichimecatecle, y las causa para ello decían los tlaxcaltecas tenia era que como Xicotenga el Mozo vio ir los capitanes de Tlaxcala a la guerra, especialmente a Chichimecatecle, que no tendría contradictores, porque no tenía temor de su padre Xicotenga el Ciego, que como padre le ayudaría, y nuestro amigo Masescaci ya era muerto, y quien temía era a Chichimecatecle; y también dijeron, que siempre conocieron a Xicotenga no tener voluntad de ir a la guerra de México, porque le oían decir muchas veces que todos nosotros y ellos habíamos de morir en ella”[1].

En otro pasaje de plano considera a los tlaxcaltecas unos estorbos. Aquí la narración de los hechos:

“…y de esta manera estuvimos peleando con ellos obra de una hora; y tanta prisa nos daban, que no nos podíamos sustentar contra ellos; y aun vimos que venían por otras partes una gran flota de canoas atajarnos los pasos para tomarnos las espaldas. Y conociendo esto nuestros capitanes y todos nuestros soldados apercibimos que nuestros amigos los tlaxcaltecas que llevábamos nos embarazaban mucho la calzada, que se saliesen fuera, porque en el agua vista cosa es que no pueden pelar, acordamos que con buen concierto retraernos y no pasar más adelante”[2].

Puede ser que en el ardor de la batalla y las circunstancias apremiantes a Bernal Díaz les reproche a los tlaxcaltecas que los hechos no fueran como se esperaba pero cuando esto escribió ya había pasado todo esto y ya debería haber pensado mejor lo pasado. Se sabe que los mexicanos con todo su poderío nunca pudieron vencer a los tlaxcaltecas que tenían menores recursos territoriales, humanos y de toda especie. Si de algo tenemos noticia es del valor de los tlaxcaltecas, no corresponde lo que escribe Díaz del Castillo.

Puede ser que los españoles ya señoreando ya también sobre los tlaxcaltecas no quisiera dar lo que él, pedía reconocimiento en la caída de la capital del imperio. Y, es incontrovertible que sin la ayuda de los tlaxcaltecas, huejotzincas, cholultecas y demás aliados los españoles no hubieran podido nunca vencer a los mexicanos. Los entendidos convendrán en esto. Ciertamente la nobleza tlaxcalteca se vio beneficiada por la corona, no así el pueblo llano que quedó sujeta al pago de tributos.

En este punto, Bernal Díaz, es parcial y mal agradecido con sus salvadores y quienes verdaderamente vencieron a los mexicanos, los tlaxcaltecas, huejotzincas, cholultecas y demás aliados; sin ellos no se hubiera salvado y no hubiera contado su historia. Como ya dije no se trata de minimizar el valor en todo lo que hizo cada uno de los españoles en la conquista pero tampoco se debe creer inocentemente lo que cuentan cuando a todas luces es inverosímil hasta llegara lo quijotesco.

Que cada uno de los que esto lea y analice saque sus propias conclusiones sobre lo escrito y analizado aquí. No se debe tratar de otra cosa que de esclarecer los hechos sin minimizar la participación de cada uno de los que en ella intervinieron hasta donde la razón de la posibilidad con base en la imparcialidad y libre de ideologías.




[1] Díaz del Castillo, Bernal. Historia Verdadera de la Nueva España. Tomo II.
México. 1979. Editorial Promexa Editores. Página 42.
[2] Díaz del Castillo, Bernal. Historia Verdadera de la Nueva España. Tomo II.
México. 1979. Editorial Promexa Editores. Página 44.


jueves, 1 de noviembre de 2018

EL NUEVO PRESIDENCIALISMO EN MÉXICO





Se terminó en definitiva, este primero de julio de dos mil dieciocho, de manera estrepitosa el régimen presidencial emanado de la revolución mexicana de 1910, y sobre el cual se empoderó el partido único de Estado, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde sus antecedentes el Partido Nacional Revolucionario (PNR) y el Partido de la Revolución Mexicana (PRM), siempre tuvieron la idea de canalizar los ideales de la revolución para cautivar al pueblo hasta someterlo a una dictadura sui generis, a la mexicana; que ya no podía ser unipersonal como la de Porfirio Díaz y que lo lograron.

Los dos anteriores intentos de catalizar la revolución mexicana no cuajaron quizá porque eran intentos preparatorios, de ensayo y error o no tuvieron su momento adecuado. Sin embargo, logrado el poder político lo único que tenían que hacer las cúpulas priistas era estar en el juego político de la sucesión del presidente de la república de forma permanente.

El presidente alcanzó un poder inmenso, tanto por la vía de la constitución, de las leyes secundarias que le otorgaban amplias facultades para la administración tanto como jefe del partido. Esto volvió al primer mandatario (el que recibe órdenes) en todo lo contario (el que ordena por medio del poder político soberano), sin que los órganos legislativo o judicial pudieran ser un dique a los deseos del órgano ejecutivo. No hay duda que era un poder unipersonal que si bien duraba seis años tiene todos los rasgos de dictatorial pues designaba a todos los servidores públicos importantes de los tres órganos de gobierno así como en sus tres niveles. Pues bien, esa forma presidencial es la que se ha terminado sin que haya manera de revivirla.

El nuevo régimen está iniciando su conformación y hay algunos símbolos hacia donde quiere transitar pero esto no se podrá hacer de manera inmediata pues la empresa no es poca y los obstáculos, lo mismo. Se tendrá que asegurar que el partido Morena tenga el poder político de la federación y en los otros dos niveles de gobierno durante por lo menos 24 años para poder construir ese régimen.  

Se dice que se está ya en un nuevo Presidencialismo. El presidente electo tendrá que discernir y actuar en consecuencia. El nuevo régimen en su inicio le es menester un presidente fuerte con un Congreso General que lo secunde en la creación del nuevo régimen y con los ciudadanos dando su respaldo al gobierno. El pueblo de México debe tener cuidado de no permitir un nuevo Presidencialismo pues no se habrá avanzado hacia la democracia sino retrocedido políticamente. Siempre está latente el peligro de que, a los políticos en el poder se les desborde la ambición y se corrompan. Eso es incontrovertible. En consecuencia, se debe evitar este obstáculo con leyes severas pues de otra manera no se podrá remediar este mal que por tantas décadas a lacerado al Estado mexicano. A la par de las leyes se debe imponer la independencia a los órganos de impartición de justicia para que las penas sean efectivas y no una mera ilusión.

Si en realidad el cambio de régimen va a transitar hacia la democracia dos factores se tienen que dar; el primero, es terminar con los vestigios del régimen anterior. Es sabido que desde la antigüedad quien o quienes llegan al poder borran con posibles herederos. Lo hicieron los griegos, los romanos, los franceses contra la nobleza, los rusos con los zares. Los casos en los que no se desmantela el anterior régimen se paga caro; tal y como le sucedió a Francisco I. Madrero con la caída de la dictadura de Porfirio Díaz, pues quedó intacto y, con la contrarrevolución encabezada por Félix Díaz, Bernardo Reyes y Manuel Mondragón entre otros para derrocar a Madero, lo que lograron y mataron a todos los que les impedían tomar el poder. El viejo régimen debe ser desmantelado y hasta ahora va bien pues no ha corrido sangre por ello. El segundo factor y que es el más importante es mantenerse en la democracia, la libertad, un marco legal justo hacia todos; en suma, evitar en lo posible la corrupción y la impunidad institucional que ha imperado hasta ahora.

Ahora bien, hay que distinguir entre el viejo Presidencialismo y el supuesto Presidencialismo actual con el gobierno electo; es inevitable. El viejo Presidencialismo tiene sus bases en la imposición de un sistema político totalitario que no admitía disensos de palabra o de hecho.  Existía toda una armadura que protegía el régimen político; tres grandes sectores sociales, el campesino, el obrero y el popular que controlaban todo el pueblo. Por si esto no fuera suficiente se tenía a sindicatos, centrales obreras y campesinas, instituciones afines al Partido Revolucionario Institucional que era el garante de la estabilidad forzada y la continuidad del Presidencialismo. Finalmente, se tenían a las fuerzas armadas, la fuerza del Estado para impedir la democratización. A los disidentes se les tenían reservadas las cárceles y en especial Lecumberri.

Para terminar los vestigios del viejo régimen es necesario que el presidente sea fuerte, que el Congreso General sea de mayoría partidista afín y que el pueblo participe activamente en el mismo rubro. Esto hará ver que existe el mismo Presidencialismo pero si el gobierno se mantiene democrático salvara la situación. Sin embargo, hay una radical diferencia entre el antiguo régimen y el que se está creando; el segundo recibe su fuerza de la ciudadanía libre y consciente que bien puede retírasela o perderla el gobierno electo por corromperse, tener excesos u otra forma torcida de política democrática.

En resumen, no se puede hablar de un Nuevo Presidencialismo porque el presidente electo ni siquiera ha tomado posesión de su encargo. No se deben lanzarse vaticinios sobre la realidad futura porque esta se presentara según transcurra el tiempo, es decir, a su tiempo. Tampoco debe espantarse a los ciudadanos con hechos catastróficos pues hasta ahora todo lo que se ha dicho en contra del gobierno electo ha sido con el afán de mermar su legitimidad y, legalidad y así obstaculizar su trabajo. Todos los factores que confluyen para la creación del nuevo régimen no permiten ver la forma total ni el fondo más que en pinceladas. Es tiempo de espera, no demasiada y se verá.