Como hemos de estar ralos de intelectuales que,
apelamos a las declaraciones o escritos de Enrique Krauze, como guías de la
vida política. Krauze, que tiene una única vena que lo guía, la forma y fondo
de pensar y escribir de Thomas Carlyle, en concreto de su obra “Los héroes”. Allí
están los conceptos o gérmenes de conceptos y visión con las que Krauze, el árido
historiador endilga su corta visión de la vida y de la política.
Ciertamente, Andrés Manuel, no tiene muchas
veces la serenidad para afrontar los ataques que le hacen sus enemigos políticos
como cuando dijo “Al Diablo con sus instituciones”, que dio pauta para tildarlo
de intolerante y, anti democrático y lo es en lo formal, no hay remedio; con
todo, todo lo que se diga es mera especulación con relación a la realidad.
¿Lopez Obrador cuando ha gobernado es intolerante y antidemocrático?, la
respuesta es no, puede tener fallas como cualquier otro ser humano pero no la
mala intención.
Ahora bien, Krauze, para emitir un juicio tiene
como base únicamente las declaraciones de López Obrador nunca la realidad
porque si tuviera en cuenta la realidad estaría en un manicomio. Quienes en la
realidad envían al diablo las instituciones son los priistas y panistas. En
efecto, Vicente Fox, tuvo la oportunidad de desmantelar la estructura mafiosa
del Partido Revolucionario Institucional, y lo que hizo fue traicionar al
pueblo y seguir con la corrupción priista. Felipe Calderón, desató una guerra
que tiene como resultado miles de muertos y, no es que no se deba combatir la
delincuencia organizada pero no de la forma tan descabellada y desorganizada
como lo hizo. Enrique Peña Nieto, al darse cuenta que se terminó el régimen priista
ha ido destruyendo a todos los órganos del Estado y, a sus instituciones. Prácticamente
no hay ninguna institución o dependencia del gobierno que no esté en franca
decadencia, en inoperancia. Todas las Secretarias han servido para los fraudes electorales.
La flaqueza del Estado y la forma de vida paupérrima en todos los ámbitos se
los debemos al Partido Revolucionario Institucional y, a sus cómplices, el
Partido Acción Nacional y al Partido de la Revolución Democrática.
Andrés Manuel, no ha mandado en los hechos a
las instituciones aunque no es muy fructífero ni elegante manda a las
instituciones al diablo. Con todo, las especulaciones de los enemigos de López
Obrador, deben tomarse con las reservas debidas mientras que, la corrupción de
Peña Nieto, de sus cómplices, las de Ricardo Anaya, deben combatirse porque son
reales sin ninguna duda.
Krauze, el Quijote mexicano que cree combatir
gigantes endemoniados, ojala despertara de su sueño dogmático y se diera cuenta
de lo errado que ha estado y en silencio purgue condena. Nos hacen falta ideas
nuevas con la mayor riqueza de variedad y de profundidad para poder salir de
esta endemoniada aridez del monologo krauziano. Puro conservadurismo servil al régimen
de un historiador del formol.
Finalmente, el pueblo debe estar al pendiente
de los hechos y actos de Peña Nieto, conociéndolo no resistirá la tentación de
volver a usar las instituciones, órganos, dependencias del Estado para tratar
de dejar en el poder a José Antonio Meade. Peña Nieto, el verdadero destructor de las
instituciones, el desdeñador de la república y de la democracia. Eso sin contar
su corrupción, impunidad y cinismo.