jueves, 8 de febrero de 2018

LIBERTAD DE EXPRESIÓN ESTILO TELEVISA




Los males viajan en tríos, y en esta ocasión el trio está integrado por Jesús Silva Herzog, Enrique Krauze y Raymundo Riva Palacio. Estos tres actúan en concierto contra de Andrés Manuel López Obrador, camuflados en la “Libertad de expresión”, “La objetividad” y en “El intelectualismo”. Otra triada que deviene en perversa por la forma en que se maneja.

Andrés Manuel, no puede estar libre de critica alguna, por el contrario, debe ser criticado hasta en lo mínimo en virtud de que, el escrutinio sano va enderezando lo que se tuerce o desvía de la democracia. Eso que se llama libertad de expresión es una de las garantías individuales constitucionales de los gobernados contra el gobierno y políticos.

Ahora bien, esa libertad de expresión debe ser general, de manera alguna se debe dirigir casi exclusivamente contra un personaje ni estar orquestado desde una empresa afín al gobierno. Jesús Silva Herzog se sabe públicamente es empleado de Televisa, junto con Enrique Krauze y al parecer Raymundo Riva Palacio, sigue los mismos pasos. Con esto se pierde la objetividad necesaria para la libertad de expresión.

Con relación a ser intelectuales, tanto Silva Herzog y Krauze, lo son de medio pelo. Basta con leer alguna de sus obras para ver con claridad que no tienen los conceptos certeros ni las ideas claras y distintas. Menos si se atrincheran en Televisa, a esta empresa no le interesa la verdad, la objetividad ni la libertad de expresión sino la manipulación de los hechos a través de las noticias. Una empresa como Televisa que tiene una programación basura tal y como se constata con únicamente ver la mediocridad de sus programas.

Primero fue Silva Herzog quien en su columna de Reforma critico a López Obrador, obteniendo respuesta del aludido. Inmediatamente salió a su defensa Krauze, quien también recibió respuesta. Completa la triada Riva Palacio, quien se suma a la crítica contra Obrador y a la defensa de Silva Herzog y Krauze. Esto sería perfectamente entendible si esa libertad de expresión fuera parte del pensamiento crítico que azota a todos los políticos.

En efecto, ¿Por qué esta triada no hace lo mismo contra Enrique Peña Nieto que, no únicamente declara barbaridades, dislates, mentiras evidentes y es el responsable de miles de muertes como ejecutivo federal y comandante de las militares?. Esto es demasiado sospechoso y si se une con la participación de los empleados de Televisa estas pruebas presuncionales dan claridad a la verdad que se busca.

¿Qué objetividad, imparcialidad y libertad de expresión pueden esgrimir los empleados de Televisa en sus críticas contra López Obrador?, ninguna. Su intelectualidad es aún más cuestionable, tipos de la vieja guardia del pensamiento priista. Nostálgicos de los días de gloria del Presidencialismo. Les parece que la corrupción imparable de Peña Nieto es insignificante en comparación con las respuestas que les da Andrés Manuel.


Con su silencio, Silva Herzog, Krauze y Riva Palacio, ante la corrupción institucionalizada, los excesos e impunidad del gobierno actual y de toda su zaga se convierten en cómplices del régimen. Su libertad de expresión no es tal sino la guerra sucia ordenada por Televisa, su intelectualismo no es tal sino ideología barata y su objetividad no lo es tal sino sumisión ante el poder económico de Televisa y el poder político de Peña Nieto. Esta triada son manso corderos ante el poder oficial y semi oficial y fieros lobos contra un solo personaje, el mismo que pone en peligro a sus amos.


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