lunes, 8 de abril de 2019

EL PUEBLO EN LA CUARTA TRANSFORMACIÓN





Concientizar a un pueblo de que es soberano y puede hacer uso de ese poder para un mejor gobierno es una tarea difícil pero no imposible. Es cierto que, por lo general al pueblo se le guía con toda clase de artilugios, que bien pronto lo prometido por los gobernantes se olvida, se corrompen las buenas intenciones y hasta regímenes enteros en breve tiempo. Pero esta es la razón central por lo que el pueblo de México debe mantenerse alerta y actuar en consecuencia ante la vacilación del actual gobierno ya sea para censurar o para apoyar al gobierno.

Esta llamada Cuarta Transformación, ha sido producto de una larga lucha de muchos partidos, de muchos actores, de muchos políticos de izquierda, de organizaciones y de muchos intelectuales. El resultado del uno de julio de dos mil dieciocho no se debe ver como el triunfo de un caudillo sino como un proceso integrador de corrientes de pensamiento y de ser diversos que dieron como resultado la aniquilación del viejo régimen Presidencial y de la posibilidad de la creación de un régimen democrático.

Enrique Krauze, introdujo el concepto de caudillo, imitando y trasladando el concepto de héroe de Thomas Carlyle y que básicamente es la idea errónea de ser los héroes, los grandes seres humanos los que hacen la historia de la humanidad, los que le dan sentido; los pueblos son únicamente masas guiadas por estos.

La obra de Krauze, “Un siglo de caudillos”, está escrita bajo esta sombra despectiva hacia el pueblo mexicano que, según la idea que sigue (los héroes-caudillos), en México son los que han forjado la historia mexicana. Una obra es por lo que dice, pero también por lo que no dice y en su libro Krauze se enfoca a los caudillos sin importar el pueblo mexicano que es una nulidad sin sus dirigentes. El termino mesías este escritor lo toma también del libro de Carlyle y lo usa con Benito Juárez, que antes que un hombre, un ser humano, le parece un mesías.

Claro, esta forma de historia hecha por héroes-caudillos esta desacreditada por y para los especialistas en historia pues no encuentra sustento en fuentes confiables, objetivas y comprobables. Pero eso no ha ocurrido con el pueblo mexicano que sigue creyendo que los políticos son héroes o caudillos que tienen la capacidad de sufrir o gozar de manera superlativa y perciben el norte que guiara los pasos de toda la nación dentro del Estado mexicano. No hay tal. El pueblo debe iniciar su transformación de únicamente ser gobernado a ciudadano activo que impulse hacia un determinado sentido democrático al Estado mexicano.  ¿Esto es posible?. Lo es. No en la medida ideal peros los ciudadanos mexicanos dieron muestra cabal de tener la consciencia y la acción política en las pasadas elecciones y francamente el resultado fue contundente, casi desapareció al viejo régimen y su sustento al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de paso le dio un llamado de atención severo al Partido Acción Nacional (PAN) y al Partido de la Revolución democrática (PRD).

No se debe permitir una nueva forma presidencial pues sería tanto como correr en el mismo lugar. Se debe crear un nuevo constitucionalismo que tenga como eje central la democracia, la justicia, la libertad, la vida en su conjunto y la sustentabilidad de la naturaleza entre otros rubros. La sociedad civil debe intervenir en la política y exigir cuentas a los gobernantes pues en caso contrario estará destinado a volverse nuevamente en vasalla de una nueva élite política sin experiencia y sin ideología.

Esta Cuarta Transformación no se sabe en que acabará como no supieron en que acabaron los iniciadores de las tres anteriores y que bien pueden verse sus defectos, limitaciones y avances. Y, si no se tiene consciencia de los peligros en estos momentos no se les podrá combatir y anular. El gobierno solo es incapaz de transitar hacia la democracia, los murallones que se deben desbordar son muy altos y están bien resguardados por quienes han sido despojados del poder público y por los que sienten amenazados sus intereses económicos.

Es evidente que no se escogieron fría y cualitativamente a los candidatos y ahora funcionarios públicos dentro del partido ahora en el poder, se hizo una leva con la esperanza de ganar si se logró el objetivo, pero es claro que no podrán ni crear ni conducir al pueblo hacia la democracia. No tienen ideas claras, distintas y viables para crear un nuevo régimen político y ante las carencias adiós plan. Ante esta realidad, se creará, pero de manera pragmática y a tientas como si se estuviera en plena oscuridad.

Diversos políticos en el gobierno actual han dado claras e inequívocas muestras de no estar capacitados para ejercer cargo alguno. Esto no debe ser motivo de alarma exagerada, pero si un llamado al pueblo a no dejar que actúen sin ton ni son so pena de echar a perder esta inmejorable oportunidad de transitar hacia la democracia y todos sus derivados. Para ello se debe dejar de pensar en los caudillos como fuentes de todas las soluciones y lograra gradualmente que se integre un binomio gobierno/pueblo que logren la meta clave: un Estado sano, fuerte y abierto hacia esta nueva realidad. No más caudillos sin tomar en cuenta al pueblo y no más pueblos sin caudillos democráticos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario