lunes, 29 de abril de 2019

EL DESTINO DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL




El Partido Revolucionario Institucional fue el resultado de dos experimentos anteriores el Partido Nacional Revolucionario (PNR-1929) y el Partido de la Revolución Mexicana (PRM-1938), hasta que en consolido el Partido Revolucionario Institucional (PRI-1946). En los tres casos esta la idea de explotar los frutos ideológicos de la revolución mexicana de 1910 y no abandonaran esta idea nunca aunque los tiempos cambien.

La legalidad del régimen Presidencial priista será la que el propio partido y gobierno impongan. La legitimidad tendrá su base en que son los gobiernos priistas los que harán realidad los anhelos de libertad, legalidad, legitimidad, justicia, trabajo, casa, educación y todo lo que necesitaba la nación mexicana a través de apropiarse de los frutos de la lucha armada, de los colores, escudo y de construir un monopolio político bien acorazado contra la disidencia y los demócratas.

Es en este contexto en que nace el PRI, como un partido único de Estado que tenía como objetivo cuidar que no hubiera disidencias aglutinando en tres grandes sectores a la población; el obrero, el campesino y el popular controlados por sindicatos, centrales obreras y campesinas. Dentro del régimen se podía vivir con cierta soltura, fuera del mismo significaba una sentencia de muerte o la cárcel. No había más.

Otro de los fines del PRI era fungir como bolsa de trabajo para los priistas disciplinados; era tanto como un padre severo que sancionaba o premiaba a sus militantes. Es clásica la frase que se le atribuye a Fidel Velázquez “Quien se mueve no sale en la foto”, es decir, los indisciplinados no tendrán puesto público.

El PRI tenía todo o casi todo lo necesario para mantenerse como se mantuvo en el poder. Se convirtió en heredero de los frutos e ideología emanados de la revolución. Nació como partido único de Estado y por esta razón tenía el presupuesto que tenían a bien asignarle las cúpulas; es decir, nació como un niño rico y mimado que el buen padre atendía a las mil maravillas.

Elección tras elección el partido surgía ganador y cuando comenzó a tener competencia a finales de los años 80s del siglo pasado simplemente cometía fraudes electorales. Si bien esto le hacía ganar elección tras elección lo privaba de la práctica de competir con leyes distintas en las que había nacido y crecido. A la sazón se tendría que enfrentar en elecciones con leyes que tendían gradualmente a la igualdad electoral y en ese campo se verá como se vio toda su incapacidad en la lucha democrática.

Esa falta de saber práctico en el campo de la incipiente democracia llevo al PRI a aliarse con el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática que como se verá más adelante no fue más que aceptar por parte de los tres partidos que sentían y presentían su caída. El triunfo del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el uno de julio de dos mil dieciocho fue la combinación de diversos factores, tanto internos como internos pero que me ocupare únicamente de la descomposición del régimen político en el entarimado de las leyes electorales.

Bien, el poder ejercido durante tanto tiempo tenía ya desgastado al PRI y al régimen pero se negaban a morir y fueron sucedidos por el PAN que adopto a las mil maravillas este régimen, le sentó bien el viejo traje y ante el temor de una nueva fuerza política (Morena), se unieron estos partidos más el PRD, en el “Pacto por México" y ya se estaban planteado gobiernos de coalición para no perder el poder político. No les funcionó. Los efectos de las elecciones del 2018 son conocidas y sería ocioso tratar sobre ellas.

La pregunta es ¿puede el PRI competir en las actuales condiciones para no desaparecer?. Número uno, ya no tiene el erario federal para hacer política; es un rico venido a menos; número dos, tienen deudas por todos lados por los préstamos solicitados; número tres, nunca han luchado por el poder político en condiciones de tanta debilidad; número cuatro, el desprestigio que tienen ante el pueblo los tiene vulnerables, es como una maldición decirse priista, hay una consigna ciudadana de desaparecerlos; número cinco, ya no pueden hacer uso de los ideales y la ideología emanada de la revolución pues precisamente han ido en contra de los ideales y la ideología de ser soberanos, de autodeterminación, de la educación, seguridad pública y todos los servicios básicos que debería otorgar y proteger el Estado mexicano y número seis, tienen ante sí un gobierno que, está desmantelando la estructura priista en los tres niveles de gobierno. Los priistas han agotado todo su crédito ante la ciudadanía.

Tienen una leve esperanza. Que este gobierno fracase y en consecuencia, en las elecciones de 2021 puedan lograr detener su extinción. Se ve francamente difícil por no decir imposible pero existe la posibilidad. Con todo, la posibilidad de extinción del PRI es abrumadoramente mayor que su existencia. Han perdido la hegemonía en el Congreso General, en la mayoría de los estados y municipios con lo cual se colige que las leyes ya no les serán propicias para los fraudes electorales ni para la 

competencia en las mismas condiciones con los demás partidos y menos contra Morena.

Por si esto fuera poco, los priistas tienen en contra la convicción general del pueblo de que este partido ya no debe gobernar y contra eso, en las actuales condiciones, no pueden hacer prácticamente una sola acción. Tienen en contra tanto la legalidad como la legitimidad que nunca les importo conseguirlas. Este es el panorama general en un cambio de régimen o de época, una extrema debilidad del viejo régimen y una fuerza desbordada del nuevo.

Como colofón el PRI tiene una sensible pérdida de ideólogos, de cuadros, de enlaces, de su movimiento territorial y de todo tipo. Si se suman todos los factores en estos momentos se tendrá un cuadro lo más completo posible para llegar a la convicción de estar ante el preámbulo de la desaparición del PRI. Antes de las elecciones del 2021, estarán las del próximo dos de junio de dos mil diecinueve donde se elegirán dos gubernaturas, tres congresos locales y ayuntamientos. Esta será su primera prueba de fuego del PRI, de esta depende su futuro pues en caso de seguir perdiendo será muy difícil que se recomponga para las siguientes. Por lo pronto los priistas, no tienen ni ideología ni fe en ellos mismos y sin fe adios planes. 


sábado, 27 de abril de 2019

LEGALIDAD Y LEGITIMIDAD




Voy a explicarles a los politólogos, a los periodistas y a todos los que no entienden este momento político las dos razones principales por las cuales Andrés Manuel López Obrador, tiene ese poder sin para que tantos políticos ambicionan. Conversábamos el día de ayer (26/04/2019), Benjamín Ortiz Flores (Una cabeza clara), y su servidor sobre este tema y los seres humanos extraordinarios y los valores hasta que caímos en la persona de López Obrador. ¿Qué tiene este hombre que les falta al resto?.

Los políticos en el viejo régimen no necesitaban la legalidad para gobernar por la sencilla razón de haber sido, en general, un régimen de la legalidad simulada; su símbolo lo fue el sistema penal, donde la prueba reina descansaba en una única prueba, la confesional, obtenida esta se relevaba a las partes de todas las demás. Por eso, la tortura en todas sus formas imaginables e inimaginables era la constante. Un síntoma de haber cambiado las circunstancias y la caída del régimen, lo constituye el nuevo sistema penal oral adversarial. Que los abogados estén en igualdad de condiciones respecto a los fiscales es una gran ventaja y que lo declarado ante las autoridades tengan condiciones de respeto a los derechos más elementales es ni más ni menos que la legalidad. Y, entrar al camino de la legalidad con un derecho científico significa un cambio radical de ser del Estado mexicano. No digo que esto sea suficiente ni perfecto para retomar el camino de la buena convivencia e impartición de justicia que es la base de lo primero, pero si un buen inicio que se debería no abandonar sino profundizar. Queda mucho por hacer.

Bien, la legalidad fue lo que se impuso a pesar de los pesares en las elecciones del uno de julio del dos mil dieciocho. Se había intentado que ya no hubiera frades electorales que eran la base del régimen Presidencial, es decir, la ilegalidad campeaba. A todos nos pilló el resultado electoral, incluido al propio al ahora presidente. Dentro del régimen se venía gestando un cambio insospechado que yo entreví y que esta manifestado plenamente en mi obra “El Fin del Estado Moderno en México” “El Fin de la División de Poderes”, (Publicada antes de las elecciones), pero sinceramente no preví la magnitud de los hechos.

Antes que legal este cambio fue moral y de allí devino en legal. Los electores cambiaron su moralidad secreta e interiormente hasta el momento decisivo y con su moral nueva obligaron a los funcionarios públicos a ser legales. Fue asombroso ver salir al Consejero Presidente del Instituto Nacional electoral, para dar la buena nueva de tener como virtual ganador a López Obrador. Ese momento fue devastador para los viejos políticos que regenteaban al Estado mexicano, se les había acabado el Estado como negocio, como forma de vida. No lo podían creer, pero ante la realidad tuvieron que salir los dos candidatos a aceptar su derrota. Con ese acto se avanzaba en la legalidad y se abandonaba la ilegalidad.

Es esta convicción popular de legalidad uno de los sustentos de Obrador. Puede decirse lo que quieran y gusten, pero todos los anteriores presidentes tenían cuestionada su legalidad. Gobernaron sin que el pueblo Ese fue siempre su talón de Aquiles. En cada ocasión que, por lo menos, los tres ex-presidentes anteriores al actual quieren alegar algo en su favor, el pueblo les echa en cara su ilegalidad. Se podía gobernar con la fuerza del Estado, pero sin pueblo y sin este el régimen más temprano que tarde caería. Los políticos del viejo régimen no vieron que libre el pueblo de sus ataduras pondría todo patas arriba.

Claro que se puede alegar que, todo en el régimen Presidencial era legal y lo era, pero sin democracia, sin una legalidad general sino impuesta por una élite política. La nueva legalidad no significa que los problemas estén resueltos, pero es un reinicio de las viejas luchas de los liberales demócratas (Eso da para un análisis largo y profundo), y encaminan al Estado por un nuevo derrotero que particular y concretamente no se sabe a cuál puerto llegará, pero si navega en los mares de la democracia no puede menos que, pretender llegar a un puerto en donde este la bandera con la palabra democracia. Pero este no es un hecho futuro seguro sin el trabajo y obra de gobierno y pueblo.

La otra base del gobierno actual es la legitimidad. Y, la legitimidad, a diferencia de la legalidad que es el procedimiento, es el sustantivo íntimo de reconocer al gobernante como el portador de esa mágica facultad concedida por el pueblo de ser el indicado para gobernar. Esa aceptación intima es lo que le da a Obrador esa coraza impenetrable contra sus enemigos. El pueblo está dispuesto a pasarle por alto algunos errores no graves y que la oposición se encarga de magnificar en la mayoría de los casos (otros no son pasables como los asesinatos ni masacres), y quizá haya aquí un dejo de venganza contra los representantes de la oposición.

Que el pueblo esté dispuesto a corear lo que hace el nuevo gobierno y haga polvo a la oposición es fruto de la legitimidad. Incluso, la mayoría de gobernados están dispuestos a pagar un alto precio si con ello se sacuden los viejos ropajes del anterior régimen político. ¡Qué tiempos!. Y, esto no se detendrá, esto se verá en las próximas elecciones.

Se dice que el pueblo, las masas cuando intervienen únicamente lo hacen violentamente y se tiene el caso mexicano en donde para terminar con lo viejo el pueblo no intervino violentamente en lo material sino íntimamente y en las urnas. La soberanía del pueblo se vio ejercida de manera brutal, pero sin sangre. Esto es síntoma de madurez del pueblo. ¡Abrazos no balazos!, ha dicho el presidente.

La legalidad y la legitimidad, los dos elementos centrales del poder son el monopolio que ahora detente el actual presidente. Los políticos oficialistas nunca les importaron el pueblo más allá del discurso, esto lo sabían y lo saben los electores y pusieron orden inicial a tanta corrupción, tanta ilegalidad e ilegitimidad. Y, precisamente ahí radica todo. Si los políticos quieren ganar deben ganarse primero al pueblo siendo demócratas, legales, legítimos y libres de corrupción en la medida de la realidad. Ese es el mandato de las pasadas elecciones.

La jornada es larga y peligrosa pero el pueblo encontró el camino hacia la democracia. Habrá sin sabores, amarguras, decepciones, frustraciones y todo lo que conlleva la vida, pero la nación debe ver la gama del horizonte sin perder la fe sobre sí mismo y sin desmayar construir en todo momento lo positivo; lo negativo siempre nos acompañará irremediablemente. Pocos extranjeros saben que metafóricamente el pueblo mexicano, siendo pluricultural es, una nación de corazón alegre. Los políticos, en su mayoría lerdos dan al traste con la creatividad de la nación mexicana.

El pueblo mexicano en más de un siglo ha padecido una dictadura personal (la de Porfirio Díaz) y la dictadura de un partido único de Estado (la del Partido Revolucionario Institucional), y ha salido fortalecido y a pesar de todo hay alegría en medio de todos los peligros cotidianos. Por ahora es momento de pensar el futuro, querer el futuro y construirlo en los términos posibles de esta Aldea Global. Gloria y larga vida al pueblo mexicano al cual pertenezco.  



miércoles, 24 de abril de 2019

LA MORALIDAD EN LA CUARTA TRANSFORMACIÓN





Se cree de común que, se deben ver los hechos de una manera determinada y única. La parcialización del conocimiento en diversas ciencias ha traído como consecuencia la ceguera en todas las demás áreas del saber. El abogado se zambulle en las leyes y nada interminablemente en océanos de los que es incapaz de salir, igual les pasa a los médicos como a todos los demás profesionistas. El nivel de desinformación es increíble.

Lo que se vive hoy es consecuencia de la larga lucha que han hecho el pueblo y sus líderes significativamente desde 1968 y recontinuada en 1988 y con cada nueva elección en los tres niveles de gobierno hasta que el régimen priista cayó en las condiciones ya sabidas. Es decir, toda esta lucha en su aspecto procedimental conforma un proceso muy singular. Y, seguir los pasos de este proceso es intentar entender su ser, su naturaleza que se atisba tan luego se interna en el mismo.

Ahora bien, se presentan paradojas y hechos que invitan al análisis. La descomposición del régimen político se veía con cada elección presidencial pero también con la lucha por las gubernaturas, senadurías, diputaciones federales, locales y en las municipales. Es un todo que se debe vincular en aras de su unidad y para su estudio. No debe separase arbitrariamente lo que tiene unidad y la vida de cualquier pueblo como la de los mexicanos es contiene unidad. Pero se está con la idea de

En efecto, esta transformación no solo es política pues los mexicanos como cualesquiera ser humanos tienen intereses económicos, sociales y morales entre otros. Y, creo que esta transformación ha sido también moral. Ahora se hace claro que los ciudadanos mexicanos venían cambiando su moral al irse percatando de la descomposición moral de los gobernantes tradicionales. El pueblo fue tanteando las intenciones de los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional como los del Partido Acción Nacional y se dieron cuenta claramente que la alternancia no fue en beneficio del pueblo con la decadencia moral, la corrupción con toda impunidad.

Es significativo que muchos panistas y ricos que antes combatían a Andrés Manuel López Obrador en estas elecciones francamente lo apoyaban y apoyan. ¿Qué pasó?. Muchos panistas de primera línea se dieron clara cuenta de que esta alternancia era una mera simulación pues los que llegaron al poder no obstante abollar el régimen priista seguían con la decadencia moral (Lo moral que había sido su principal virtud) seguida de la corrupción e impunidad. Con los ricos paso exactamente lo mismo y cayeron en la cuenta de que, el discurso del socialismo no era otra cosa que un embuste.

Pero no únicamente los lideres o caudillos como cree falsamente Enrique Krauze son los que influyeron en la caída del régimen político ni siquiera fue el mesianismo de López Obrador pues el todo no lo seria sin la participación del pueblo. No son los caudillos los que moldean a las masas, sino que estas toman consciencia y deciden. La decadencia moral de los gobernantes se había hecho ya patente y gobiernos como el de Miguel de la Madrid intentaron una “Renovación moral”, pero la ambición desbordada de los gobernantes siempre había sido más poderosa hasta que una buena porción de ciudadanos mexicanos llegaron a la convicción de que deberían cambiar ese régimen de hipócritas.

Este hecho formidable en que intervinieron masas de mexicanos es inédito en toda la historia de México. Se dice que las masas cuando intervienen lo hacen violentamente. Los ciudadanos mexicanos intervinieron en masa, pero no violentamente y eso es meritorio, muy meritorio. Los ciudadanos decidieron desde antes de las votaciones el fin del Presidencialismo (Ya estaba obsoleto), y dieron su visto bueno al nuevo gobierno para que se creara un nuevo régimen político. Este cambio no solo es por parte de los lideres sino del pueblo que tomó consciencia; no es únicamente legal sino legítimo y moral. No se le puede decir a los ciudadanos “Ustedes vayan y cumplan ciegamente su derecho legal de votar sin que intervenga su moral”. A los ciudadanos no se les pueden mutilar sus sentimientos y acciones morales: los seres humanos actúan movidos no únicamente por la ley, ni por la racionalidad sino también por sus sentimientos y su moral.

Ni los profesionales del análisis político pudieron prever el resultado de las votaciones el uno de julio del dos mil dieciocho. Sorprendió a propios y extraños. Y, sigue extrañando que no solo no haya disminuido la aceptación al nuevo gobierno, sino que activamente muchos ciudadanos lo sigan apoyando. El pueblo no sabe en qué terminará esta llamada Cuarta Transformación, pero si sabe que no debe permitir ya más un régimen obsoleto, decadente y corrupto. Es significativo que los ciudadanos en masa sigan actuando activamente en la destrucción del viejo régimen Presidencial y apoyando a la construcción de uno nuevo en donde impere la democracia, la justicia, la legalidad, la legitimidad y demás elementos que sean necesarios para el saneamiento del Estado mexicano.

Después de que se tenga la seguridad del no regreso del viejo régimen totalitarista, es deseable que la oposición, hoy, francamente en estado lastimoso, se recomponga y sea un verdadero contrapeso de equilibrio de poder ante el gobierno. Es sabido que los políticos cuando llegan al poder público se olvidan del pueblo y se vuelven corruptos en general. Es por ello que no debe quedar el gobierno sin una oposición fuerte.


Es deseable que un buen porcentaje del pueblo participe activamente en la búsqueda de la democracia plena. Ese es el anhelo desde hace mucho tiempo. Quizá deberíamos situar este momento desde la Primera Transformación, Segunda y Tercera. Si se hace un recuento de estos momentos se diría que se ha logrado cada objetivo particular a medias y con un costo alto. Siempre la guerra, la economía devastada, muchos muertos y altos costos en todos los rubros. El gobierno y el pueblo deberían estar alertas para no perder el rumbo que se quiere.

lunes, 22 de abril de 2019

DE LA TORRE DE BABEL HACIA UN NUEVO RÉGIMEN POLÍTICO





Hacer una crítica o análisis definitivo del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, a escasos seis meses es un error que se entiende por todos los intereses políticos, económicos y sociales se han trastocado; con todo, esto se debe valorar de manera parcial para seguir sumando los siguientes juicios hasta que se complete el ciclo. La mayoría de las declaraciones, aun las de los profesionales, no son más que, gritería y trompetería que no abona a la claridad sino a la confusión. Las redes sociales se han convertido en el nuevo Foro romano, en donde se sacrifica la serenidad a favor de lo vulgar. Cualquiera juzga sin tener la mínima calidad profesional, la practica o conocimiento de la causa. Imaginen periodistas escribiendo a destajo sobre política y, a partidarios políticos caminando sobre su propia doxa, cosa de locos.

La oposición está verdaderamente anclada en una debilidad lastimosa que, no hace otra cosa que dejarse llevar por la impotencia y pedir lo que no va a suceder, la renuncia del actual presidente de la república. Para ello, hace falta mucho más que, las solicitudes que hacen. Si se tiene en cuenta que la oposición es la combinación de políticos de diversos partidos que no mucho tiempo atrás estuvieron en el poder, se puede concluir que son co-responsables del actual estado lamentable en que se encuentra el Estado mexicano.

Vicente Fox y Felipe Calderón, como titulares del órgano ejecutivo federal, tienen sendas sentencias reprobatorias, tanto a nivel técnico como a nivel popular. Dolidos por su fracaso de imponer el “Reino de Dios en la Tierra”, es decir, unir el Estado Eclesiástico y el Estado Laico, para siempre fue un rotundo fracaso y esta, es la base para que todos los días hagan públicamente, mediante tuits, su furia desencadenada que se pierde en desiertos infinitos. Pierden toda cordura y dignidad con sus, francamente, vulgares y descabelladas opiniones, siendo que son la causa de las actuales circunstancias políticas, económicas y sociales; eso sin contar con su correspondiente corrupción e impunidad.

Todo esto, vuelve las circunstancias, un símil de la mítica Torre de Babel. No hay reconciliación posible entre las partes; esto no será obstáculo para que se transite hacia un nuevo régimen político, económico y social que no está predeterminado de manera alguna. Esto será un proceso que se ira tejiendo, construyendo por todos, ya sea por acción o por omisión, lo mismo da. Las fuerzas desatadas están trabajando sin descanso y darán su resultado todavía sin figura completa; únicamente se puede prefigurar entre la niebla con estas limitaciones.

Una profecía si se puede hacer, el viejo régimen político ha caído para no levantarse nunca más. El Partido Revolucionario Institucional y Presidencialismo fueron creados en el seno del Estado, crecieron y florecieron, el primero como tierra fértil que cuidara al segundo con toda una coraza bien diseñada para que durara largamente y esto se cumplió. Pero nunca tuvo la característica de ser democrático, es decir, de estar hecho para la contienda con otros partidos políticos. El poder político y económico le venían de la estructura gubernamental; existía una correspondencia univoca, el partido abastecía de políticos al Estado y este, nutria al partido con dinero. Por si esto fuera poco, habían sindicatos obreros, campesinos, centrales obreras; en resumen todo el Estado tenía una teleología, la conservación del régimen totalitarista. Esto se ha esfumado en un porcentaje que ya no le alcanza al Partido Revolucionario para regresar al poder; todo apunta hacia su extinción.

Si la complicidad entre el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), fue ampliamente derrotada por los votantes y la sociedad mexicana es de esperarse que no les sea rentable una nueva asociación partidaria pues esa ideología que tuvo como símbolo “El Pacto por México”, ha quedado inviable, es como un anatema que gravita aun sobre estos tres partidos. En consecuencia, el PAN y el PRD deben intentar sobrevivir en las siguientes elecciones para poder recomponerse porque en caso contrario, el PRD desaparecerá y el P]AN quedará aún más maltrecho. Evidentemente esto no conviene a la vida política democrática. La oposición, una buena oposición es necesaria para la democracia. Se corre el riesgo de un nuevo presidencialismo y un nuevo totalitarismo que en el mismo contexto no se ve todavía siniestro pero el riesgo tampoco se disipa.

Del lado del Movimiento de Regeneración Nacional, debe (si quiere una verdadera transformación), terminar de estructurarse y profesionalizar a sus militantes pues no obstante el triunfo, no le alcanza para lograr su objetivo, terminar con el régimen presidencialista e imponer la democracia. La abigarrada composición en sus cuadros es ambigua; los políticos que se han sumado, en la mayoría son impresentables y, no es que no se vea la necesidad pragmática de sumarlos para el triunfo, pero ese es su talón de Aquiles.

Otro de los puntos flacos que tiene Morena, lo es la inmadurez y hasta la ignorancia casi absoluta de muchos de sus funcionarios. Si estos no maduran o se esfuerzan por lograr ser parte activa del gobierno el mismo, ira perdiendo la fe popular y ya hay síntomas de ello. Es claro que, por puro pragmatismo López Obrador ha permitido que su gobierno se nutra de políticos de los más diversos partidos con lo que la ideología ha quedado de lado y la ciencia política ni se diga.

En resumen, tanto la oposición debe volverse una oposición de por lo menos buena calidad; Morena debe terminar de conformarse, imponer una ideología y formar cuadros políticos de verdadera naturaleza propia y de alta calidad, el gobierno le corresponde elevar su eficiencia y el pueblo seguir vigilante para que, entre todos se dé como resultado un nuevo régimen político democrático como base del nuevo Estado mexicano.

Si así lo hicieren, estarán todos los actores políticos (incluyendo a los empresarios), con su responsabilidad histórica. En caso contrario, se volverá a repetir lo que han sido las tres anteriores Transformaciones, triunfos a medias y a costos incalculables. De lo que se trata pues es transitar de las circunstancias caóticas de mítica Torre de Babel hacia la construcción de un nuevo régimen político donde ningún sector quede excluido.

domingo, 21 de abril de 2019

SOLEAD MOLDEADORA Y RENACER





Es duro vivir en soledad pero únicamente los solitarios saben de sus beneficios cuando han logrado hacer de la soledad su hábitat. Entre la multitud esta de moldea sin cesar hasta hacerte perder tu propia identidad originaria entre risas hechas por moldes. En la soledad tú eres quien se moldea según tus alcances y, entonces puedes reír sin necesidad de público y este encuentro, será e decisivo en tu renacer. El mundo te será extraño y tú un extraño con otra perspectiva.

EL NÉCTAR Y LA PROPIA MIEL





No abreves siempre en el manantial de lo hecho por los demás pues aunque conforta es amargo. Complace tus propios gustos. Avanza, siempre avanza por los caminos más difíciles, recogiendo siempre el magro néctar de las escasas flores y trabaja arduamente hasta lograr miel, tu propia miel.   

jueves, 18 de abril de 2019

EL FUTURO DEL ESTADO MEXICANO




El presente inmediatamente se vuelve pasado. A menudo se hacen juicios sin tener en cuenta la realidad. La pregunta es ¿Cuál será el futuro de México?. Será lo que esté pasando por la mente de algunas personas; no de grandes masas sino por algunos y punto. La mejor forma de convivencia humana lo ha sido el Estado que, tiene una larga historia y se puede rastrear hasta la Ciudades-Estado en lo que hoy es Grecia. Más de mil ciudades-Estado, se dice que existían y peleaban entre unas y otras. La más famosa guerra en ese territorio la sostuvieron los espartanos contra los atenienses y resulto en un desastre para ambas partes. Esparta desapareció sin dejar y Atenas quedo muy empobrecida.

La historia de la nación mexicana también se puede ir reconstruyendo y viendo las peripecias que han pasado para que ahora haya un pueblo llamado mexicano. Antes de la conquista el imperio mexicano tenía una unidad política artificial sostenida por las armas. Esa unidad política fue dinamitada por la mecha compuesta por un puñado de lo que hoy es España. No había identidad entre los más de trescientos pueblos que conformaban el imperio mexicano cada pueblo añoraba su forma de ser y querían la libertad, pero esta siempre es huidiza. No resulto en libertad la caída de México-Tenochtitlan, sino en servilismo. Tuvieron que pasar trescientos años para que se diera la independencia. Durante este tiempo se fue forjando lentamente la identidad entre los descendientes de los diversos pueblos hasta conformar la nación.

A partir de 1821, después de la independencia, hay una gran incertidumbre a la hora de decidir qué rumbo tomaría el Estado mexicano. Las alternativas eran ser una monarquía que ya no existía y los conservadores fueron a buscarla al extranjero; los liberales no se decidían por fundar una república centralista o federalista. Fue con el gobierno de Benito Juárez que el Estado mexicano logra consolidarse e iniciar relaciones diplomáticas con otros Estados (Estados Unidos de Norteamérica, Inglaterra etc.).

La democracia no puede florecer mientras sus ciudadanos no sean maduros y, sientan esa necesidad de ser más de lo que son pues ser es lo normal y superar esa normalidad es el impulso vital. ¿No siente el ser humano ser más de lo que es?. Eso es lo que tiene el ser humano, un impulso vital que lo impulsa a querer ser más. Esto parecería no tener relación con el Estado y la política, pero tiene estrecha relación pues son los seres humanos los que han creado el Estado y actúan con todas sus virtudes y vicios.

El Presidencialismo fue el fruto más poderoso que los generales revolucionarios crearon desde 1929 con la creación del Partido Nacional Revolucionario (PNR), que después en 1938, cambio a Partido de la Revolución Mexicana (PRM, para quedar en 1946 como Partido Revolucionario Institucional (PRI) y no paso mucho tiempo para que e se sintiera esa falta de libertad y, a partir de 1968 se fuera minando el régimen; lenta pero inexorablemente hasta que cayó, en definitiva  en pasado uno de julio de dos mil dieciocho.

En el Estado mexicano estaba ya el régimen Presidencial como un todo acabado, pero a algunas personas querían que el Estado mexicano no fuera esa coraza que negaba la libertad. La vida es siempre dinamismo mientras que el Estado va a un ritmo mucho menor que sus ciudadanos e incluso que la nación. Ahora bien, el régimen político presidencialista era un verdadero estorbo para el pueblo mexicano que de manera constante busca liberarse de los malos gobiernos y en la historia reciente, se puede tomar el movimiento que agrupo a muchas corrientes de izquierda en el Frente Democrático Nacional que encabezó el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas como el ataque decisivo contra el régimen. La unión de estas fuerzas políticas daría como fruto el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que dio la pelea hasta que se unió al oficialismo.  

A menudo se piensa a lo Enrique Krauze y se cree que son los grandes líderes o caudillos como los llama el, los que hacen la historia y que las masas solo sirven para ser dirigidas. Pero durante este periodo (1988-2018), se vio como los lideres planeaban como acabar con el régimen y como el pueblo respondía a esas ideas hasta que, un porcentaje necesario de la ciudadanía llegó, antes de las elecciones, al convencimiento que la política debería cambiar, de que ese régimen político ya no respondía, desde hace mucho tiempo a los anhelos de los mexicanos. Se cumplió con el objetivo de 1988 y con una historia todavía más antigua. El binomio lideres/pueblo dio su fruto democrático. El régimen cayó para no levantarse nunca más.

Todavía hay una buena parte de políticos y de ciudadanos que añoran vivir bajo el imperio del totalitarismo priista pero deberán irse acomodando a esta nueva realidad concreta y son necesarios para construir el nuevo modelo de régimen. En eso deben ocuparse o desaparecer. Hoy se debe pensar e ir concretando el futuro. La creación de políticos claros es lo que debería preocupar y ocupar a los líderes de los partidos políticos pues en ellos está el quehacer político, la construcción de un nuevo modelo político, el fortalecimiento del Estado y lo más importante la dignificación de la vida de los mexicanos.

Sería muy bueno que el pueblo mexicano impusiera su dinamismo al Estado y no al revés, tal y como ha contendido hasta ahora; que los gobernados sean moldeados por el Estado y no el Estado como reflejo de una nación fuerte. Y, una nación fuerte que tenga un fin común podrá dar sentido a su existencia. Esta Cuarta Transformación debe ser reconocida como una independencia de los mexicanos de un régimen presidencialista sostenido por un partido único de Estado. Nunca más la dictadura personal, de partido o de coalición de partidos. Para ello, se requiere la profesionalización de los políticos; no más políticos improvisados que den al traste con la incipiente democracia. Hacen falta políticos preclaros y eso es mucho pedir pues, generalmente son torpes y ciegos ante el caos de la vida. Pero por lo menos el intento se debe hacer o tener un grupo de políticos medianos, pero actuando en concierto para impulsar la democracia. La construcción del futuro del Estado mexicano está en esta hora tardía bajo el imperativo de querer ser más de lo que se es en potencia para ser lo que se está llamado a ser. 


domingo, 14 de abril de 2019

EL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA




Toda dominación tiene como eje central una ideología de superioridad/inferioridad, los que conquistan y dominan debe justificar para sí, primero ese hecho a través, generalmente del derecho divino; para después inculcarlo a los conquistados y dominados con el único fin de ocultar la verdad circunstancial que después se revela. En el caso mexicano se vio trescientos años que tal superioridad era un mito.

Imaginen ¿cómo ha podido sobrevivir la idea del descubrimiento de un continente llamado América cuando el nombre fue posterior?. Esto que hoy llamamos América no puedo haber sido descubierto pues ello implica que los habitantes de todo el continente no tenían siquiera del lugar en el que vivían. Sabemos que eran conscientes de su vida efímera, de su ser diverso, de los astros, matemáticas entre otras ciencias.

La ideología europea de que, únicamente se vuelve verdad la existencia siempre y cuando ellos lo sepan es una exageración. No se hubieran podido erigir culturas tan ampliamente conscientes si no hubieran tenido antes esas ideas ya maduras. En la economía, el arte, lo social, la axiología y la filosofía estaban lo bastante maduro como para haber llegado hasta donde llegaron algunos pueblos. Los propios españoles se admiraron de todos los adelantos encontrados en México, por ejemplo.

Por otro lado, lo fundamental debería ser que Cristóbal Colombo y demás navegantes hubieran tenido la plana consciencia de haber descubierto un continente no nuevo como lo afirma acertadamente Edmundo O´gorman, sino uno diverso a Europa, Asia y África. Pero eso no sucedió y Colon creyó haber llegado a Las Indias.

Esta anulación de consciencia de la vida es la que no se debe aceptar y amablemente rechazar para evitar la dominación cultural sin sentido. Los extranjeros pueden decir lo que les venga en gana, pero los mexicanos por lo menos debemos evitar aceptar todo lo que venga envuelto en coloridos ropajes de la ideología.


martes, 9 de abril de 2019

EL TIEMPO DE LOS SERES HUMANOS




Es bueno que el ser humano no sea inmortal. El tiempo de vida de los seres humanos es suficiente, en general, para todo, si es naturalmente bueno y toma conciencia de ello, será un modelo a seguir; si es malo por cualquier causa, su mal no será eterno y si pertenece a la mayoría pasiva no sufrirá eternamente.

POR Y PARA EL ESTADO



Un verdadero hombre creado por y para el Estado, lo fue Leónidas. Cuando Leónidas nació y en el entorno que creció, las leyes de Esparta, estaban en plena vigencia y con una fuerza admirable, se acataban sin mucho dudar. En eso residía el éxito de la Ciudad-Estado y el rey era el primero en acatarlas. La gerontocracia gobernaba sin piedad alguna.

Las madres espartanas tenían un amor muy sui generis. “Con el escudo o sobre el escudo”, les decían a sus hijos al despedirlos cuando iban a la guerra; es decir, o volvían victorioso o muertos sobre el escudo, pero no deshonrados. Tal forma de amor materna es muy poco frecuente verla. Así eran los espartanos.

Hasta en el amor eran dados a mirar por el Estado. Cuando Gorgo, la mujer de Leónidas, le pidió su parecer sobre que debería hacer con su vida pues, era seguro que no regresaría, le contestó que buscara un buen hombre, se casara y tuviera hijos. Es de admirar que, no sintiera celos, que le pidiera le guardara luto o siguiera soltera. No, tan hondo sentían los espartanos su deber con la Ciudad-Estado que, el mismo rey Leónidas (Tenían siempre dos gobernando), creyó prudente que su mujer tuviera más hijos, no para ella, sino para el Estado.

Mujeres tales, hombres tales, son raros de encontrar en la historia y mucho más en la vida actual. Claro, quizá ya no se deba consagrar la vida al Estado sino a la vida misma con esa pasión  inducida, libre de moralina; lejos de la decadente moral cristiana. Se tenía que decir y se dijo.

lunes, 8 de abril de 2019

EL PUEBLO EN LA CUARTA TRANSFORMACIÓN





Concientizar a un pueblo de que es soberano y puede hacer uso de ese poder para un mejor gobierno es una tarea difícil pero no imposible. Es cierto que, por lo general al pueblo se le guía con toda clase de artilugios, que bien pronto lo prometido por los gobernantes se olvida, se corrompen las buenas intenciones y hasta regímenes enteros en breve tiempo. Pero esta es la razón central por lo que el pueblo de México debe mantenerse alerta y actuar en consecuencia ante la vacilación del actual gobierno ya sea para censurar o para apoyar al gobierno.

Esta llamada Cuarta Transformación, ha sido producto de una larga lucha de muchos partidos, de muchos actores, de muchos políticos de izquierda, de organizaciones y de muchos intelectuales. El resultado del uno de julio de dos mil dieciocho no se debe ver como el triunfo de un caudillo sino como un proceso integrador de corrientes de pensamiento y de ser diversos que dieron como resultado la aniquilación del viejo régimen Presidencial y de la posibilidad de la creación de un régimen democrático.

Enrique Krauze, introdujo el concepto de caudillo, imitando y trasladando el concepto de héroe de Thomas Carlyle y que básicamente es la idea errónea de ser los héroes, los grandes seres humanos los que hacen la historia de la humanidad, los que le dan sentido; los pueblos son únicamente masas guiadas por estos.

La obra de Krauze, “Un siglo de caudillos”, está escrita bajo esta sombra despectiva hacia el pueblo mexicano que, según la idea que sigue (los héroes-caudillos), en México son los que han forjado la historia mexicana. Una obra es por lo que dice, pero también por lo que no dice y en su libro Krauze se enfoca a los caudillos sin importar el pueblo mexicano que es una nulidad sin sus dirigentes. El termino mesías este escritor lo toma también del libro de Carlyle y lo usa con Benito Juárez, que antes que un hombre, un ser humano, le parece un mesías.

Claro, esta forma de historia hecha por héroes-caudillos esta desacreditada por y para los especialistas en historia pues no encuentra sustento en fuentes confiables, objetivas y comprobables. Pero eso no ha ocurrido con el pueblo mexicano que sigue creyendo que los políticos son héroes o caudillos que tienen la capacidad de sufrir o gozar de manera superlativa y perciben el norte que guiara los pasos de toda la nación dentro del Estado mexicano. No hay tal. El pueblo debe iniciar su transformación de únicamente ser gobernado a ciudadano activo que impulse hacia un determinado sentido democrático al Estado mexicano.  ¿Esto es posible?. Lo es. No en la medida ideal peros los ciudadanos mexicanos dieron muestra cabal de tener la consciencia y la acción política en las pasadas elecciones y francamente el resultado fue contundente, casi desapareció al viejo régimen y su sustento al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de paso le dio un llamado de atención severo al Partido Acción Nacional (PAN) y al Partido de la Revolución democrática (PRD).

No se debe permitir una nueva forma presidencial pues sería tanto como correr en el mismo lugar. Se debe crear un nuevo constitucionalismo que tenga como eje central la democracia, la justicia, la libertad, la vida en su conjunto y la sustentabilidad de la naturaleza entre otros rubros. La sociedad civil debe intervenir en la política y exigir cuentas a los gobernantes pues en caso contrario estará destinado a volverse nuevamente en vasalla de una nueva élite política sin experiencia y sin ideología.

Esta Cuarta Transformación no se sabe en que acabará como no supieron en que acabaron los iniciadores de las tres anteriores y que bien pueden verse sus defectos, limitaciones y avances. Y, si no se tiene consciencia de los peligros en estos momentos no se les podrá combatir y anular. El gobierno solo es incapaz de transitar hacia la democracia, los murallones que se deben desbordar son muy altos y están bien resguardados por quienes han sido despojados del poder público y por los que sienten amenazados sus intereses económicos.

Es evidente que no se escogieron fría y cualitativamente a los candidatos y ahora funcionarios públicos dentro del partido ahora en el poder, se hizo una leva con la esperanza de ganar si se logró el objetivo, pero es claro que no podrán ni crear ni conducir al pueblo hacia la democracia. No tienen ideas claras, distintas y viables para crear un nuevo régimen político y ante las carencias adiós plan. Ante esta realidad, se creará, pero de manera pragmática y a tientas como si se estuviera en plena oscuridad.

Diversos políticos en el gobierno actual han dado claras e inequívocas muestras de no estar capacitados para ejercer cargo alguno. Esto no debe ser motivo de alarma exagerada, pero si un llamado al pueblo a no dejar que actúen sin ton ni son so pena de echar a perder esta inmejorable oportunidad de transitar hacia la democracia y todos sus derivados. Para ello se debe dejar de pensar en los caudillos como fuentes de todas las soluciones y lograra gradualmente que se integre un binomio gobierno/pueblo que logren la meta clave: un Estado sano, fuerte y abierto hacia esta nueva realidad. No más caudillos sin tomar en cuenta al pueblo y no más pueblos sin caudillos democráticos.

domingo, 7 de abril de 2019

EN DESCARGO DE LOS ESPAÑOLES





Después de hacer un análisis a las diversas visiones y versiones de la conquista de lo que ahora es México, bien se puede llegar a la conclusión de que, los pueblos originarios sometidos por los mexicanos, fueron los que realmente lograron la conquista del imperio mexica; si bien, únicamente la nobleza de estos pueblos fueron los beneficiarios, no así el pueblo llano que cayó en la servidumbre. Habrían de pasar trescientos años para que paradójicamente los propios españoles, aunque no peninsulares, hicieran lo impensable.


Y, lo impensable fue llevar a cabo la independencia de la Nueva España, dando inicio la larga, dura, difícil y con mermas territoriales de la construcción de la nación mexicana. Basta con ver quiénes fueron los que, que iniciaron este movimiento llamado ahora “La Primera Transformación”, es decir, la revolución de independencia, fueron los españoles que no podían acceder al poder político. Tales son los casos más conocidos como los de Miguel Hidalgo y Costilla, Agustín de Iturbide, Francisco Mina y la lista es larga.

Es paradójico que, todos los pueblos conquistadores que se unieron a los españoles como lo son los tlaxcaltecas, los cholultecas, los huejotzincas por nombrar algunos cayeran en el vasallaje y que, trescientos años después fueran los españoles, descendientes de los beneficiados de la conquista fueran los que liberaran a estos pueblos de su vasallaje para que se acelerara la creación de México como nación y después como Estado nacional.

Esto se oye ilógico y hasta descabellado, pero ahí está la historia y se puede constatar haciendo la correcta interpretación y claro se puede dialogar, discutir y hasta polemizar, pero no se puede soslayar la verdad. Y, por ello, luego de tanto maldecir a los españoles esto va en su descargo. Claro, no se puede ser tan ingenuos como para llegar a la conclusión de que, lo hicieron por amor al pueblo mexicano, pero si salimos ganadores. No todo es negro o blando, hay matices muy interesantes y ricos en la historia. Investíguenlo, piénsenlo y saquen sus propias conclusiones.

LA CONQUISTA DE MÉXICO




La conquista fue un hecho que debería darse de manera indefectible y se dio. Este hecho fue tomado por unos sujetos que se autodenominaron "nacionalistas" y que tomaron de manera personal la conquista, como una afrenta mayúscula; esto los enveneno y no tardaron en inyectar su veneno a los mexicanos en su formación e identidad.

Prácticamente no hay pueblo que haya sufrido la agresión o la conquista o de sus vecinos o de otros pueblos. Los propios españoles fueron conquistados por los romanos y los moros. No hay que hacer escándalo por lo que no tiene remedio; son hechos consumados. Lo verdaderamente interesante es superar de manera definitiva este trauma creado sobre bases equivocas por ser inevitables. La Humanidad es una y ya se debe de pensar y de actual como ciudadanos del mundo con todos los derechos y responsabilidades.

Ser ciudadanos del mundo no es un chiste y no es fácil porque al igual que aquí, por todos lados del mundo existen nacionalistas, prejuiciosos, intereses, ignorantes y bobos; es decir, toda una gama de resistencias que no harán fácil este pensamiento y su práctica. Pero ¿qué se ha hecho razonablemente que no haya tenido resistencias enormes?.

Ahora bien, hasta ahora han triunfado la economía y la religión católica como universales, dejando la Humanidad como rubro secundario, siendo que sobre esto deberían los seres humanos construir su futuro y en esto los mexicanos deberíamos participar activamente.



sábado, 6 de abril de 2019

EL IMPERIO DE LA LEY




Hay que diferenciar entre los valores como ideales y el idealismo romántico. El imperio de la ley, generalmente, está bajo el imperio del poder político y económico. El uso que le dan, políticos y ricos, al lema “El imperio de la ley”, es para que el pueblo tenga el idealismo romántico de una igualdad que nunca siquiera ha asomado su linda cara. Por otro lado, el valor de la ley sigue siendo un ideal, inalcanzable.

jueves, 4 de abril de 2019

LA DIALÉCTICA POLÍTICA NECESARIA EN MÉXICO





Es evidente que Morena, sumó a sus filas candidatos de todo tipo, mismos que en su mayoría ganaron. Esto parecería bueno para dar por finalizado el Presidencialismo priista y dar paso hacia un régimen verdaderamente democrático pero no es así. Se sumaron políticos de las demás fuerzas políticas con prácticas antidemocráticas en busca del poder por el poder. A esto hay que añadirle los políticos improvisados de Morena y, que han quedado en total silencio, en nula actividad positiva y como meros acompañantes de los dirigentes cupulares del partido que han iniciado ya, la formación de corrientes. Este estado de circunstancias impide que el actual gobierno logre una transición hacia un nuevo régimen político.

La creación de un nuevo régimen político no solo será lo que se haga sino también lo que no se haga y hasta ahora Morena no ha logrado presentar una nueva teoría de un régimen político y menos de un Estado nuevo. Es evidente que no se hay un plan predeterminado que sea la guía política; si hay una modificación del actual régimen político de manera fáctica y de esto han carecido las anteriores llamadas Transformaciones y en general el Estado mexicano. Esta es una de las razones por la cual el pueblo mexicano no ha logrado salir de su estado de postración. No hay claridad en el objetivo democrático. Se ha ido construyendo régimen y Estado de manera pragmática para asegurar el poder político pero no los beneficios generales al pueblo y demás sectores, económico, social etc.

El plan para derrocar la nobleza en el gobierno en Europa lo fue todo el Iluminismo que conto con las cabezas más agudas y variadas de su tiempo. El plan maestro para derrocar el zarismo, es decir, la nobleza en Rusia, lo fue el marxismo-leninismo. Pero si se hace un repaso a la historia de México y sus tres anteriores Transformaciones, se nota inmediatamente que no hubo un movimiento de esta clase y calidad correspondiente para cambiar el régimen político. Bien se puede llegar a la conclusión de que no se han alcanzado sus objetivos, o se han dejado medias o de plano en un estado tal de vulnerabilidad que se truncan los fines y el Estado mexicano vuelve a caer en la corrupción y los vicios consabidos.

En el actual gobierno, en general, campea la ignorancia de que hay que cambiar y como hay que cambiarlo con su correspondiente fin. En tal contexto, desde ya se puede vislumbrar la desviación de esta Cuarta Transformación, repito, no únicamente por lo que se hace sino principalmente por lo que no hacen los políticos y en particular los legisladores y el presidente en turno. Están desperdiciando una oportunidad única en más de cien años. 1910-2018.

Ahora bien, no se debe responsabilizar al partido en el poder sino también a la oposición. En efecto, es necesaria una oposición hábil, profesional que, de lo mejor de sí y ponga en aprietos al partido en el poder. Y, hay demasiados flancos vulnerables por donde se puede atacar con éxito. Esto bien se puede ver como una “Dialéctica constructiva”. En la cual la oposición realmente haga política de calidad con propuestas de modelos de regímenes democráticos como base del nuevo Estado. Esto traería como consecuencia que el partido en el poder diera de si lo mejor en iniciativas de nuevos modelos integrales y metódicos de regímenes políticos.

Esta dialéctica seria la teoría y la técnica retórica del diálogo (exposición de ideas de manera alternativa), respecto al régimen político que dé como resultado la su construcción. Esto sería la suma de las ideas concretas y aunque el partido en el gobierno no aceptara adoptar las ideas de la oposición por necesidad se vería forzado a elevar su calidad política. Sin embargo, ¿qué ha pasado en la realidad?. Que no solo el Morena está desperdiciando esta oportunidad de oro sino que la oposición se ha dedicado a lamentarse de su derrota y, a lanzar acusaciones, insultos, descalificaciones con un vocabulario de lo más vulgar.

El espectáculo de tres pistas en definitiva trae al pueblo bien distraído y con una participación en las redes sociales de forma permanente pero de esto no se saca más que, pérdidas y el estado más lamentable del quehacer político. Y, la situación es de emergencia como para que los políticos se enfrasquen en los insultos vulgares.

El sector intelectual y el económico también se han enfrascado en esta lucha sin cuartel en la arena de la vulgaridad y de la superficialidad. Es necesaria la serenidad y el dialogo sano entre las diversas fuerzas políticas para que aporten lo que cada cual pueda aportar y en este campo casi siempre las cabezas son áridas y poco productivas.  

Finalmente, se deben dejar las ideologías de ambas partes y tratar con la razón, la ciencia general, la política y la filosofía, todos los temas de orden nacional. No se debe tratar los problemas nacionales desde la perspectiva de partido único pues ya sabemos hacia donde lleva esta visión y práctica, al totalitarismo desastroso. ¿No es hora de atemperar los viejos odios para bien de todos?.



miércoles, 3 de abril de 2019

POLÍTICA Y AUSENCIA DE BUENA POLÍTICA




La política, el tratar de conseguir y eventualmente obtener el poder público y conservarlo, es el objetivo de los políticos, pero en estos momentos se suma la construcción de un régimen político y, en México, no lo están haciendo ni los políticos en el poder ni la oposición. El partido vencedor está tratando de consolidar su hegemonía política, pero hace muy poco por crear un régimen verdaderamente democrático y que beneficie al pueblo. La oposición esta tan disminuida en militantes como en ideólogos, verdaderos políticos que propongan modelos de regímenes. Hasta ahora se han dedicado a sustituir a la política por acusaciones sin sentido contra el gobierno.

Conseguir el poder por el poder es lo más común, aunque los políticos digan lo contrario. Esta época carece de fe en las ideologías de cualquier tipo, religiosas o políticas. Basta con ver como Morena se está llenando de políticos de todos los partidos y eso no sería grave si no fuera porque sus bases por lo menos mantenían una ideología, aunque mínima, pero de izquierda. Esta ideología ha quedado desbaratada pues los que han llegado han acaparado el poder sin casi oposición y no hay más camino que el pragmatismo. Ya desde inicio se hizo a un lado la ideología por el pragmatismo pues como en la revolución de 1910, se hizo leva para los puestos públicos sin importar que tuvieran o no la calidad para cada uno de los puestos. Es cierto que, siempre se cuelan ineptos, pero esto es grave si se toma en cuenta que es imperioso crear un nuevo régimen político democrático y ni uno solo de los legisladores ha propuesto un modelo sistemático, integral y viable para transformar el Estado mexicano.

Si esto pasa con el partido en el gobierno, con la oposición pasa un drama bien distinto en el fondo pues tratan de recomponerse. Pero en el actual estado en que se encuentra el drama puede convertirse en tragedia pues pueden quedar anulados por mucho tiempo y eventualmente desparecer (En el caso del Partido Revolucionario Institucional). Con el Partido Acción Nacional, pasará lo que siempre ha pasado que, no solo sobrevivirá, sino que podrán volver en la medida de que se reorganice. Sus bases son las huestes católicas siempre combativas bajo la ideología ciega de la religión.

Ahora bien, una buena parte del pueblo también ha entrado de lleno a la defensa del nuevo gobierno y apabulla a los políticos, militantes o simpatizantes de la oposición con toda efectividad y quizá en este caso no pueda corregirse el trato que recibe la oposición pues no es la más caballerosa ni decente. Es un campo de batalla de sordos y ciegos con las armas de las imágenes y las palabras disparadas directo al corazón opositor. Sin embargo, los políticos no deberían tomar a esto con la ligereza que hasta ahora lo han hecho. Es penoso ver políticos verdaderamente lerdos que se imaginan ser de lo más granado en el escenario político. En efecto, la creación de un nuevo régimen debería tomarse con la seriedad necesaria y la responsabilidad correspondiente. P]ara mala fortuna, del total de políticos no se puede sacar uno solo que tenga la sensibilidad contemplativa para acertar la dirección que se debe seguir. Esto es grave pues el Estado mexicano seguirá enteco y sin poder siquiera poder meter en cintura a loa delincuencia organizada que esta desatada.

Los discursos de unos (Gobierno) y otros (Oposición) en lo general están llenos de ideología sin sentido. La gritería, insultos, imputaciones, burlas y chismes han desplazado a la buena política y en este contexto no se puede crear un buen régimen democrático. De por si los políticos son soberbios pero ignorantes, en lo general, con este estado de caos menos podrán encontrar el camino hacia la transición democrática.

Hace falta que la oposición tome serenidad, se recomponga y haga verdadera política que ponga en aprietos al partido en el gobierno para que de esta dialéctica pueda surgir lo mejor de todos. Pero mucho me temo que seguirán en su trompetería vencedora y su gritería de vencidos sin remedio.

Que silencio, invisibilidad y silencio sepulcral de los diputados federales por Morena y que espectáculo de los legisladores locales de Morena. Esto es parte de la Cuarta Transformación y de esto se harán mitos pero el trabajo es ser imparciales y objetivos para que las generaciones futuras no reclamen la ceguera y silencio de esta generaciones actuales.