lunes, 27 de agosto de 2018

LA FILOSOFÍA HA MUERTO




La física ha avanzado en grados increíbles en relativamente poco tiempo al punto de responder preguntas que tradicionalmente pertenecían a la filosofía. Al no poder responderlas, la filosofía ha muerto, sentencia Stephen Hawking, en su obra “El Gran Diseño”.

“¿Cómo entender el mundo en el que nos encontramos?, ¿cómo se comporta el universo?, ¿cuál es la naturaleza de la realidad?, ¿de dónde viene todo esto?, ¿necesita el universo un creador?...

…Tradicionalmente estas son preguntas de la filosofía pero está muerta”[1].

Es cierto que la madre de todas las ciencias, la filosofía través de los filósofos, durante mucho tiempo trató de responder a esas preguntas que nunca respondió y ahora, los físicos han llegado al punto de responderlas y seguramente seguirán respondiendo otras preguntas de este tipo. Sin embargo, es excesivo decir que la filosofía ha muerto cuando el propio Hawking, fue uno de los filósofos que mejor entendieron la misma y que desarrollo su propia cosmovisión filosofando. Ciertamente no hizo obras filosóficas pero en la misma obra que anuncia la muerte de la filosofía, se muestra como gran conocedor de la misma. En efecto, es paradójico que el mismo vocero sea un buen filósofo que utiliza la misma para darle sentido a sus descubrimientos físicos.

Las preguntas que tanto quisieron responder los filósofos fueron contestadas por los físicos. ¿Cómo entender el mundo en el que nos encontramos?, se entiende como un objeto de la ciencia física que puede ser racionalizado y estudiado libre de dogmas, libre de mitos, no hay secreto que no pueda ser descubierto por los científicos físicos.

¿Cómo se comporta el universo?, sigue reglas o leyes que pueden ser entendidas por la razón. El movimiento del universo se puede predecir sin que tengan que intervenir fuerzas divinas.
¿Cuál es la naturaleza de la realidad?, puede decirse que es de acuerdo como la percibimos y esa es una concepción realista ingenua; tal y como lo propuso Aristóteles; sin embargo, la mecánica cuántica es totalmente diferente y, la realidad se torna compleja, muy diferente a lo que nuestros sentidos captan.   

¿De dónde viene todo esto?, la pregunta central de la filosofía y que fue planteada como “El-Principio-de-todas-las-cosas”, nunca fue contestada por los filósofos pero los físicos respondieron con la teoría del Big Bang. La materia en su estado de energía concentrada en un punto que explotó siguiendo leyes físicas y dio como fruto todo lo existente.

¿Necesita el universo un creador?, no hay menester de Dios alguno para la existencia de lo existente. La energía sigue las reglas de su propis naturaleza física y lo seguirá haciendo, transformándose de materia en energía y viceversa. E=MC2.

Con todo, se debe añadir que a pesar de haberle sido arrancada su materia primaria los filósofos siguen teniendo materia; no ya con la importancia inicial pues el saber se ha parcializado al volverse complejo pero si para darle sentido a la vida.

Los economistas pueden decir cuál es la mejor forma de producir, distribuir, vender y todo lo que tenga que ver con la materia; los médicos, seguir descubriendo los medicamentos y procedimientos médicos para curar las enfermedades; los biólogos seguir ampliando el conocimiento sobre los seres vivos y así, cada parcela del saber a través de sus miembros más destacados pueden contribuir al conocimiento del universo; con todo, aun son necesarios los filósofos para preguntarse sobre ese conocimiento que aportan cada grupo de científicos de cara área del saber.

La filosofía no es más o no solo es el amor al saber desinteresado, la madre de todas las ciencias, la búsqueda de la verdad para ser la conciencia más profunda de la existencia humana no solo como saber sino como ese saberse en el mundo con un sentido.

Podría parecer que la ciencia es capaz de abrir a los seres humanos al conocimiento pero todo esos no es más que datos que necesitan pensarse para darles sentido en favor de la vida. Es paradójico que mientras más se vive en los frutos de la ciencia y la tecnología los seres humanos tienden a vivir en el sensualismo (conocimiento básicamente obtenido por las sensaciones), vulgar con lo que se pierde el sentido profundo de la realidad.

Los seres humanos no se detienen a pensar sobre la realidad y las cosas con las que interaccionan y muchas veces conviven al unto de cosificar a los seres humanos en aras de satisfacer su vida a través de la satisfacción de sus necesidades vitales a través de sensaciones brutas sin procesar en la mente.

No es raro ver como los profesionistas se tornan seres mutilados, inservibles para cualquier avance real de la calidad de la vida. No les importa otra cosa que no sea cubrir sus necesidades básicas sin tener en cuenta el sentido de la vida, de su vida. Esta pobreza en la vida debe ser repudiada por los filósofos pues es de nivel primario, casi un vivir por los puros sentidos con ausencia de la razón autentica; porque la mayoría cree vivir en la razón sin saber que la construcción de un mundo racional permea a conveniencia de lo que se debe creer que es racional.

Mucho me temo, para bien, que la filosofía no ha muerto sino que ha tomado nuevos derroteros y, hoy como hace miles de años, levanta el vuelo al atardecer cuando ya todo ha pasado tal como su recurso simbólico en la figura de la lechuza de Minerva. La filosofía o mejor dicho los filósofos entran a escena después de haber vivido (Primum vivere, deinde philosofhari-Primero vivir y luego filosofar).

La declaración de Hawking, de haber muerto la filosofía hay que entenderla como una nueva etapa de la misma con otro nuevo sentido. Federico Nietzsche, declaró la muerte de Dios, y esto también se debió entender como una nueva concepción de la idea de Dios y, en concreto del Dios occidental pues existen otros tan validos como este aunque se diga lo contrario. Bien, Nietzsche ha muerto, Hawking ha muerto y seguramente moriremos mientras la teología y la filosofía seguirán sus caminos. Claro, la muerte de ambos saberes, son, en cuanto a nuevas concepciones de la vida, terrenos para unos cuentos pues la mayoría seguirá viviendo en las sombras de los umbrales.  

Y, hay muchos amaneceres dignos de vivirse pero es demasiado pronto para endulzar la vida cuando no se ha iniciado siquiera la batalla diaria. El sol ya aparece en el horizonte en una realidad donde todo gira y avanza; ni aun el medio día es bueno para ponerse a pensar, hace falta que caiga cada atardecer con sus telones y el escenario se muestre vacío para que los filósofos con los ojos de búhos se adentren en la oscuridad de los hechos aun los más disímbolos y de todas las áreas del saber pues su hambre insaciable pretende el saber total. El filósofo es la consciencia del mundo y de la vida profunda. ¿Y, qué más?



[1] Hawking, Stephen and Mlodinov, Leonard. The Grat Design
2010. Ed. Bantam books. Pag. 1

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