lunes, 6 de agosto de 2018

EL CREPÚSCULO DE LA CUARTA TRANSFORMACIÓN





Se habla en México de la Cuarta Transformación como si esta existiera y pudiera ser sacada al escenario público para que el pueblo constatara su existencia y con ello la fe en la transformación siguiera sin dudas. Esto no es posible pues no existe. Más aun, hay que hacer la acotación que las tres transformaciones anteriores no han sido gloriosas pues los iniciadores de la independencia fueron derrotados; con el triunfo de la independencia se intentó un imperio pero falló y Agustín de Iturbide fue declarado traidor a la patria y fusilado; con la segunda transformación, se perdió la mitad del territorio nacional y cuando se consolidó el Estado mexicano Benito Juárez se reeligió, después Sebastián Lerdo de Tejada y finalmente Porfirio Díaz; con la tercera transformación se creó el Partido Revolucionario Institucional y se impuso la dictadura del partido único de Estado y se volvió a la dependencia extranjera plena.

Metafóricamente se puede decir que con la elección de Andrés Manuel López Obrador y Morena, se está en el crepúsculo de la democracia cuando todavía no hay claridad. Hace falta que amanezca y después hacer todo el recorrido del largo día que a diferencia del día natural este no tiene una duración determinada sino indeterminada sin que se sepa bien a bien cuando llegue un eclipse o la noches y si habrá diversas oscuridades.

Falta definir el fin y la forma claramente lo que comúnmente se llaman el ¿Qué?, y el ¿Cómo?.  Hay tantos y poderosos intereses económicos, políticos y sociales tanto internos como externos que el pronóstico de llevar a buen puerto esta llamada Cuarta Transformación es reservado. Si a esto se le suma que los que intentaran, como actores principales, son de origen reciente priista, panista, perredista, petista y de otros partidos con edades ya francamente en su declive esto se pone en mayor suspenso.

Es hora de clarificar en la mente las ideas para esperar la mañana e iniciar el largo camino de lucha para implantar la democracia como forma de vida en la república. No se debe claudicar pero tampoco menos dejarse ilusionar con la retórica y con las ideas huecas que, por plazas públicas anuncian la Cuarta Transformación. La luna de miel debe terminar para poder iniciar la verdadera jornada. Como lo dijera el poeta español Antonio Machado en Cantares “Caminante no hay camino se hace camino al andar…golpe a golpe”.

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