miércoles, 8 de agosto de 2018

ERRORES EVIDENTES Y COSTOSOS EN LA POLÍTICA MEXICANA





En la política mexicana pasa lo que no debería pasar, cometer errores evidentes y costosos. A pocas personas se les ocurría poner a un médico a diseñar estructuralmente un puente o un edificio, o encargarle a un físico la defensa de un delincuente y así por el estilo, sería absurdo. Pues bien, esto es lo que se estila en México poner a quienes no están calificados en puestos administrativos y políticos a los más incapacitados de la historia y el presente.

En Inglaterra se dan errores pero los ciudadanos comunes san muestra de saber de política y de saber quiénes deben gobernar. Tienen una larga tradición democrática. No por suerte las leyes constitucionales fueron la base de la obra de Louis de Secondant mejor conocido como Montesquieu, “El espíritu de la leyes”, aunque el nombre del auto y de su obra son mucho más largos que como los conocemos.

Durante la Segunda Guerra Mundial, escogieron a Winston Churchill como líder para combatir al nazismo de Adolfo Hitler y como es sabido le ganó la partida a Hitler; bien, si durante la guerra fue incuestionablemente el mejor, tan luego termino esta y se hicieron elecciones no fue considerado adecuado para volver a ser Primer Ministro en la paz y perdió contra Clement Attlee del partido Laborista.

La política de amigos en el poder es tan dañina como cualquier mal que provenga de la ignorancia, de la impericia. Y, en México esta es la práctica desde hace mucho tiempo y, criticar esto es tanto como quitarle al pueblo la religión o una tradición que por muy absurda que esta asea tiene bien arraigada en su psiquis.

Se deja de creer en muchas cosas, ideas, tradiciones, teorías pero necesariamente se crean otras que llenen la imaginación y, fatalmente se vuelve a la idolatría por los líderes en los que reencarna la dirección de la vida y se espera que milagrosamente compongan lo que se ha descompuesto gradualmente desde décadas sino cientos de años.

Los casos más recientes se han dado en el sexenio de Enrique Peña Nieto, su grupo de amigos más cercanos en la política han sido designados en unos y otros puestos como si fueran amos y señores de varias ramas del saber junto con su práctica. Los caprichos como estos contribuyeron a la caída del régimen priista.

Si se sigue designado a los mismos de siempre que únicamente han cambiado de partido el cambio para bien no se dará. Si se siguen dando puestos a políticos improvisados únicamente porque son conocidos los resultados no pueden ser buenos en general sino desastrosos o por lo menos pasivos. Este proceder es un error lo implemente quien lo implemente y siempre han sido costosos.

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