martes, 28 de agosto de 2018

POLVO ERES…Y EN QUÍMICOS TE CONVERTIRÁS





Para poder dominar a los seres humanos los jerarcas de la religión católica han tenido que rebajarlos, que denigrarlos, que engañarlos al punto de que, los seres humanos han tenido que avergonzarse de sí mismos, que creer en mentiras. Al inyectarle su veneno los sacerdotes han sido demasiado astutos como pare presentar ese veneno como verdades de amor.

Los teólogos son su insania han hecho creer que los seres humanos son más que creados del polvo y que en eso se convertirán. Esto no es más que una declaración de odio al cuerpo, a la vida, a la salud, a la fuerza y, a todo lo que sea realidad. Y, los seres humanos han creído en esta santa mentira.

Los seres humanos nunca llegamos ni nos vamos, siempre hemos estado aquí, en forma de química, el cuerpo humano está compuesto por oxigeno del agua, carbono, hidrogeno, carbono, calcio, fosforo, potasio azufre, sodio, cloro, hierro y otros químicos más. Y, todo esto ha existido de siempre como energía y, claro del ente más radical de todos, la vida consiente para bien o para mal.

Esto no gusta porque no da opción de una vida de lujo en el cielo y no castiga la maldad en un infierno por demás inexistente. Pero eso es lo que hay en la realidad o la masturbación metal del “Polvo eres y en polvo te convertirás”; es decir, la cadena venenosa con que se enferma a una buena parte de la humanidad.

lunes, 27 de agosto de 2018

LA FILOSOFÍA HA MUERTO




La física ha avanzado en grados increíbles en relativamente poco tiempo al punto de responder preguntas que tradicionalmente pertenecían a la filosofía. Al no poder responderlas, la filosofía ha muerto, sentencia Stephen Hawking, en su obra “El Gran Diseño”.

“¿Cómo entender el mundo en el que nos encontramos?, ¿cómo se comporta el universo?, ¿cuál es la naturaleza de la realidad?, ¿de dónde viene todo esto?, ¿necesita el universo un creador?...

…Tradicionalmente estas son preguntas de la filosofía pero está muerta”[1].

Es cierto que la madre de todas las ciencias, la filosofía través de los filósofos, durante mucho tiempo trató de responder a esas preguntas que nunca respondió y ahora, los físicos han llegado al punto de responderlas y seguramente seguirán respondiendo otras preguntas de este tipo. Sin embargo, es excesivo decir que la filosofía ha muerto cuando el propio Hawking, fue uno de los filósofos que mejor entendieron la misma y que desarrollo su propia cosmovisión filosofando. Ciertamente no hizo obras filosóficas pero en la misma obra que anuncia la muerte de la filosofía, se muestra como gran conocedor de la misma. En efecto, es paradójico que el mismo vocero sea un buen filósofo que utiliza la misma para darle sentido a sus descubrimientos físicos.

Las preguntas que tanto quisieron responder los filósofos fueron contestadas por los físicos. ¿Cómo entender el mundo en el que nos encontramos?, se entiende como un objeto de la ciencia física que puede ser racionalizado y estudiado libre de dogmas, libre de mitos, no hay secreto que no pueda ser descubierto por los científicos físicos.

¿Cómo se comporta el universo?, sigue reglas o leyes que pueden ser entendidas por la razón. El movimiento del universo se puede predecir sin que tengan que intervenir fuerzas divinas.
¿Cuál es la naturaleza de la realidad?, puede decirse que es de acuerdo como la percibimos y esa es una concepción realista ingenua; tal y como lo propuso Aristóteles; sin embargo, la mecánica cuántica es totalmente diferente y, la realidad se torna compleja, muy diferente a lo que nuestros sentidos captan.   

¿De dónde viene todo esto?, la pregunta central de la filosofía y que fue planteada como “El-Principio-de-todas-las-cosas”, nunca fue contestada por los filósofos pero los físicos respondieron con la teoría del Big Bang. La materia en su estado de energía concentrada en un punto que explotó siguiendo leyes físicas y dio como fruto todo lo existente.

¿Necesita el universo un creador?, no hay menester de Dios alguno para la existencia de lo existente. La energía sigue las reglas de su propis naturaleza física y lo seguirá haciendo, transformándose de materia en energía y viceversa. E=MC2.

Con todo, se debe añadir que a pesar de haberle sido arrancada su materia primaria los filósofos siguen teniendo materia; no ya con la importancia inicial pues el saber se ha parcializado al volverse complejo pero si para darle sentido a la vida.

Los economistas pueden decir cuál es la mejor forma de producir, distribuir, vender y todo lo que tenga que ver con la materia; los médicos, seguir descubriendo los medicamentos y procedimientos médicos para curar las enfermedades; los biólogos seguir ampliando el conocimiento sobre los seres vivos y así, cada parcela del saber a través de sus miembros más destacados pueden contribuir al conocimiento del universo; con todo, aun son necesarios los filósofos para preguntarse sobre ese conocimiento que aportan cada grupo de científicos de cara área del saber.

La filosofía no es más o no solo es el amor al saber desinteresado, la madre de todas las ciencias, la búsqueda de la verdad para ser la conciencia más profunda de la existencia humana no solo como saber sino como ese saberse en el mundo con un sentido.

Podría parecer que la ciencia es capaz de abrir a los seres humanos al conocimiento pero todo esos no es más que datos que necesitan pensarse para darles sentido en favor de la vida. Es paradójico que mientras más se vive en los frutos de la ciencia y la tecnología los seres humanos tienden a vivir en el sensualismo (conocimiento básicamente obtenido por las sensaciones), vulgar con lo que se pierde el sentido profundo de la realidad.

Los seres humanos no se detienen a pensar sobre la realidad y las cosas con las que interaccionan y muchas veces conviven al unto de cosificar a los seres humanos en aras de satisfacer su vida a través de la satisfacción de sus necesidades vitales a través de sensaciones brutas sin procesar en la mente.

No es raro ver como los profesionistas se tornan seres mutilados, inservibles para cualquier avance real de la calidad de la vida. No les importa otra cosa que no sea cubrir sus necesidades básicas sin tener en cuenta el sentido de la vida, de su vida. Esta pobreza en la vida debe ser repudiada por los filósofos pues es de nivel primario, casi un vivir por los puros sentidos con ausencia de la razón autentica; porque la mayoría cree vivir en la razón sin saber que la construcción de un mundo racional permea a conveniencia de lo que se debe creer que es racional.

Mucho me temo, para bien, que la filosofía no ha muerto sino que ha tomado nuevos derroteros y, hoy como hace miles de años, levanta el vuelo al atardecer cuando ya todo ha pasado tal como su recurso simbólico en la figura de la lechuza de Minerva. La filosofía o mejor dicho los filósofos entran a escena después de haber vivido (Primum vivere, deinde philosofhari-Primero vivir y luego filosofar).

La declaración de Hawking, de haber muerto la filosofía hay que entenderla como una nueva etapa de la misma con otro nuevo sentido. Federico Nietzsche, declaró la muerte de Dios, y esto también se debió entender como una nueva concepción de la idea de Dios y, en concreto del Dios occidental pues existen otros tan validos como este aunque se diga lo contrario. Bien, Nietzsche ha muerto, Hawking ha muerto y seguramente moriremos mientras la teología y la filosofía seguirán sus caminos. Claro, la muerte de ambos saberes, son, en cuanto a nuevas concepciones de la vida, terrenos para unos cuentos pues la mayoría seguirá viviendo en las sombras de los umbrales.  

Y, hay muchos amaneceres dignos de vivirse pero es demasiado pronto para endulzar la vida cuando no se ha iniciado siquiera la batalla diaria. El sol ya aparece en el horizonte en una realidad donde todo gira y avanza; ni aun el medio día es bueno para ponerse a pensar, hace falta que caiga cada atardecer con sus telones y el escenario se muestre vacío para que los filósofos con los ojos de búhos se adentren en la oscuridad de los hechos aun los más disímbolos y de todas las áreas del saber pues su hambre insaciable pretende el saber total. El filósofo es la consciencia del mundo y de la vida profunda. ¿Y, qué más?



[1] Hawking, Stephen and Mlodinov, Leonard. The Grat Design
2010. Ed. Bantam books. Pag. 1

domingo, 26 de agosto de 2018

LA AUTONOMÍA DEL ÓRGANO LEGISLATIVO. UNIDAD Y COLABORACIÓN





En México nunca se ha sabido bien a bien lo que es el Estado y su naturaleza estructural orgánica e institucional, y se le ha dado el nombre formal de “División de Poderes”, sin embargo, es sabido que, lo que campea por todo el régimen priista es el Presidencialismo que es la supremacía casi absoluta del órgano ejecutivo sobre el órgano judicial y legislativo. El presidente lo era casi todo. El Presidencialismo se parece más a una monarquía, donde el presidente es el gran monarca rodeado de una gran corte de aduladores.

Durante todo este periodo el órgano legislativo es el instrumento por medio del cual el ejecutivo federal prácticamente sustituía al órgano legislativo y este servía casi únicamente para que el primero legislara a su antojo; el órgano legislativo era el camuflaje perfecto para dar las apariencias de democracia, de autonomía entre los órganos y pomposamente decir que había “Pesos y contra pesos”, mientras el presidente en turno se señoreaba sobre el Estado.

Contra el Presidencialismo, se pronunciaron los ciudadanos mexicanos en las pasadas elecciones del uno de julio de dos mil dieciocho; en consecuencia, el Congreso de la Unión, debe lograr ejercer su autonomía y ser el principal creador de leyes que den nacimiento y forma al nuevo régimen político que sea verdaderamente democrático.

La llamada división de poderes en México, no ha sido adoptada de manera rígida como lo propone Louis de Secondant Montesquieu, en donde cada órgano del Estado le compete una sola facultad; así al ejecutivo le compete administrar, al judicial impartir justicia y al legislativo crear leyes. Con todo, aquí, no se siguió este modelo ni en lo formal menos en la realidad y se dio facultades al presidente para enviar iniciativas de ley al Congreso de la Unión y, de este modo crear leyes y lo mismo pasa con los restantes órganos. El órgano legislativo federal en términos constitucionales, al emitir sus sentencias y crear jurisprudencia materialmente hace leyes y, en los caso de juicio político la Cámara de diputados se erige en órgano de acusación y la Cámara de Senadores en órgano de sentencia.

Bien, este es el mal que se debe evitar que sea casi en exclusiva el presidente en turno el Gran Legislador con un ejército de legisladores que sirvan únicamente como instrumento sancionador de las iniciativas de ley. Esto no sería sano ni democrático y, no se trata de quitar la facultad de iniciar leyes al ejecutivo pero su materia es esencialmente la administración de lo público mientras que la del órgano legislativo es esencialmente crear leyes. Esto no tiene que derivar en la confrontación, el autismo y la divergencia sino en la Unidad y Colaboración. Unidad del Estado y Colaboración entre sus órganos y derivado de esto un buen funcionamiento integral del Estado a través de la colaboración entre sus órganos en sus tres niveles.

Ahora bien, es menester que los legisladores se pongan a trabajar a efecto de que, los propios legisladores de ambas cámaras sean personas profesionales, con un perfil adecuado y con el conocimiento y, en su caso la práctica necesaria para poder lidiar con los grandes problemas nacionales. La capacitación constante y la evaluación deben ser permanentes y como requisito sin ideologías de ninguna especie; por el contrario, el Estado mexicano necesita que sus funcionarios públicos sean conscientes que más allá de su partidismo está el bienestar del Estado, el bien común, la buena prestación de bienes y servicios, la legalidad democrática y la transparencia.

En efecto, si el congreso de la Unión no logra su autonomía se estará dando vida a un nuevo Presidencialismo que dará al traste con la incipiente democracia y el costo social, político y económico será alto y de pronósticos reservados. ¿Qué merito tiene ir como legislador al Congreso de la Unión, a los Congresos Locales y a los Cabildos si se va con el ánimo de francamente ser apéndices de los titulares del ejecutivo federal, de los ejecutivos locales y de los Ayuntamientos?, eso no es servir al Estado sino servir a un solo órgano en detrimento del Estado.

En el régimen anterior, el Estado era una monarquía disfrazada de república, donde el ejecutivo federal era el gran monarca, los ejecutivos locales los señores feudales y los presidentes municipales los caciques, estos dos últimos sujetos al presidente de la república. Una voluntad que unía y exigía colaboración pero ambas, Unidad y Colaboración como apéndices de esa voluntad presidencial.  

Hoy, hacen falta legisladores que tengan las ideas claras y distintas de su momento histórico. Que tenga pleno conocimiento de la historia del Estado desde Grecia por lo menos y sepan que el nuevo Estado debe ser diferente, con sus propias características y que las soluciones en su estructura orgánica e institucional deben ser concretísimas en respuesta a las nuevas circunstancias y momentos actuales. Sin estos requisitos inevitablemente esta oportunidad se perderá y seremos responsables y culpables de nuestro fracaso como nación. La pobreza extrema seguirá siendo la base de la política, de la sociedad y la economía. El nuevo colonialismo se instalara en el Estado mexicano sin mucha esperanza de creación propia, de fuerza propia, de voluntad propia.

Hasta ahora, los legisladores han buscado los puestos públicos como mera entrada a los bienes públicos, al erario para poder salir de la pobreza y convertirse en parte de esa clase política que está lejos de los golpes de las crisis económicas y que en lugar de ser garantes de la justicia, la libertad, de la democracia han sido parte de los gobiernos verdugos que han privatizado lo publico en medio de la gran corrupción, saliendo con las manos llenas de dinero público para su beneficio.

La democracia no puede emanar de ninguna institución o instituciones a lo mucho deben ser garantes de la democracia pero la misma debe surgir del pueblo e instituirse en su beneficio. Crear instituciones donde se dicte lo que es la democracia es tanto como lo que hizo el Partido Revolucionario Institucional, institucionalizar la revolución y se sabe que, esto tiene como fin fingir la democracia, simular la justicia, limitar la libertad y cegar a los ciudadanos para que no vean como se tuerce y retuerce la realidad para presentar apariencias como la realidad.

En resumen, hace falta un verdadero órgano legislativo activo y consciente de su tarea y autónomo en su funcionamiento; que no sea apéndice del ejecutivo en sus tres niveles de gobierno. Esto creando una Unidad y una colaboración entre los dos restantes órganos, todas las instituciones y dependencias del Estado en el marco de la democracia y todo lo que de esto se deriva. En la medida de que el pueblo en su conjunto sienta y resienta los beneficios de leyes bien creadas y con el fin de sacar de la pobreza a los millones de personas que el mismo sistema ha creado se podrá decir que ha habido responsabilidad de parte de los legisladores. Es menester un nuevo constitucionalismo, una nueva visión de Estado.


sábado, 25 de agosto de 2018

EL DESTINO DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL




Imaginen el escenario, las circunstancias después de la revolución. Se deberían cosechar los frutos de la lucha revolucionaria. Se había iniciado el fin de la dictadura de Porfirio Díaz y era menester pasar del caos y la ruina al orden y progreso, si es que eso era posible y hasta donde fuera posible. Ya no era posible la dictadura personal pero se iba a crear la dictadura de un partido único de Estado. Y, así nació el Partido Revolucionario Institucional, después de dos intentos preparatorios, el Partido Nacional Revolucionario y el Partido de la Revolución Mexicana. Se nota inmediatamente que la idea de explotar el contenido de la revolución está presente y, eso harán los priistas durante las siguientes décadas.

Las preguntas son ¿cuál será el destino del PRI?, ¿es posible que vuelva a gobernar el Estado mexicano?. Responder estas preguntas no es difícil si se sigue su historia, sus bases. La naturaleza de este partido es ser totalitario, no admite división, es una unidad artificial pero unidad al fin. Toda la sociedad está considerada como parte de este partido, el partido es el pueblo entero. El sector obrero aglutinaba, en general, a todos los obreros mexicanos; el sector agrario a todos los campesinos y el sector popular a el resto del pueblo. Para asegurar la unidad, el totalitarismo artificial había todo un mecanismo de líderes obreros, campesinos, caciques, que encabezaban sindicatos que aseguraban la lealtad hacia el partido oficial.

Si la unidad estaba en peligro mínimo estaba el sistema jurídico como protección al sistema político, si esto no bastaba la fuerza del Estado en toda una gama de formas ponía a los disidentes fuera de combate. La cárcel, el terror, la represión eran las formas de respuesta del gobierno. No había más que caminar de acuerdo al sistema totalitario. No se podía pensar diferente, actuar diferente y hasta la música era una especie de pecado suficiente para ser marginado. México era un estado cerrado. Si el sistema era una dictadura totalitarista, su antídoto lo será la diversidad, la libertad, la justicia, la democracia y el republicanismo.

El tiempo da el soporte a lo indicado en las últimas líneas y ya es historia la caída del PRI. Hoy, es la quinta fuerza política en la cámara de diputados al Congreso de la Unión. Los priistas están en zozobra y no acaban de asimilar su derrota. Es evidente que no quieren dejar que se termine ese partido pues la política ha sido el negocio más productivo en México. Con únicamente saber leer y escribir y unos cuantos requisitos se puede obtener casi cualquier puesto, incluso el de presidente sin ninguna responsabilidad y bien pensionados.

Ahora bien, el priismo tenía su fundamento en sostener la presidencia de la republica a través del gobernante en turno, quien tenía el poder en los tres ámbitos más importantes, el político, el judicial y el económico. Tenía el poder de designara los senadores y diputados al Congreso de la Unión, a todo su gabinete, a todos los gobernadores, diputados locales, al regente del entonces Distrito Federal, presidentes municipales más importantes y todos le debían el puesto.

En lo judicial, designaba a los Ministros de la Suprema Corte de la Nación, quienes le eran leales en sus decisiones jurídicas. No había y aun hoy no hay independencia de este órgano para impartir justicia y, si esto pasaba con el máximo tribunal de control constitucional, en los estados la cosa no iba de otra manera, aun hoy, los órganos de justicia son un apéndice de los gobernantes en turno.

En la economía, el presidente de la república, era el gran administrador de todas y cada una de las empresas públicas y tenía la rectoría de la economía; los monopolios eran del Estado. Pero esto se acabó. Ninguna de estas facultades está ya en el presidente en turno aunque parezca lo contrario con el nuevo presidente electo.

En efecto, el poder político está ya en diversos partidos que aunque disminuidos no pueden ser desaparecidos por decreto. El poder económico lo tienen ahora las grandes trasnacionales y los monopolios ya no son públicos sino privados. Y, la Suprema Corte da ya sus primeros pasos hacia la independencia de acción, de decisión.

El PRI al perder la presidencia de la república y casi todo el poder político termino por perder el acceso al dinero y los recursos materiales para poder comprar voluntades en el ámbito electoral. Sin esto este partido está acabado pues no sabe hacer política democrática. Los ríos de dinero que podían desviar, los programas que podían usar, se han terminado o casi.

Imaginen a los priistas haciendo verdadera política entre el pueblo que antes tenía sometido; no pueden esperar más que el rechazo general. No le sirven más los tres sectores, los sindicatos ya le son inútiles. Toda su estructura política en el gobierno será desmontada y no quedara más que el mal recuerdo del otrora partido único de Estado. La fiesta continua terminó. La corrupción se les terminó.

El Presidencialismo ha muerto y al PRI seguirá el mismo destino, esta era su base principal y si la misma no tiene buen futuro. El desprestigio y la perdida de vigencia del Presidencialismo son el tiro de gracia para el partido. A lo más que puede aspirar el PRI es ser un partido ordinario que jamás regresara al poder presidencial; por el contrario, su crisis se profundizara conforme se conforme un nuevo régimen político.

En el imaginario social el PRI ya no tiene cabida como no tiene cabida el Presidencialismo y su unidad artificial, su totalitarismo represor, el uso de la fuerza del Estado para mantener el régimen político. La ideología camaleónica del PRI que tanto le fue útil ahora es una pesada carga. En la hora de las definiciones no se pueden ahora definir. Todo el régimen priista se ha resquebrajado, todo se ha perdido sin remedio. La transformación democrática es imposible es tanto como pedir que un carnívoro se torne herbívoro por completo. No hay ni las ideas, ni el tiempo ni los medios y mucho menos la firme intención.

La idea de la revolución ya no puede ser explotada por el PRI pues precisamente han hecho una contrarrevolución al privatizar todo lo público. Todos los ritos políticos son ya vacíos, el discurso oficial a enmudecido para no volverse a oír porque ya únicamente los románticos del pasado anhelan el canto de las sirenas. Bien se puede parafrasear a Marx y Engels: “Un fantasma recorre México: el fantasma del priismo. Todas las fuerzas de su viejo pasado y de sus acciones presentes se han unido en santa cruzada contra ese fantasma”.

jueves, 23 de agosto de 2018

LAS GRANDES TRANSFORMACIONES Y SUS EXPECTATIVAS





El plan ideario político de la revolución francesa lo fue todo el Iluminismo; el ideario político de la revolución rusa lo fue el marxismo; las transformaciones o revoluciones mejor dicho, en México, no han tenido idearios políticos sólidos y quizá únicamente la segunda Transformación, la Reforma haya tenido un plan concebido por el grupo político más importante que haya habido en toda la historia de México y que lo fue el que rodeo a Benito Juárez, el grupo masón que pudo triunfar.

Si se ve la revolución de independencia Miguel Hidalgo y costilla con toda su educación y visión, tiene excesos y desatinos que son horribles como la matanza de españoles hombres, mujeres y niños. Al final de la guerra fratricida pues no se peleó mayormente contra un ejército español sino mexicanos contra mexicanos; los que querían la independencia y los que la evitaban, los revolucionarios estaban en desventaja y únicamente la alianza entre Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide; la creación del ejercito trigarante con el segundo de los nombrados como su jefe pudo, once años después (1810-1821), al fin lograr la independencia.

Si se estudia la Segunda Trasformación es una guerra interna, mexicanos liberales contra mexicanos conservadores queriendo imponer cada grupo su forma de gobierno y gano el primero grupo. En su ideario político surgido de los anhelos de los liberales y plasmados en la Constitución General de 1857, se ven inmediatamente sus grandes aspiraciones de libertad, de legalidad, de progreso que quedaron sin alcanzarse pero sí que terminaron con los fueros militares y sacerdotales; es decir, con las formas virreinales de política y de vida.

La revolución mexicana de 1910, no tuvo plan político, simplemente fue el hartazgo, de los excesos del gobierno de Porfirio Díaz, de la pobreza extrema, la falta de libertad y la falta de legalidad; del “Mátalos en caliente” y el propio Díaz, estaba ya en franca decadencia; el régimen no tenía asidero. Ahora bien, después se desato la guerra intestina nuevamente por el poder político. No había ni unidad de ideas ni ideológica ni política. El plan los hacen los sobrevivientes de ese matadero y hasta el tercer intento se logra crear el Partido Revolucionario Institucional que al final nos legó miseria, represión, corrupción e impunidad y eso es lo que se debe cambiar.

El deseo de cambio debió madurar para desembocar en las votaciones contra el régimen priista. El cambio se alimentó desde fuera como desde dentro. Desde que el Fondo Monetario Internacional impuso el Neoliberalismo se inicia la pérdida del poder económico que tenía el presidente en turno, siendo el que tenía la dirección y manejo de la rectoría de la economía; este rubro económico influyó detrimento del monopolio político que tenía el PRI y se iniciaron reformas políticas en la Constitución General que iban al final dando sepultura al régimen político.

Hace treinta años los priistas eran igual de corruptos pero su desgaste fue gradual y no se podía derrumbar el régimen político sino hasta que el Presidencialismo perdiera sus dos pilares, el monopolio político y el económico y esto ocurrió con cada reforma política y con cada privatización hasta que llegó el momento oportuno y, el presidente por mas lerdo que es, supo que no había futuro para el priismo sino el acabose.

Claro que el entusiasmo de propios y extraños es muy alto. No es usual que priistas, panistas, perredistas y los ciudadanos comunes tengan la misma sintonía y hayan trabajado juntos y votado para que se diera fin a esta forma de gobierno ya vacía, sin sentido. El Presidencialismo había muerto.  Ha llegado la hora de poner manos a la obra pero el Estado es un desastre y al parecer no hay plan concreto sino como antes principios de legalidad, de progreso, de libertad, de democracia que no se sabe bien a bien como alcanzar.

La empresa no es menor, las ideas poco claras y los medios inadecuados. Eso no debería extrañar y, los cambios se debería saber son a largo plazo. Los gobernados quisieran que la realidad cambiara positivamente con la sola toma de posesión del nuevo gobierno pero eso no pasará; hay en medio del desastre del Estado, enemigos políticos que, aunque disminuidos serán obstáculo para el gobierno. Hay elementos extranjeros e internos que se deben tomar en cuenta porque esos intereses se opondrán a ser limitados o disminuidos. La realidad como siempre se impondrá sin que apelación alguna valga.

No únicamente el nuevo gobierno debe actuar para lograr la transformación hasta donde realmente se pueda sino que la sociedad civil, los ciudadanos deben aportar lo mejor que tenga y, los ciudadanos tienen sus limitaciones muy graves también. La parte educada del pueblo mexicano es igual un desastre. Hay pocos que realmente piensen diferente ideas novedosas y viables.  En las Universidades se enseña una educación magra y solo los que se esfuerzan por si mismos pueden encontrar el camino del saber autentico; los demás son una carga de ineptitud.

Un Estado se le puede dar la puntilla en un sexenio pero no construir en el mismo tiempo. Esto se clarifica si se tiene en cuenta que ninguno de los que forman el grupo de los que serán parte del gabinete son jóvenes con ideas nuevas y que, por lo tanto carecen de las mismas y prueba de ello es que ninguno ha dicho que tipo de régimen se construirá y como se logrará, teniendo en cuenta los pros y los contras. Hay mucho entusiasmo y ocurrencias pero no un plan sólido y concreto.  

Ahora bien, por lo menos este nuevo gobierno ya en ejercicio se debe serenar y sentar por lo menos las bases de un régimen político que resista los embates de la realidad, de la crítica periodística, de la crítica popular y las pruebas del extranjero que son inevitables. Le corresponderá a otras generaciones y, a otros gobiernos madurar el nuevo régimen político, el económico y social. Es imposible que se logren de un tirón todos los rubros que ahora están en ruinas. En efecto, esperar que todo se solucione en un día, en un año o en un sexenio es descabellado y más si se toma en cuenta el factor humano.

martes, 21 de agosto de 2018

FILOSOFIAAZTECA: ENSAYOS FILOSÓFICOS Y JURÍDICOS: LA TRANSICIÓN Y SUS ALCANCES

FILOSOFIAAZTECA: ENSAYOS FILOSÓFICOS Y JURÍDICOS: LA TRANSICIÓN Y SUS ALCANCES: Todo ideario tiene sus límites aunque tenga buenas intenciones o fines pues carece del elemento más importante de su desarrollo, la ...

LA TRANSICIÓN Y SUS ALCANCES




Todo ideario tiene sus límites aunque tenga buenas intenciones o fines pues carece del elemento más importante de su desarrollo, la realidad dinámica en la que se va aplicar. Si cada uno imaginamos nuestros sueños o idearios de querer ser en la vida pronto caerá en la cuenta que tal como se ha desarrollado la vida es muy distinto a lo planeado. Muchos factores influyen para ello, muchas circunstancias derivan nuestra vida en direcciones no planeadas y no hay más que tomar una decisión en cada momento y eso va construyendo nuestra vida, bien o mal pero inexorablemente.

El Presidencialismo se vació de todo su contenido y vino a parar en un fracaso verdaderamente estruendoso. Enrique  Peña Nieto y la legión de priistas nunca imaginaron el actual escenario. Por doquier que miran un desastre sin que puedan dar crédito de lo que ven. Se fue su régimen y nunca volverá; de eso pueden estar seguros. Ahora bien, no obstante, el triunfo del nuevo gobierno no está asegurado y no lo está por la simple y sencilla razón de no haber siquiera tomado protesta del cargo. En efecto, la verdadera prueba de fuego no lo fue ganar las elecciones sino crear un nuevo régimen y apuntalarlo para que pueda realmente transitar la nación mexicana hacia la democracia plena.

Es decir, lo difícil esta pronto por venir y será batallar contra la realidad llena de intereses políticos pues el Partido Revolucionario Institucional no está acabado y los demás pronto se volverán a rehacer pues las ambiciones lo pueden todo en política. Los intereses de los empresarios no son menores y, aunque la nación en buena medida influye no se puede estar en continuo conflicto. Los gobernadores, todos son un problema a resolver; los ajenos a Morena por obvias razones no quieren dejar la corrupción, los propios pueden caer en excesos. Todos los nuevos gobernantes corren la misma suerte. Los legisladores no son nuevos sino reciclados y los verdaderamente nuevos van con mucho ánimo pero desnudos en ideas y cual inexpertos escolapios a la academia.

Por su parte los votantes se irán a sus vidas ordinarias pues el trabajo los reclama, las necesidades familiares los limitan no son políticos ordinarios sino extraordinarios que se licencian tan luego han cumplido con su parte mínima. Pero no hay necesidad de que todos estemos en pie de guerra sino únicamente los necesarios y me parece que los va a haber. Ojala estén los más calificados, tanto en ideas sobre el Estado como los que aplicaran esas ideas. Contemplación y acción.  

Existen además, los intereses de los sindicatos que no es menor si se miran como ejemplos como el de Pemex y el del magisterio que han dado mayores problemas que soluciones a la vida nacional y los problemas no se terminan sino que los dejo anunciados pero la lista es larga de acometer para que el nuevo gobierno tenga éxito pues no solo tiene el problema de gobernar sino de construir un nuevo régimen. El problema es mayor y ya se verá el tamaño.

En cuanto a los intereses externos están las de las grandes trasnacionales aún más que las de los gobiernos pues no quedan dudas que estas han superado en poder a los gobiernos nacionales porque su dinámica es mucha más que la de los gobiernos; esto se debe a que la materia de estos es la política y la de las trasnacionales lo económico que llega a los bienes y servicios más básicos de la vida de los pueblos. A eso llegamos con el Neoliberalismo, el debilitamiento de los Estados nacionales y el imperio de las trasnacionales. Este es el tamaño de problema con la que se enfrentará el nuevo gobierno y el camino que ha de recorrer ya está señalado y sembrado de minas y todos tipo de obstáculos y trampas por el anterior régimen que ha venido operando durante por lo menos 36 años.

Mi intención no es desanimar a persona alguna sino únicamente de advertir un poco el problema en su conjunto pues sin duda alguna nos ha tocado vivir estos momentos extraordinarios del fin de un régimen y el inicio de uno nuevo. No se vaya a creer que el nuevo se va a construir en un tiempo record y sin mayores tropiezos. Que deberán ser salvados. No hay de otra y para eso hace falta el ánimo y acción extraordinarios trabajando juntos y de manera incansable.

Desde la independencia los deseos y planes han sido desmedidos pero irrealizables de manera plena, incluso por momentos todo apuntaba que derivaría en desastre pero a pesar de todo se lograron los objetivos principales. En la independencia los insurgentes estaban en plena decadencia y con la fusión de los ejércitos, revolucionario y realista se logró la independencia.

Durante la guerra de Reforma el gobierno de Benito Juárez estaba en desventaja  del gobierno conservador pero le ganó la partida diplomática del reconocimiento internacional y con ello pudo triunfar.

La revolución ni se diga, la contrarrevolución de los porfiristas Manuel Mondragón liberando a Bernardo Reyes, Félix Díaz y llevando a Victoriano Huerta como presidente de la republica todo parecía perdido pero los jefes revolucionarios terminaron por derrocar al dictador.

Finalmente, se debe ver la construcción del priismo y como no fue de un tirón que cuajó. Ya existía la idea de explotar la revolución como parte del plan político. El primer intento fue crear al Partido Nacional Revolucionario (PNR-1928-1938); el segundo plan se le nombró Partido de la Revolución Mexicana (PRM-1938-1946) pero ninguno de los dos intentos fue suficiente para lograr la dictadura del partido único de Estado pero fueron los pilares del proceso. La tercera fue la vencida y nació el Partido Revolucionario Institucional (PRI-1946-al presente).

Los procesos sociales, políticos económicos son mucho más lentos que los de los seres humanos pues son mucho más complejos y necesitan librar muchos más obstáculos hasta su plenitud. Por lo consiguiente no debe extrañar que no se cumplan los objetivos centrales por este nuevo gobierno pero si debe dejar sentadas las bases para que los siguientes gobiernos sigan construyendo el nuevo régimen político como base del nuevo Estado mexicano.

No debe cundir el desánimo y menos se debe abandonar los puestos ni dejar de luchar pues entonces se dará paso a que los derrotados hagan intentos para volver en nuevas formas pero con el mismo fondo de corrupción política. Recuerden que la ambición es más poderosa que incluso el amor e imaginen ¿de qué van a vivir tantos ambiciosos derrotados y resentidos?; con que ganas estarán agazapadas esperando su oportunidad. El camino es largo y sembrado de todo tipo de problemas y traiciones. Pero como dice el magnífico poeta Antonio Machado: “Golpe a golpe, verso a verso. Cuando el jilguero no puede cantar. Cuando el poeta es un peregrino. Cuando de nada nos sirve rezar. Caminante no hay camino, se hace camino al andar.  

Y, ¿no fue eso lo que hizo Juárez cuando salvaba la república caminando de un lugar a otro, llevando el archivo de la nación y luchando a diestra y siniestra?. Esos hombres hicieron camino al andar. Por buena fortuna tenia a la generación mas lucida y de acción de nuestra historia y que en buena parte fue el grupo masón que lo cobijo durante todo ese periodo.

jueves, 16 de agosto de 2018

LA FAMILIA TRADICIONAL; MAMÁ, PAPÁ E HIJOS




La familia tradicional en el México, del siglo pasado se componía de la mamá, el papá y los hijos. Esta forma de familia típica mexicana se instauró, se fijó en la idiosincrasia del pueblo por los sacerdotes porque así les convenía tanto a los teólogos como a los gobernantes por el control social.  Claro, la base de esta familia tiene su base en la Biblia pues se cree que el Dios cristiano así lo había determinado. Sin embargo, este tipo de familia es solo una de tantas formas de familias que han existido y que existen en la realidad.

La familia en Grecia era de un tipo, en roma de otra y ahora en México hay diversidad de familias. Hay mucha gente conservadora y religiosa que se ha lanzado contra los diversos tipos de familia diferentes a la tradicional. ¿Qué papel ocupaba la mujer en la familia tipo católica?, la vida de las mujeres era una imagen de lo que dice la Biblia y como fueron creadas de una costilla de Adán, serán de segunda categoría, al servicio del hombre.

Las mujeres estaban para tener tantos hijos como el Dios les enviara; sin importar los sentimientos, derechos y obligaciones legales. Las mujeres tenían cinco, seis, siete o más hijos; con esto tenía ya la vida ocupada en la crianza de los hijos; simplemente no tenía libertad ni oportunidades efectivas para desarrollarse. Este tipo de familia estaba bien blindada tanto por el Estado en el matrimonio civil, por el matrimonio religioso y por la sociedad; todos, tenían como misión que los casados mantuvieran la estabilidad y si bien el Estado no tenía mucha injerencia; los sacerdotes si con toda clase de consejos para que ambos se comprendieran y en primer y último caso, la mujer no fuera rebelde sino sumisa hacia el hombre. Los familiares y amigos tenían un papel  importante, dando consejos a la esposa y, al esposo para que mantuvieran el matrimonio.

Esta época tan conservadora tenia a la mujer en clara desventaja pues una mujer que no se casaba, que no tenía hijos o que se divorciaba era mal vista y, hasta repudiada. En estos escenarios las mujeres sufrían vejaciones sin poder hacer mucho sino resignarse de manera general aunque las menos se rebelaron a estas circunstancias. Convengo en que este tipo de sociedad, de régimen jurídico y teológico lograban una familia estable y duradera pero sin libertad de voluntad y, en clara desventaja para las mujeres.

Las mujeres Vivian en familia durante más tiempo pero no eran libres y mucho me temo que ni felices; hoy, quizá tampoco sean felices pero ya la libertad es mucho más que en épocas pasadas y dirán lo que tengan que decir y harán lo que tengan que hacer; bien o mal pero por su propia voluntad. Claro, el problema es mucho mayor pues la diversidad de familias y de géneros han traído muchos problemas; los más, por prejuicios religiosos, alentados por los sacerdotes (Los menos indicados en moral), que obstaculizan la sana convivencia entre los seres humanos.

Estos problemas deben ser combatidos pues se debe vivir de acuerdo a la Ciencia, la Filosofía y el Derecho básicamente. Los científicos aportan pruebas verificables de los problemas y no tratan con seudo problemas en lo general; la filosofía va en la misma línea, tratando a los seres humanos en tanto seres humanos sin ver géneros como anormalidades y el Derecho regula las conductas humanas externas, con sus correspondientes derechos y obligaciones y no sus deseos o pensamientos pues esto le toca la moral. Pero con la moral cristiana tiene un problema, quiere ser Derecho. No es raro ver como sacerdotes azuzan a grupos de personas para que presionen a los legisladores para que los mismos aprueben iniciativas contra el aborto, el matrimonio igualitario etc.

El fanatismo religioso no debe ni se debe permitir que tenga injerencia en la creación y vigencia de leyes jurídicas que únicamente deben ser de competencia del Estado en el rubro legal libre de moral. El triunfo de la igualdad entre géneros únicamente se lograra si se abandona el fanatismo religioso o de cualquier otro tipo.

domingo, 12 de agosto de 2018

STEPHEN HAWKING Y EL IMPERIO LA RAZÓN




La importancia de Stephen Hawking , en la ciencia y la vida no se ha logrado aún sopesar sin pasiones. Unos lo apoyan, siguiendo sus descubrimientos y, los creacionistas y teólogos lo tratan de refutar con fanatismo. Es muy significativo que hoy día se pueda seguir viviendo en y con el fanatismo extremo más propio de la Edad Media o de la ignorancia ramplona.

Hawking, es la cúspide de toda la historia iniciando desde Aristóteles que trató de explicar a través de la razón los fenómenos físicos si bien con la ingenuidad propia de su tiempo: a esto le llamamos realismo ingenuo pues se cree que los fenómenos físicos son exactamente como se perciben. Harían falta veinte siglos para que René Descartes junto con una gama de filósofos y científicos derribarán el aristotelismo como base de la filosofía y de la ciencia. Entre los científicos se encontraba ni más ni menos que el gran Galileo Galilei.

Para el siglo XVI, la realidad era todavía cerrada pues se creía que únicamente existía el cosmos finito y sus límites lo eran las estrellas fijas. Existía un orden metafísico basado en la teología cristiana. Para Johannes Kleper el orden solo se podía hallar en un espacio cerrado pero no en uno informe o uniforme como el de Giordano Bruno que se oponía al modelo cósmico de Nicolás Copérnico. Para Kepler el cosmos era la expresión del Dios católico, el Sol representa al Dios padre, la bóveda estelar al Hijo y espacio intermedio el Espíritu Santo. Todo lo que se opusiera a este modelo se tenía por fuerza que enfrentar con la Iglesia católica y su tribunal, la Santa Inquisición (Vaya nombre tan pomposo y eufemístico para designar fanáticos). Con todo, la razón había sido liberada y ya no había forma de detener el avance de la filosofía y de la ciencia. Se terminaba toda una larga época.

Galileo Galilei iba a ser el científico que iba a enfrentar al Santo Oficio con resultados poco determinantes para ambas partes pues si bien el tribunal inquisitorio lo condenó a prisión domiciliaria con la prohibición de no seguir manteniendo su idea de no ser la Tierra el centro del cosmos. Si este mundo no era el centro de la actividad divina se perdía todo orden, se atenta por lo tanto, contra Dios. El modelo no podía cambiar. Claro, Galilei tenía entre sus manos la ciencia y la tecnología y esta última, a través del telescopio que le hizo ver, aunque no con toda claridad, los astros y características que antes no se habían podido apreciar; esto lo hizo cambiar de idea cósmica. Por otro lado, sus obra “El diálogo sobre dos nuevas ciencias”, ya había salido de Italia y esto daría pauta que otros científicos avanzaran en dirección contraria a la idea del “Diseño divino del cosmos”.

El cosmos seguía teniendo un diseño divino pero gradualmente se mecanizaba y se podía explicarse a través de la ciencia empírica guiada por la razón ya no únicamente por la verdad revelada de Dios. Pasarían varios años antes de que se diera el avance decisivo para madurar la mecanización de la realidad a través de la física. Para ello nos debemos situar idealmente en el siglo XVII.

Isaac Newton publica en 1686 su obra capital “Los Principios Matemáticos de la Filosofía Natural”. Esto era la continuación de los estudios de muchos científicos pero principalmente de Kepler. Ahora la realidad se podía predecir por los seres humanos por medio de cálculos matemáticos y ya no era necesaria la idea de Dios para entender la realidad, aunque todavía la teología estaba arraigada en los científicos.

Albert Einstein iba a dar un empuje a la física nunca antes vista y derrocando la Física clásica de Newton. Esto fue tan revolucionario que en su tiempo unos cuantos podían jactarse de entender esta teoría, “La teoría de la relatividad especial”, en donde postula su sencilla pero grandiosa formula: E=MC2 que significa que la energía era lo mismo que la masa por la velocidad de la luz al cuadrado; en otras palabras la energía no se crea ni se destruye solo se transforma. Base de la mecánica cuántica. Se puede ver como la razón científica se va abriendo paso hacia la cima de la vida. Claro no para todos. Sin embargo, aun para Einstein el cosmos tenía un cierto orden divino pues creía que, “Dios no juega a los dados”; es decir, existe un orden que no puede ser cambiado.

Y, llegamos al final, por el momento, pues con la llegada de Hawking y su pensamiento científico se abren accesos a la realidad de maneras inesperadas. Si se ve toda su obra de manera integral se puede ver el avance y nivel de la razón científica que ya francamente desecha la necesidad de Dios alguno para que el cosmos sea explicado con la mayor exactitud posible. Claro hasta ahora no se ha logrado crear la “Teoría del Todo Unificado”, para tener otro avance fundamental en la explicación de la realidad ampliada.

Esto nos lleva a ver que Hawking, nos obliga, si lo seguimos, a ser razonables y desechar la superchería, los dogmas teológicos en grados que pocos tienen acceso pero que cimbran todo el edificio teológico occidental y mucho me temo que mundial. De la explicación natural e ingenua hemos pasado al diseño divino a un mundo frio, medible, predecible y sin misterio. Con ello, se presenta un vacío interior en los seres humanos pero ese problema se tendrá que encarar con todas sus consecuencias. El terror que esto trae es enorme pues si Dios no existe o por lo menos no es necesario ¿hacia dónde va la humanidad?. El problema no es menor sino vital; no es coincidencia que se haya pasado de tener la vida como centro de la actividad con la economía a su servicio a transmutar todo y, ahora estar la vida sujeta a la economía, al pragmatismo hueco, a la vida vacía que trae el afán de brillar exteriormente pero con un infierno vacío por dentro.

La razón ha llegado lejos, muy lejos y con ello, nos ha traído una crisis humanitaria, un tema central, primordial que deberá encarase con toda rigidez o caer aún más en la deshumanización. La vida cosificada o un nuevo humanismo que rescate lo mejor de la vida.



viernes, 10 de agosto de 2018

EL ORIGEN DE LOS MEXICAS




El origen de los mexicas como casi todos los orígenes de los pueblos es dudoso cuando no un misterio sin resolver. Quizá no puedan hacerse más que aproximaciones y especulaciones que por muy razonables que sean serán insuficientes para determinar con certeza su origen.  Bien.

Las seite tribus que se establecieron las tierras de Anáhuac, finalmente tomaron sus nombres de los distintos lugares donde se establecieron; aunque se dice que provenían del mismo lugar; Aztlán, lugar no determina hacia el norte de lo que hoy, es México. Todas las tribus hablaban el mismo idioma y se dice que pertenecían a la misma nación.

Estas son la siete tribus, “…xochimilcas, chalcas, tepanecas, colhuas, tlachuicas, tlaxcaltecas y mexicas”[1]. “Los xochimilcas tomaron el nombre de la gran ciudad de Xochimilco, que fundaron a la ribera occidental del lago de agua dulce; los chalcas de la ciudad de Chalco, en la ribera oriental del mismo lago; los colhuas de la ciudad de Colhuacan; los mexicanos de México; los tlaxcaltecas de Tlaxcala y los tlahuicas de la tierra donde poblaron, que por ser abundante en almagre se llamó Tlahuican. Los tepanecas que fundaron la célebre ciudad de Azcapotzalco en la ribera occidental del lago de Texcoco tomaron el nombre de Tepan…[2]

Los tlaxcaltecas en un principio se establecieron en el mismo lugar de los demás pero por rencillas, conflictos y guerra contra otros pueblos, tal y como no los cuenta Clavijero, se tuvieron que ir.

“En un principio los tlaxcaltecas se habían asentado en el lado oriental del lago de Texcoco, sin embargo, al crecer su población y querer agrandar su territorio, fueron hostilizados por los xochimilcas, los colhuas, los tepanecas y otros pueblos. Yendo a las manos salieron victoriosos, más al percibir que no serían dejados en paz, se encaminaron unos hacia el norte y otros hacia el sur, estos últimos en su gran mayoría fueron a tomar las tierras que están a la falda del monte Matlacueye, no sin antes fundar “…Quauhquechollan, Amaliuhcan y Nacapahuazcan[3]”.

Así, estaba destinado el imperio mexica a batallar contra una de las tribus del mismo origen, aunque de momento no lo pudieran siquiera sospechar. El origen de todos estos pueblos no está fijo, hay otras versiones que deben consultarse para poder tomar partido o no, Lo que sí se puede adelantar es la velocidad con la que los mexicas pasaron de oprimidos a conquistadores y que debe merecer mucha atención. Su organización social, política, las artes, sus valores, su filosofía y economía no fueron una casualidad sino fruto del orden.



[1] Clavijero, Francisco Javier. Historia Antigua de México.
México, 2009, editorial Porrúa, colección “Sepan Cuantos…”, pagina 88.
[2] Ibídem
[3] Clavijero, Francisco Javier. [3] Clavijero, Francisco Javier. Historia Antigua de México.
México, 2009, editorial Porrúa, colección “Sepan Cuantos…”, pagina 90.

LIBERTAD DE CULTO


            No hay libertad de culto en un Estado cuando se propician una sola creencia por todos los medios y se impone desde la niñez. Esta es una forma soterrada de unión entre dos Estados para el sometimiento del pueblo. 

EL SISTEMA JURÍDICO EN MÉXICO DURANTE EL PRESIDENCIALISMO





Al régimen político presidencialista no podía prosperar ni sostenerse sin el sistema jurídico correspondiente que lo sostuviera en la legalidad. No es casual que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, hubiera sido declarada como la más avanzada del mundo en lo formal pero en la realidad se usaba por el presidente como instrumento de sometimiento del pueblo y como coraza del régimen político donde se estrellaran todos los intentos de cambio democrático.

Es necesario ver la realidad y no dejarse cegar por las formas, los ritos, las teorías torcidas y en todo caso por el pensamiento uniforme que se formó como dique a todo intento de pensar diferente. Pensar diferente y con base en la realidad se pierde en el océano de la uniformidad mental de los constitucionalistas y academia mexicanos.

La primera característica que se puede apreciar en la constitución General de 1917, es que adopta la teoría errónea de Louis de Secondant barón de la Brede Montesquieu llamada “División de Poderes”, que de inicio está mal diseñada pues confunde poderes con lo que son órganos y, en todo caso nunca se reformó adecuadamente dicha teoría.

La teoría de Montesquieu, dice que a cada poder (órgano), le corresponde una sola facultad; al ejecutivo, administrar los bienes públicos; al legislativo, crear leyes y, al judicial, impartir justicia. Bien. Esto no se cumple en México porque los tres órganos colaboran entre ellos en sus funciones para el funcionamiento del Estado. Por ejemplo, el Congreso General crea leyes y el Ejecutivo Federal crea leyes reglamentarias para que se pongan en vigencia y aplicación de esas mismas leyes constitucionales. El presidente de la republica propone una terna de Ministros para suplir la falta de alguno de ellos y el Senado escoge y ratifica a uno de la terna.

El Órgano Judicial al emitir jurisprudencia crea leyes que deben se obligatorias para todos los demás tribunales. Por su parte el Congreso puede, eventualmente en erigirse como tribunal en el desafuero cuando los funcionarios públicos caen en responsabilidad. La Cámara de Diputados se erige en órgano de acusación y la Cámara de Senadores en tribunal de sentencia.

Como se ve la teoría de Montesquieu no se adopta de manera cómo la postuló sino de manera flexible. Sin embargo, si en la práctica se desvió aún más la “División de Poderes (facultades), hasta torcerla y retorcerla hasta llegar al Presidencialismo.

Y, el Presidencialismo, es simple y llanamente la sumisión de los órganos Judicial y Legislativo ante el Ejecutivo en sus tres órdenes de gobierno (Federal, estatal y municipal). En el municipio el presidente es el mandamás; en lo estatal, lo es el gobernador y en el ámbito federal, en la cúspide lo es el presidente de la república. Este último designaba todo su gabinete, Ministros de la suprema Corte de Justicia de la Nación, los senadores, diputados federales, gobernadores, diputados locales, presidentes municipales y todos los funcionarios que consideraba; es decir, era el motor de la política, de la economía y de todo lo público.

Ahora bien, al estar sometido el Órgano Judicial Federal al presidente de la república, este no podía menos que dictar resoluciones acordes al régimen político sin ser un medio de equilibrio las enormes facultades constitucionales y meta constitucionales del Ejecutivo Federal sino sumiso. No es de extrañar que, todos el régimen jurídico estuviera en concordancia con el régimen político y era un espejo de la casi nula dinámica, de cambio en los criterios jurídicos a la par que no cambiaba lo político.

En lo teórico, los constitucionalistas no hicieron más que formular ideas que seguían tanto la práctica política como la jurídica y se puede ver en las diversas obras como las de Fernando Tena Ramírez, Jorge Madrazo, Jorge Carpizo y Miguel Carbonell que las variantes de sus obras sobre la Constitución General son mínimas y por ende, sin importancia, es decir, no se pensaba sino que se repetían unos a otros en una cacofonía de ecos.

El Derecho Penal fue el símbolo del régimen y del Estado. Había un sistema penal inquisitorio, en donde el reo era culpable hasta que no se demostraba lo contario. La prueba reina era la confesional. Por ello, se arrancaba por todos los métodos la confesión y hecha la misma, prácticamente el imputado iba ya sentenciado pues aunque otros medios de prueba no concordaran con los hechos se podía hacer poco pues tampoco había una investigación científica. No se diga de los disidentes políticos; estos se les trataba con mayor severidad. La tortura en ambos casos era la base de arrancar las confesiones.

El Derecho Civil siguió la misma suerte que en al ámbito penal pues la prueba reina también era la confesional y era común que se relevara a las partes de otras pruebas. Por buena fortuna, en el Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Puebla, se evitó la prueba confesional y en su lugar está la “Declaración de hechos propios y ajenos” que ya no tiene la característica de ser de mayor importancia que de una prueba” ordinaria. Esto siguiendo la reforma constitucional que adopta la presunción de inocencia de los imputados en el ámbito penal.

Si se revisan las sentencias, las tesis jurisprudenciales y la jurisprudencia en todo el periodo del Presidencialismo, se percibe una animación que se sabe que en el fondo es una serie de dibujos que crean al truco óptico de movimiento.

Con este régimen presidencial se sometió al pueblo mexicano a una forma de gobierno uniforme y sin movimiento democrático significativo, una sola religión beneficiada, una forma única de familia predominante, un pensamiento patriótico a través de los ritos oficiales para aceptar la dictadura del partido único de Estado pero esto se acabó.

Y, si esto se acabó, se debe reformar la Constitución General, para que el órgano judicial ya no sea un apéndice del órgano ejecutivo. Desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación hasta los Juzgados Municipales deben ser autónomos en su funcionamiento y en la emisión de sus sentencias con estricto apego a Derecho. Muerto el Presidencialismo se debe ampliar y ahondar la democracia y construir una nueva forma estructural del Estado mexicano. Para ello es necesario destruir los resabios del viejo régimen y devolver la dignidad al órgano judicial pues se le puso en circunstancias de clase privilegiada con altos sueldos monárquicos para comprar su silencio e impartir justicia selectiva y, a modo del régimen Presidencial y con ello se evitó la democracia y la justicia real, efectiva y recta.

Es urgente una nueva teoría sobre el Estado mexicano, por consecuencia un nuevo constitucionalismo que de paso a una nueva forma de vida, de libertad, de democracia, de legalidad como reflejo del cambio de régimen que la sociedad se ha dado a sí misma, es decir, se debe atender a la decisión soberana del pueblo de transitar a la democracia plena con todas sus consecuencias de hecho y de derecho; sin esta reforma no podrá avanzar la creación de un nuevo regimen como base del Estado Hiper Moderno MExicano.