Thomas
Carlyle, el idealista y religioso Carlyle, puso como figuras centrales en la
historia a los líderes que fueran heroicos. Enrique Krauze se casó con esa idea
y con esos ojos escribió su libro “Siglo de Caudillos”, un compendio de biografías
de los caudillos de un siglo (1810-1940), donde el pueblo queda como mero comparsa
de estos líderes.
En
este contexto salta la pregunta inconsciente de si Andrés Manuel López Obrador
es la mejor opción como gobernante. Esta pregunta carlyliana es inadmisible, porque
cifra el triunfo o la derrota democrática en una sola persona como si el pueblo
se resumiera en un líder y del mismo dependiera todo.
Los
chatos muy chatos como Enrique Peña Nieto, que dice haber leído esta obra (No
dudo que sea falso), han creído que todo depende de una sola persona y con esta
mala idea van por la vida gobernando cuando el Presidencialismo ha muerto por
mano propia. Ya no se puede seguir viviendo con esta idea falsa y por ende,
dañina. No depende el éxito o la derrota de una sola persona, eso es pura sofistiquería
priista y panista.
No
debe preguntarse únicamente si López Obrador es la mejor opción sino preguntarse de manera individual y colectiva
si somos la mejor opción que tiene México, como ciudadanos, como seres humanos
y como pueblo para transitar hacia la democracia. ¿Después de López Obrador
que?. Por pura naturaleza somos finitos mientras el Estado es mucho más
duradero y se tendrá que seguir lidiando con el resultado nefasto de la revolución:
el priismo y el panismo.
Krauze,
con toda su ñoñería intelectual señaló a López Obrador como un “Mesías Tropical”,
en referencia a no ser de su agrado como líder heroico. Los presidentes
priistas le parecían heroicos porque eran totalitarios, represores,
todopoderosos con la malignidad más torcida pero dependientes de un sistema político, huérfanos del liderazgo heroico tan necesario a las ideas de Carlyle y de su vástago Krauze; ciego a la realidad se hincó ante
el régimen para rezar su letanía morbosa. Krauze, el intelectual tropical que
no soporta el frío de la realidad, la crudeza de la verdad, la frialdad de la razón.
Hay miles sino que millones de nietos de Carlyle, e hijos de Enrique Krauze que sueñan con los “Mesías priistas o panista”.
De este lado está un pueblo que espero deje de barruntar su fuerza y pase a la acción. ¿el pueblo mexicano en su mejor versión?
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