viernes, 24 de febrero de 2017

EL AGOTAMIENTO DEL NEOLIBERALISMO




Donald Trump un hombre totalmente neoliberal aunque parezca lo contrario, ha sentido el agotamiento del mercado en los propios Estados Unidos. El neoliberalismo es un sistema económico que simula la abundancia en escaparates pero oculta la enorme miseria que produce en los Estados nacionales débiles. Para que Trump logre su ¡América first!, hace falta que doblegue a los gobiernos extranjeros como el mexicano que por mas es timorato!, no así su pueblo un pueblo que está dispuesto incluso a morir antes que vender su dignidad por la simple razón de que no está en venta.

Para que el plan de Trump sea exitoso deberá violar toda la diplomacia, todos los tratados internacionales y el Derecho Internacional de manera permanente. Si bien el presidente estadounidense acierta al sentir el agotamiento del neoliberalismo falla en las formas y en el fondo. Las respuestas las tiene de frente pero prefiere levantar muros mentales para sí. El sueño americano terminara por la simple razón del devenir histórico basado en la realidad. A épocas de derroche y dispendio le siguen el agotamiento. Ya que a los norteamericanos les gusta tanto asimilar la forma de vida romana en la grandeza; vena su caída. Y, nos ven a los demás como los bárbaros que están socavando su grandeza, sus riquezas, sus fronteras. Eso es lo que siente Trump pero sentir es muy diferente e inferior a pensar y actuar correctamente.

El neoliberalismo debe ser reformado y enterrado en la historia. No es la solución a la vida porque carece de humanismo, todo lo que importa es lo meramente material. Han puesto la vida por debajo de lo material y del dinero. La economía sobre la vida, sobre el ente en donde todo debería tener sentido. Han trastocado el valor máximo de la vida a las cosas. Producir y medir la importancia de la vida con relación de cuanto puede acumular una persona aunque esta sea un verdadero ignorante de los valores más altos de la vida y de la vida misma. Y, por el otro lado, producir millones y millones de pobres en extremo que aun a costa de sus vidas van en busca del sustento básico: los alimentos. He ahí el punto flaco de la economía libre y que deberían corregir. Claro no lo harán ya están lo suficientemente enfermos mentalmente y con los cuerpos acostumbrados al veneno que se aferraran a la irracionalidad. Saben que el sistema económico se está agotando pero no lo quieren confesar, prefieren culpar a los demás antes de decir: también somos responsables y culpables de este desastre. 


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