sábado, 18 de julio de 2015

DISTINCIÓN ENTRE OFENSA Y DELITO



Dice Peña Nieto que la “Recaptura única manera de revertir la ofensa”, refiriéndose a la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán, pura retórica. Mucha gente (En Sinaloa y no solo ahí), tiene al Chapo como héroe y para ellos no sería una forma de revertir la ofensa. Por lo demás, la ofensa, si es que la hay, debe ser a título personalísimo de Peña Nieto. Lo que existe es una terrible corrupción y la evasión de un preso, es decir, delitos dentro del mismo gobierno.  Lo que debe hacer Peña Nieto, si es que puede, es combatir su corrupción personal, de su gobierno y de toda la alta burocracia para que empiece a ganar un palmo de credibilidad. De la misma manera debe distinguir entre la simple ofensa y el delito. El delito evidentemente contiene a la ofensa pero es mucho más que  eso, contiene además la vulneración de derechos personales, patrimoniales o sociales. Si Peña Nieto se siente ofendido por la fuga del Chapo que emplace a este, a un duelo o que ocurra con su psiquiatra para extirpar los efectos de la misma.

Los mexicanos (La mayoría), si estamos ofendidos por tener que mantener a una clase política que vive a expensas del pueblo sin ningún merecimiento con formas monárquicas, evidentemente, entendemos que, para lograr ello, se debe cambiar el sistema político y por ende, el marco jurídico para sanear la corrupción gubernamental. Esto nos llevaría a extirpar los efectos de un sistema opresivo sin necesidad de duelos ni psiquiatras con efectos sanos de algarabía.

En este contexto no ha habido cambio alguno en Peña Nieto sigue en el estrecho pero carcelario supuesto de “No entiende que no entiende”, vive en la total oscuridad, dando palos de ciego en conjunción a todos su gabinete. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario